Díaz sella un acuerdo con los sindicatos para reducir su jornada laboral a 37,5 horas

MadridYolanda Díaz no verá cómo la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales empieza a desplegarse este 2024, tal y como acordaron PSOE y Sumar, pero sí acaba el año cerrando un acuerdo con los sindicatos mayoritarios , CCOO y UGT, para implementarla en 2025. Este viernes por la mañana, y después de once meses de negociación, el ministerio de Trabajo y los dos sindicatos han sellado el texto que recoge una de las medidas estrella de la cartera que pilota Díaz. "Es una gran conquista laboral que se estudiará en todas las universidades del mundo", aseveró Díaz, justo antes de la rúbrica del documento. Ahora la norma iniciará el período de consulta pública y después pasará por el consejo de ministros. Avalada por el ejecutivo de Pedro Sánchez, dará el salto al Congreso de los Diputados, donde los equilibrios parlamentarios con los socios habituales anticipan, de nuevo, un trámite tortuoso. El calendario de todo ello es todavía incierto, aunque no llegará a la cámara baja al menos hasta la primavera.

Las claves de la reforma

La intención de Díaz es acelerar al máximo el trámite para que la reducción se aplique a todos los trabajadores a 31 de diciembre de 2025. El texto recoge que "las comisiones negociadoras de los convenios colectivos tendrán un plazo hasta el 31 de diciembre de 2025" para realizar las adaptaciones necesarias". Una de las discusiones con Economia, que esta semana insistía en un periodo de "transición" para que las empresas, sobre todo las pymes, puedan adaptarse, pero también a los trabajadores autónomos, tenía que ver, precisamente, con los convenios que finalizan más allá del 2025, o que recoge una jornada laboral superior a las 37,5 horas semanales. Fuentes del ministerio de Trabajo reiteran que deberán adaptarse a la norma y ejemplifican que, en caso de esperar a la finalización de algunos convenios, podría posponerse la reducción hasta el 2030 (algunos se firman por cinco años). La medida se aplicará "sin reducción salarial", recordó Díaz.

En cuanto a los contratos a tiempo parcial, que afectan sobre todo a las mujeres, también se introducen cambios importantes para que los trabajadores no vean " diezmados sus derechos y salarios", ha dicho Díaz. La norma, por ejemplo, busca que los trabajadores con contratos parciales en empresas que tienen establecida una jornada a tiempo completo y superior a las 37,5 horas puedan mantener sus horarios y, a su vez, incrementar su salario. Por ejemplo, si la jornada de la empresa es de 40 horas (el máximo permitido a la semana, aunque el cómputo es anual), el trabajador que tiene un contrato de 30 horas trabaja el equivalente al 75% de la jornada . Si se rebajan las 40 horas a 37,5 horas semanales, el empleado que mantenga las 30 horas pasará a cubrir el equivalente al 80% y, por tanto, su sueldo debería subir. Este punto también ha generado discusión entre la cartera de Díaz y la que pilota Carlos Cuerpo, ministro de Economía.

Por último, la norma recoge un blindaje del derecho a la desconexión digital, así como un refuerzo del registro horario obligatorio, una medida que ha alejado a la patronal del acuerdo. La norma prevé que este registro sea digital y no en papel (hasta ahora sólo era una posibilidad), de forma que se garantice "la objetividad, fiabilidad y accesibilidad del registro de jornada". Además, la Inspección de Trabajo podrá acceder a ellos en tiempo real. También se endurecen las multas por los abusos con los horarios.

Lo que no incluye el documento que se ha firmado este viernes son las ayudas directas y las bonificaciones que Díaz había prometido a la pequeña y mediana empresa, así como a los autónomos, para adaptarse a la norma. Una carta que, en cualquier caso, el gobierno español podría jugar durante la tramitación en el Congreso.

Tramitación parlamentaria

"Somos conscientes de la dificultad de la tramitación parlamentaria y somos conscientes de que el texto puede sufrir algunas modificaciones", asumía el secretario general de CCOO, Unai Sordo, este viernes. Sin embargo, el líder sindical ya anticipaba que harán un "seguimiento" del trámite y aseguró que han empezado a contactar con los grupos. Sin ir más lejos, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, aprovechó el reencuentro con Carles Puigdemont en Bruselas para abordar la cuestión. Lo que haga Junts es, de momento, una incógnita. También desde el ministerio de Trabajo se iniciaron los primeros contactos con "todas" las formaciones políticas, aseguran fuentes de la cartera de Díaz.

Uno de los elementos que no ayuda al trámite parlamentario es que el texto llegue sin el sello de la patronal CEOE y tampoco el de Cepyme. El pasado mes de noviembre, los empresarios se descolgaron de la negociación tras rechazar una de las últimas propuestas de Treball. Desde entonces, no han mostrado ninguna intención de reanudar el diálogo, aunque los sindicatos no pierden la esperanza de que esto cambie. "Somos conscientes de que [el acuerdo] tendría más valor con la CEOE, y tiene la oportunidad de seguir hablando, si quiere", ha expresado Álvarez este viernes.

Sin embargo, lo más simbólico de cómo estos días la medida ha tensionado la relación entre el ministerio de Trabajo y el de Economía, bajo la batuta de los socialistas, ha sido que ningún ministro del PSOE, ni el presidente español, se han hecho eco del acuerdo entre Díaz y los sindicatos. Sólo el titular de Agricultura, Luis Planas, insistió en que se aplique de forma "compasada". De hecho, en el acto de este viernes sólo los ministros de Sumar han acompañado a Díaz.