Garamendi endurece la cruzada contra la reducción de la jornada: "Es la involución del diálogo social"
Foment del Treball pide un pacto social en Europa que "fortaleza" la convivencia
MadridHacía días que el Congreso de los Diputados no agrupaba a tantos altos directivos de algunas de las principales empresas del Estado, y también al máximo representante de la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, y de la española CEOE, Antonio Garamendi. De hecho, todos ellos suelen ser reacios a la hora de dejarse fotografiar en actos que van más allá de la esfera empresarial y económica, y ponen aún más trabas si entran de lleno en un espacio político.
La excusa, sin embargo, que ha provocado que este martes se haya dado esta fotografía en la "casa de la democracia", en palabras del propio Sánchez Llibre, son los cincuenta años del inicio de la Transición en España y el papel que tuvo (y ha tenido durante este tiempo) las empresas españolas. El acto lo ha organizado la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales (SBEES), el think tank de Fomento del Trabajo en Madrid, para hablar de ello. Algunos lo han intentado, empezando por el propio Sánchez Llibre, que no sólo ha repasado el rol de la patronal catalana en este último medio siglo -de hecho, también se ha remontado a su creación en 1771-, sino que también ha apelado a un pacto social en Europa que "fortaleza" la convivencia y ha defendido una mejora del poder adquisitivo.
Otros, sin embargo, no han dudado en aprovechar los altavoces del Congreso para enviar más de un mensaje, precisamente a la clase política y, en consecuencia, al gobierno español. El más claro y contundente ha sido Garamendi: "No quiero dejar pasar la oportunidad de transmitir mi preocupación y la de las empresas por el proceso de involución del diálogo social que vivimos estos últimos años [...]. Especialmente en materias tan sensibles y críticas por la paz social, el crecimiento económico y el estado del bienestar como son el SMI [salario mínimo laboral" CEOE.
Hace tiempo que la patronal española no firma un acuerdo tripartito en el marco del diálogo social, es decir, de la mano con los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, y el gobierno español, y el último ejemplo es, precisamente, el de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, una medida que justo ahora ha empezado a caminar en la cámara baja española donde el ejecutivo de Pedro Sánchez aún no tiene los votos garantizados. "Cuando el diálogo es unilateral y excluyente, sólo existe un monólogo sin perspectiva. Dialogar es la única manera para que no muera la paz social y no se deteriore la palabra", ha aseverado Garamendi. Díaz.
Oda a la desregulación
Desde una posición mucho menos beligerante que la de Garamendi, otras voces que han participado en el acto (Antoni Brufau, presidente de Repsol; Clemente González, presidente del Grupo Alibérico; Pello Rodríguez, presidente de Corporación Mondragon o Rosa Clarà, presidenta y fundadora de la empresa cuyas propias han hecho las propias de la empresa Rosa Clarà) regulación más flexible en Europa.
En una mesa moderada por el exministro, ex presidente de la Comunidad de Madrid y exalcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, los cuatro empresarios han explicado la receta de sus modelos de negocio ante un auditorio en el que estaban presentes viejos conocidos de la cámara baja española, empezando por Josep Antoni Duran i Lleida. Núria Marín, delegada del Gobierno en Madrid; representantes de empresas como Mercadona, SEAT o Glovo, pero también el presidente del Grupo Godó y editor de La Vanguardia, Xavier de Godó, o el magistrado de la Audiencia Nacional, Santiago Soldevila, fueron otras personalidades que asistieron al cónclave empresarial.