Moda

El salto de Hollywood al mundo empresarial: Kim Kardashian cuadruplica el valor de su empresa en cuatro años

Cada vez más celebridades reinvierten su fortuna en una marca personal; Skims, la empresa de ropa para modelar el cuerpo, ya vale 4.000 millones de dólares

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Kim Kardashian en una imagen reciente en París

WashingtonDespués del éxito de su negocio de maquillaje, que la hizo entrar en el selecto club de los milmillonarios, Kim Kardashian inició en 2019 su segunda aventura profesional: Skims, una marca de ropa para modelar el cuerpo. Cuatro años más tarde, la estrella de la televisión estadounidense ha logrado cuadriplicar su valor. Tras una nueva ronda de financiación, en la que ha recaudado 270 millones de dólares, Skims ya vale 4.000 millones de dólares (3.661 millones de euros), 800 más que la valoración que realizaron los inversores el año pasado.

Mientras la fiebre de los unicornios comienza a perder vuelo en Estados Unidos, con muchas start-ups firmando valoraciones más bajas y absteniéndose de buscar nuevo capital, la empresa de Kardashian, fundada de la mano de su socio Jens Grede, destaca por un crecimiento muy rápido. Skims fue un éxito desde su lanzamiento, en el que centraba su comercialización en ropa moldeadora, y se ha ido expandiendo con los años en el sector de la ropa, la lencería y los bañadores. Este otoño, de hecho, planea ampliar su producción, también, hacia el público masculino.

La nueva entrada de capital, procedente principalmente del gestor de activos Wellington Management y la empresa de capital riesgo Greenoaks Capital, ha aumentado el patrimonio personal de la estrella televisiva hasta 1.700 millones. En 2021, después de venderse el 20% de su primera start-up, KKW Beauty, por 200 millones de dólares, entró por primera vez en la lista Forbes de personas con más de 1.000 millones de dólares. La revista indicó la semana pasada que los últimos eventos han comportado una entrada de 500 millones de dólares en su fortuna.

Un imperio familiar

Kim no es la primera de las hermanas Kardashian que, aprovechando su fama, deciden invertir su riqueza en un negocio personal y en línea con su figura pública, ni es la primera celebridad que multiplica de esta forma tan contundente sus ingresos.

De hecho, con mayor o menor éxito, cada uno de los miembros de la familia Kardashian-Jenner tiene su empresa: Kylie Jenner lanzó en 2015 una marca de maquillaje, Kylie Cosmetics, que complementó en 2019 un negocio de Skincare, Kylie Skin. Estas inversiones empresariales le han ayudado a situarse, por sexto año consecutivo, como la persona más joven en aparecer en la lista Forbes de las mujeres estadounidenses más ricas. Según la revista, a sus 25 años, ostenta una fortuna neta de 680 millones de dólares.

Otros ejemplos de éxito empresarial en la familia más televisiva del país los encontramos en Khloé, la Kardashian más joven, con su marca de ropa Good American, que propugna la "inclusividad de todo tipo de cuerpos"; Kourtney, que en 2019 fundó Poosh, una marca y blog enfocados al lifestyle, con recetas, rutinas de fitness y la recomendación de productos "aprobados por Poosh"; o su madre Kris Jenner, con la marca Safely, la última incorporación al imperio familiar, una firma que fabrica productos de limpieza producidos a base de plantas, que empezará a comercializar este año.

De Hollywood al mundo empresarial

Cada vez es más habitual ver a celebrities reconvertidas en empresarios. Las marcas de maquillaje cofundadas por famosos, por ejemplo, representaban el 4% del mercado antes de la pandemia, creciendo hasta el 7%, según datos de la empresa NPD Group. Es una tendencia que se extiende al resto de sectores, que nacen fruto de la unión entre el know-how de un empresario y la popularidad de un famoso, una fórmula casi infalible que catapulta los resultados del negocio.

Las Kardashian han seguido los mismos pasos que estrellas como George Clooney, Katy Perry, Jennifer Anniston, Snoop Dogg, Scarlett Johansson, Jennifer López o Rihanna. Esta última celebrity, por ejemplo, ya cuenta con un imperio de más de 1.400 millones de dólares. La cantante, que se inició en el mundo musical en 2005 con 17 años, es una de las artistas con más ventas de la historia, con más de 60 millones de álbumes vendidos digitalmente. Dos décadas después, es milmillonaria, pero no gracias a la música, sino a una acertada inversión en su compañía cosmética, Fenty Beauty, en 2017.

Casos similares encontramos en la actriz Cameron Diaz, con su línea de vinos Avaline; Selena Gomez, con Rare Beauty, una marca de maquillaje que en tres años ya se vende en 45 países; en la empresa de gafas de Elton John, de nombre homónimo (Elton John Eyewear), o Dwayne Johnson, conocido como The Rock, que en tres años ha llevado la valoración de la marca de tequila Teremana por encima de los 2.000 millones de dólares.

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