Laboral

Clamo unánime para reducir la jornada laboral en el Primero de Mayo: "La vida es para disfrutarla"

Miles de personas se manifiestan en Barcelona también contra la amenaza de la extrema derecha

La cabecera de la manifestación organizada por CCOO y UGT
4 min

Barcelona"Para los que tenemos un trabajo muy físico, más allá de mejorar la conciliación familiar, la reducción de la jornada laboral nos supondría bajar esta carga y ganar en salud". Diego trabaja en el sector de la limpieza y este jueves festivo, el Primero de Mayo, le ha dedicado a manifestarse para exigir que España apruebe de una vez por todas la semana de 37,5 horas de trabajo. La propuesta de reducir por primera vez en cuarenta años el límite legal de la jornada laboral ha sido de nuevo el centro de las protestas que se han repetido en unos ochenta ciudades españolas.

Miles de personas –2.200 según la Guardia Urbana y más de 5.000 según los organizadores– han vuelto a salir al centro de Barcelona para celebrar el Primero de Mayo y reclamar mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores. Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, han encabezado una manifestación en la que también se han dejado ver políticos catalanes como el ministro de Cultura, Ernest Urtasun; el presidente de ERC, Oriol Junqueras; el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni; la portavoz del PSC y presidenta de la Diputación de Barcelona, ​​Lluïsa Moret, o la líder de Comuns, Jéssica Albiach. La marcha ha empezado en la plaza Urquinaona y ha recorrido la Via Laietana hasta detenerse ante la sede de Foment del Treball, un recorrido más corto de lo habitual por las obras que hay ahora en la calle.

Unas 800 personas se han manifestado en Girona por el Primero de Mayo bajo el mismo lema 'Proteger las conquistas, ganar el futuro', mientras que cerca de 750 han hecho lo mismo en Tarragona y unas 500 en Lleida, según datos de los sindicatos.

El Primero de Mayo debía llegar justo después de que el consejo de ministros aprobara esta semana el proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral, pero el apagón total en la península Ibérica del lunes provocó un nuevo aplazamiento de esta reclamación urgente de los sindicatos. El secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, ha urgido al ejecutivo español a "enchufarse" para sacar adelante el trámite ya los grupos parlamentarios a votar a favor en el Congreso de los Diputados: "La vida es para disfrutarla, no para trabajar. Queremos cobrar más y unos salarios que nos permitan llegar a fin de mes, pagar el alquiler, tener unas vacaciones".

Para Belén López, la flamante secretaria general de CCOO en Catalunya, ésta era la primera gran cita del movimiento sindicalista al frente de la organización. La dirigente ha remarcado que trabajar menos es clave para aliviar la carga de cuidados que recae sobre las mujeres: "Como ya lo hacíamos nosotros, hasta ahora no pasaba nada. Queremos que todo el mundo pueda dedicar parte de su tiempo a cuidar, limpiar y llevar a los niños a la escuela".

En la manifestación también se ha dejado ver Junts, uno de los partidos clave para aprobar la medida, hasta ahora más contrario que favorable a la norma. La diputada Ennatu Domingo ha sido la elegida por la formación para recordar que "cualquier reivindicación laboral tenga en cuenta el coste de vivir en Catalunya" y que el salario mínimo interprofesional o las pensiones deberían ser más altos que en otros puntos del Estado. Eso sí, la juntera –aconsejada por un asesor– ha preferido no responder a la pregunta sobre su apoyo a la reducción de la jornada laboral, la principal cuestión que se reclamaba a la protesta.

Por su parte, la vicepresidenta del gobierno español, Yolanda Díaz, ha participado en la marcha convocada en Madrid y ha asegurado que este Primero de Mayo será el último con una jornada laboral de 40 horas. En una entrevista La 1, la líder de Sumar también ha confirmado que el gobierno aprobará su reducción en el consejo de ministros del próximo martes: "Nos encontramos en un punto de no retorno".

La protesta de este jueves por el Primero de Mayo.

Frente contra la extrema derecha

Los sindicatos también han puesto sobre la mesa la necesidad de reformar el despido en el Estado. "Debe ser el último recurso. Perder el trabajo no solo afecta a tus recursos, también al modo de vida, la comodidad y la identidad. No se puede banalizar como si fuera una estrategia empresarial", ha defendido Belén López, de CCOO. Los trabajadores de Freixenet han aprovechado la protesta para hacer visible su rechazo al ERE que afecta a 180 trabajadores, el 24% de la plantilla, blandiendo botellas de cava hinchables. "Pedimos que se preocupen un poco por las familias y hagan las cosas correctamente. Es muy injusto, tienen beneficios cada año. Antes era una empresa familiar y ahora cada vez es más como una gran multinacional al uso", lamenta Miquel Àngel, uno de los trabajadores que pueden perder su puesto de trabajo por esta decisión.

Más allá de la reducción de jornada y otras mejoras en las condiciones laborales, las manifestaciones de este jueves también han estado marcadas por la ofensiva de la extrema derecha y, en especial, por las políticas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. "Los sindicatos tenemos que ser claramente antifascistas. Ante el modelo de EEUU y China, es necesaria una Europa social más fuerte democráticamente", ha afirmado Camil Ros, de UGT, y ha recordado que estos movimientos reaccionarios "también están aquí", en referencia a la pujanza de los discursos de Aliança Catalana.

stats