Patronales

Los planes de la Generalitat para Fira 2000

El Govern aspira a convertir la patrimonial en una gestora de grandes proyectos de Catalunya

Imagen aérea De las instalaciones de la Fira de Barcelona en Hospitalet de Llobregat.
3 min

BarcelonaLa Cámara de Comercio de Barcelona votó a favor, en su último pleno, de la posibilidad de vender sus acciones de Fira 2000, la sociedad patrimonial de Fira de Barcelona. El movimiento sorprendió, no tanto por el fondo como por la forma: la Cámara ha llegado a un acuerdo con la Generalitat para venderle su 1,2% de Fira 2000 –por un precio de alrededor de los 5 millones de euros, según ha podido saber el ARA–, pero mantener los derechos políticos; es decir, mantener las dos sillas que la Cámara ostenta en el consejo de administración de Fira 2000, que actualmente ocupan Carmina Ganyet y Xavier Pujol. Claro que un 1,2% de las acciones no es determinante; por tanto, ¿qué implica este movimiento?

Según ha podido saber el ARA, la Generalitat quiere utilizar Fira 2000 "como un instrumento que va más allá de ser la patrimonial de Fira de Barcelona" y que se convierta en gestora de grandes proyectos de Catalunya, como el MNAC, el Macba y otras grandes instituciones. Para ello, que el accionariado esté formado al 100% por administraciones públicas "acelera los procesos", y ese 1,2% en manos de la Cámara "complica las vías de aprobación", explican fuentes cercanas a las negociaciones. De ahí que la Generalitat busque "más independencia" dentro de Fira 2000, pero "mantiene los derechos políticos de la Cámara porque le interesa tener el tejido empresarial dentro del consejo", aseguran fuentes empresariales.

El accionariado de Fira 2000 está participado por la Generalitat de Catalunya con un 52,42%, el Ayuntamiento de Barcelona con un 24,05%, el Ayuntamiento de Hospitalet de Llobregat, el Área Metropolitana de Barcelona y la Diputación de Barcelona, ​​las tres con un 7,44% respectivamente. La presidenta del consejo de administración es la consejera de Economía, Alícia Romero, y el vicepresidente es el cuarto teniente de alcaldía de Barcelona, ​​Jordi Valls. La creación de la sociedad se remonta a 1993, cuando la tríada Generalitat-Ayuntamiento-Cámara quería impulsar la ampliación del recinto, y desde entonces se hace cargo de las ampliaciones de los recintos feriales de Hospitalet y de la Zona Franca, así como de las reformas de los antiguos pabellones de Montjuïc. Con todo, Fira 2000 también ha participado en otros proyectos más allá de los recintos feriales, como la rehabilitación del Recinto Histórico del Hospital de Sant Pau, el Cibernàrium de Barcelona Activa en la primera planta del edificio Mediatic o la adecuación de la parte este del edificio del Parque Tecnológico de Barcelona, ​​entre otros, actividades.

Más de 12 millones de aportaciones

A la Cámara también le interesa deshacerse de estas acciones. La ampliación de Fira de Barcelona y la remodelación del recinto de Montjuïc conllevan una inversión de cientos de millones de euros e implican una aportación de capital por parte de los accionistas de Fira 2000. Según explican fuentes conocedoras del trato, este 1,21% de la Cámara "comportaría a la2 12,5 millones de euros", una cantidad que la Cámara "no tiene ganas de asumir", aseguran.

De este modo, "el acuerdo sale bien para ambas partes: la Cámara se ahorra los deberes monetarios y la Generalitat gana independencia en Fira 2000", explican fuentes de la institución. Sin embargo, también hay detractores: "Con este acuerdo, la Cámara pierde la participación en Fira, y eso va en contra de los valores de llevar la voz de los empresarios y de estar en tantos lugares como sea posible", explica un empresario. De hecho, en 2015, la Cámara ya acordó la venta del 11,6% del capital que controlaba en Fira 2000 con el objetivo de obtener 30,5 millones de euros –en ese momento necesitaba hacer caja– y empezó a adelgazar su participación en la sociedad.

El preacuerdo de venta de las acciones por parte de la Cámara es solo el visto bueno del pleno de la institución para sacar adelante la venta cuando se quiera –debe ser antes del segundo semestre del año–, pero no es algo inmediato. Se plantea que el precio que se ofrecerá rondará los 5 millones y pico por ese 1,2% –el valor nominal–, pese a que en las cuentas del 2023 de la Cámara estas acciones están valoradas en más de 7 millones. "Es una pena porque se pierde patrimonio, pero es cierto que se ahorra la obligación de los 12 millones", apunta una fuente presente en el pleno.

Con todo, desde el Ayuntamiento de Barcelona aseguran que esta voluntad de llevar Fira 2000 a otro nivel "no se ha discutido dentro del consejo de la sociedad", por lo que "no hay nada en firme". Asimismo, replican que "para según qué tipos de proyectos, como los museos, podría tener sentido", pero si se trata de hacer cosas fuera de Barcelona y el área metropolitana, entonces no participarán. "Una cosa es aportar capital para la gestión o remodelación de un museo de la ciudad, y otra muy distinta es para hacer una biblioteca en Vic", apuntan desde el consistorio.

stats