Pimec vota nuevo presidente en medio de acusaciones de irregularidades en el proceso electoral

Antoni Cañete y Pere Barrios se enfrentan mañana en las urnas en las primeras elecciones con dos candidatos en la historia de la patronal

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El candidato de Herramientas Pimec, Pere Barrios, presentando las alegaciones a la sede de la patronal

La que en unas elecciones parlamentarias sería la jornada de reflexión ha sido, en la carrera para escoger el futuro presidente de Pimec, la jornada para quemar los últimos cartuchos. El candidato de Eines Pimec, Pere Barrios, se ha personado este lunes en la sede barcelonesa de la patronal para presentar un escrito de alegaciones a la junta electoral y reivindicar la carencia "de seguridad jurídica", las "desigualdades" y las "irregularidades" que a su parecer ha habido en el proceso electoral. Antoni Cañete, hasta ahora secretario general de la patronal, ha optado por el silencio, después de dar por cerrada la campaña el pasado viernes. Así, el día antes de que se celebren las primeras elecciones en la historia de la patronal con dos personas optando a presidirla, se ha escenificado casi a la perfección la postura que los dos candidatos han mantenido durante toda la campaña: uno el ataque y el otro la defensa.

La candidatura que encabeza Barrios, que cuenta con el apoyo y la ayuda de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), se ha centrado en presentarse a sí misma como un cambio de aires en una patronal (como la mayoría, afirman) "muy anticuada", con un "estilo y aire que no han variado", explicaba el mismo candidato al ARA la semana pasada. Según él, Cañete, que durante catorce años ha sido el secretario general de Pimec, representa continuar con todo esto. A este dardo ha sumado la acusación de que este alto directivo de la patronal no es empresario, característica que Barrios considera imprescindible para comandarla, y la denuncia que el proceso electoral no le ha ido a favor.

Este lunes ha puesto la guinda al pastel, en este sentido, presentando las pertinentes alegaciones: "No impugnamos las elecciones, pero queremos dejar constancia de todas estas irregularidades, que la junta electoral las investigue y tenga que responder", ha resumido Barrios. Por irregularidades entiende no haber tenido acceso al censo electoral o que Cañete, dice, haya utilizado recursos de la entidad en su favor. "Apelamos a la ética y a la libertad de voto, porque estamos viendo actos curiosos que nos hacen dudar que todo el mundo tenga esta libertad de voto", ha lanzado Barrios. "Finalmente solo podrán votar unas 5.000 empresas, a pesar de que siempre se ha hablado de 128.000 socios en Pimec. Esto nos ha descolocado un poco y es una dificultad más", ha añadido.

Ni la junta electoral ni Antoni Cañete han dicho nada sobre esta cuestión. Este último, de hecho, dio por cerrada la campaña el viernes reuniendo virtualmente a diversas de las personas que lo acompañan a la lista para que justificaran por qué están a su lado. Y esta ha sido buena parte de la estrategia del hasta ahora secretario general de Pimec: justificar su experiencia empresarial, explicar que parte de su intención es modernizar Pimec y señalar los problemas derivados del hecho que una candidatura abiertamente independentista se postule a presidir la patronal.

"Si a las instituciones viene gente con un objetivo diferente del que tienen, lo que están haciendo es pervertirlas, y así hacemos daño no solo a las instituciones, sino también al país", afirmaba también la semana pasada al ARA Cañete. Según él, además, el hecho de que la maquinaria de la ANC se haya puesto en marcha para ayudar a Barrios a lograr el reto de presidir Pimec desequilibra el proceso electoral. Es por aquí, de hecho, que Cañete ve su única debilidad: en el poder de convocatoria de la ANC.

La incertidumbre alrededor del resultado

Porque, por lo demás, parece tenerlo todo a favor. Cañete se presenta a estas elecciones acompañado de más de 90 personas, en buena parte responsables de gremios de peso dentro de la patronal. Cuenta con el apoyo, por ejemplo, del Gremio de Restauración de Barcelona o de la Federación Intercomarcal de Hostelería, y entre los nombres propios está Emili Rousaud, presidente de Factor Energía, o Anna Gener, consejera delegada de Savills Aguirre Newman. Una lista, según definió el mismo Cañete, "transversal, plural, territorial, sectorial e integradora". Una lista, contraatacaba hace unos días Pere Barrios, demasiado larga para simplificar la gobernación de la patronal.

Es en el atractivo de esta candidatura donde Cañete identifica, precisamente, sus posibilidades de victoria. Y también donde Barrios ve parte de sus problemas: "Algunos [empresarios] nos han dicho que habían comprometido su voto a la candidatura oficialista antes de que se supiera que habría unas elecciones con dos candidaturas". Aun así, el apoyo de la ANC ofrece a Eines Pimec una brizna de esperanza: la última vez que pusieron la maquinaria en marcha consiguieron que un equipo independentista gestionara la Cámara de comercio.

Cual de las dos propuestas convence más a los socios de Pimec se sabrá este martes al atardecer, después de que a las 5 de la tarde cierren los puntos designados de votación, que están repartidos entre las cuatro capitales de provincia y Manresa, como centro representante de los intereses de los empresarios de la Catalunya Central. Y, sea cual sea el desenlace, la jornada en sí ya será histórica: es la primera vez desde que Pimec se fusionó con Sefes (en 1997) y Josep González empezó a presidir la patronal que se celebran unos comicios con dos candidatos y con González fuera de juego.

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