Hay miedo de que la lluvia de millones de los fondos europeos de recuperación no se aproveche lo suficiente para mejorar las infraestructuras de Catalunya. Esta sería la principal conclusión del debate bajo el título Los fondos europeos, una gran oportunidad para reducir el déficit de infraestructuras, organizado por este diario y moderado por el corresponsal económico del ARA, el periodista Àlex Font Manté.
Tres ponentes y la misma duda, pero con diferentes argumentos. La presidenta de Femcat, Elena Massot, ha puesto encima de la mesa la falta de anticipación de los catalanes. Ejemplo: la ampliación del aeropuerto. El catedrático de Economía de la UPF Albert Carreras expone otra razón: “Estos fondos los administra el gobierno español, y la gran parte de las infraestructuras que reclamamos son competencia de la administración central”. Jordi Porta Pruna, graduado en aviación comercial y portavoz de la Associació Promoció del Transport Públic, critica la falta de un modelo claro.
El moderador ha tirado la primera piedra. Dentro de pocos días se cumplirán siete años desde que se puso la primera piedra de los accesos al puerto y todavía no se han hecho. Por el debate han ido pasando otras infraestructuras clave: el aeropuerto de El Prat, la red de Cercanías de Renfe, el corredor mediterráneo... “Un déficit muy irritante”, ha dicho el profesor Carreras. El Prat ha centrado una parte importante del debate. “Cuando estamos rozando el colapso nos ponemos a pensar en el modelo”, explica Elena Massot. Para Jordi Porta, este es un “claro ejemplo de que no se ha pensado en el servicio que tiene que dar, sino solo en la infraestructura”. Pero Carreras tiene otra visión: “La oferta que hacía Aena era una doble trampa”, explica. Carreras opina que Aena, con una operación urbanística e inmobiliaria, quería obtener suficientes recursos para financiar otros aeropuertos. “No tenemos el control del aeropuerto de Barcelona, jugamos con la administración central en contra”, asegura, y Elena Massot matiza, sin embargo, que dentro de unos años “Madrid tendrá su gran aeropuerto y nosotros no”.
El debate, de todas maneras, deriva hacia el transporte terrestre. Todo el mundo de acuerdo en que hay que potenciar el corredor mediterráneo para las mercancías. Porta apunta que en Catalunya solo se piensa en el metro para Barcelona y Cercanías para el resto del territorio, y abre el melón de los peajes. Empieza con una exposición clara: los trenes que pasan por el Pertús pagan peaje, los camiones que van por la Jonquera, no. En el fondo todos parecen dispuestos a apoyar un peaje blando, tipo viñeta o con pago por uso, para mantener las infraestructuras y regular el tráfico que, desde que se levantaron las barreras de peaje, se ha congestionado.
Con ironía, Albert Carreras agradece que alguien de izquierdas como Jordi Porta Pruna defienda los peajes, y Elena Massot ve difícil que España pueda cumplir los objetivos europeos de hacer en 2030 un 30% del transporte de mercancías por ferrocarril, cuando ahora apenas es el 4%. Y Albert Carreras aporta su visión política de lo que ha pasado. En Catalunya, dice, la demanda de la abolición de los peajes era tan fuerte que nadie se habría atrevido a mantenerlos. “Gratis no hay nada”, dice Massot para defender el pago por las vías y vuelve a reprochar la falta de anticipación. Todo el mundo sabía que los peajes se levantarían el 1 de septiembre y se podía decidir con tiempo. Carreras tiene su explicación: “A los políticos, si se anticipaban, los linchaban”.
Las frases del debate
Albert Carreras (Catedrático de la UPF)
“El gobierno central solo piensa en el coche eléctrico, que será una solución tecnológica muy breve”
Elena Massot (Presidenta de FemCat)
“Los fondos europeos no están pensados para esta finalidad, pero tenemos este déficit”
Jordi Porta Pruna (Associació Promoció del Transport Públic)
“Hay un plano director de infraestructuras en Catalunya y un modelo, pero nunca se ejecuta”