Jubilación

Quién son los 'baby boomers', la generación que hace tambalear las pensiones

Se empiezan a jubilar esta década con la hucha de la Seguridad Social vacía

Los ‘boomers’ en la pirámide poblacional

BarcelonaLos baby boomers han estado durante estas últimas semanas en boca de todo el mundo. ¿El motivo? La incertidumbre de cómo se conseguirá pagar las pensiones de la generación más numerosa. ¿Pero quién son? Los baby boomers son los nacidos entre finales de los años 50 y de los 70, cuando hubo un pico demográfico en España. Cada año nacían cerca de 700.000 bebés, mientras que a finales de la década de los 80 la cifra ya caía a poco más de 400.000, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De hecho, durante estas dos décadas nacieron más de 13 millones de bebés, más del doble que las dos décadas anteriores y 4,5 millones más que las dos posteriores.

No hay consenso sobre cuándo empieza esta generación, pero la mayoría de expertos la delimitan entre 1958 y 1977. “De hecho, es una generación que tiene muchas subgeneraciones porque no es lo mismo los que nacen al final de los 50, muchos de los cuales son hijos de padres inmigrantes, que los de mediados del 70, que entran en un mundo muy transformado que se alargará hasta la revolución digital”, explica Josep Oliver, catedrático emérito de economía aplicada de la UAB.

Els ‘boomers’ en la piràmide poblacional

Los baby boomers nacieron en plena dictadura franquista, han vivido la Transición y han sido testimonio de la incorporación de la mujer al mundo laboral y de la entrada de España a la Unión Europea. Sus reivindicaciones sociales las han escenificado (y algunas las han ganado) con manifestaciones.

Han sufrido directamente cuatro crisis económicas: la industrial de 1985; la postolímpica de 1993 fruto, entre otras cosas, de una burbuja inmobiliaria; la crisis financiera mundial de 2008, que ha sido la más larga porque se ha notado hasta 2014, y la del covid de 2020. Además, también han vivido el boom inmobiliario de los 2000. “Los nacidos a finales de los 50 han tenido tipos de interés fijo, inflaciones altas y facilidad de acceso a la vivienda y al trabajo, mientras que para los nacidos a finales de los 70 todo esto se fue desvaneciendo y ya topan con la globalización, la flexibilización del mercado laboral y una reducción de la inflación”, detalla Oliver.

Crisis económicas a lado, los baby boomers se han criado con la televisión y han vivido grandes transformaciones, la más importante de las cuales la revolución digital de los últimos años. De hecho, son lo que se conoce como inmigrantes digitales: han tenido que hacer un esfuerzo para acercarse a las nuevas tecnologías y sustituir, por ejemplo, el disco de vinilo por Spotify, el bloque de notas por el ordenador, la venta de entradas en la taquilla por las de internet y los SMS por Whatsapp. “Es una generación socialmente dura, son hijos de padres que no han pasado hambre pero sí que han vivido en la pobreza. Padres que dejaban de trabajar en el campo para ir a Alemania a buscarse la vida. Estos cambios loes ha convertido en flexibles y resilientes y se les ha enseñado a trabajar duramente”, puntualiza el catedrático.

De esta numerosa generación, actualmente más de 9 millones de entre 45 y 64 años están afiliados a la Seguridad Social. ¿Pero nadie contaba con que un día se jubilarían y, por lo tanto, el gasto en pensiones se dispararía? De hecho sí, y por eso se creó a finales de los 90 el fondo de reserva, o lo que se conoce popularmente como la “hucha de las pensiones”. En su pico más alto llegó a acumular casi 70.000 millones de euros, pero ahora quedan poco más de 2.000.

Altos y bajos

“Todo aquello que se creó para hacer frente a las jubilaciones de los baby boomers se amortiguó con la crisis de 2011 y ahora nos encontramos que no queda nada”, apunta la catedrática de economía de la UB Montserrat Guillén. El fondo de reserva empezó a tener superávit a partir del año 2000 y el punto culminante fue en 2011, cuando el último gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero lo dejó en 66.815 millones de euros. “Veníamos de años de bonanza económica, con poco paro y mucha gente trabajando”, puntualiza Guillén, que recuerda que la hucha de las pensiones se llena gracias a las cotizaciones de los trabajadores y de sus rendimientos. 

Evolución del fondo de reserva de las pensiones

A pesar de que el objetivo de su creación fue “constituir reservas”, como decía el expresidente español Mariano Rajoy (PP), solo entre 2011 y 2013 se sacaron más de 13.000 millones de euros. No fue hasta 2015 que se definió, a través de la ley general de la Seguridad Social, bajo qué condiciones se podía sacar el dinero de la hucha. El hecho es que con la crisis bajaron mucho los ingresos, porque aumentó el paro, y subió el gasto en ayudas sociales a la población, que sufragaba la Seguridad Social. “Se tensionó mucho el sistema”, comenta Guillén, que pone encima de la mesa que el escenario actual sería muy diferente si todas las prestaciones que no estaban vinculadas a las cotizaciones se hubieran sufragado con dinero proveniente de los presupuestos. 

Por todo ello, ¿los baby boomers cobrarán pensión? “Sí, la duda es saber cuánto cobrarán”, apunta Oliver. En España el sistema de pensiones es de reparto y esto quiere decir que con las cotizaciones actuales, es decir, con lo que se ingresa, se pagan entre otras las pensiones vigentes. “Si bien tenemos un fondo de reserva pensado como un fondo de pensiones parecido al de los países nórdicos, lo utilizamos en gasto corriente”, ejemplifica Guillén. 

Partiendo de esta premisa, pues, la principal dificultad es que el mercado laboral actual no tiene nada que ver con el de antes de la crisis financiera. No solo es una cuestión demográfica, sino también de calidad del trabajo: hay más precariedad y más paro. Las soluciones que se están buscando son diversas. Una de las medidas de la futura reforma de las pensiones incluye, precisamente, retirar de la caja de la Seguridad Social los llamados “gastos impropios”, es decir, los no contributivos, y vincularlos a las cuentas públicas.

Otra propuesta es que la Seguridad Social vuelva a reservar dinero. De hecho, el ministerio de Inclusión y Seguridad Social ha planteado aumentar las cotizaciones durante diez años para volver a nutrir el fondo de reserva y sufragar así el gasto sobrevenido a partir de 2030, cuando se calcula que la generación más numerosa se empezará a jubilar. Si, a pesar de todo, dentro de unos años no es suficiente, el ministerio también abriría la puerta a buscar otras salidas, todavía por concretar, como por ejemplo tocar el gasto, a través por ejemplo de incentivar la vida laboral.

Futuro incierto

La catedrática de la UB ve complicado volver a una reserva como la del año 2011, “pero no imposible si baja el paro y mejoran las cotizaciones”. Hace tiempo que algunos países han empezado a encaminarse hacia un sistema mixto de reparto y ahorro, es decir, que una parte del dinero de los trabajadores se guarde para la propia pensión, lo que se llama sistema de capitalización. “¿Pero en España, con los sueldos actuales, todo el mundo tiene la capacidad de ahorrar?”, se pregunta Guillén. “Ahora mismo es una utopía”, se responde.

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