Cierra Buo, el supermercado online "de los grandes descuentos"
La plataforma detiene su actividad y suspende pagos asegurando que "el modelo no es sostenible"
BarcelonaBuo, el supermercado online más barato, baja la persiana. Según ha podido saber el ARA, la plataforma, que nació hace apenas dos años de la mano de Borja Solé, Rubén Vilar y Carlos Costa, ha anunciado a sus clientes que Buo ya no está operativo. "Después de un exhaustivo proceso de evaluación, no hemos podido identificar una ruta sostenible para poder mantener la operativa y proporcionar al mismo tiempo el nivel de servicio que nuestros clientes esperan y merecen", explican en un comunicado. La empresa ha suspendido pagos.
Se presentaban como la plataforma "anti comercio rápido" –el modelo de entregas en menos de 30 minutos– primero con una propuesta de compra en grupo que prometía a los usuarios una reducción de hasta el 30% del precio de la cesta, además de mayor margen para las marcas proveedoras. Luego viró hacia la compra individual, ofreciendo productos que eran excedentes de marcas por lo que, antes de que acabaran en la basura, se rentabilizaban vendiéndose a un precio más bajo a los consumidores.
Sin embargo, el sistema no ha funcionado. En una conversación con el ARA, el cofundador Borja Solé explica que "era un modelo demasiado complicado operativamente, y los números no salían". "Intentábamos competir en precio con Mercadona o Lidl, y eso es muy difícil porque tienen una marca blanca muy barata", explica Solé.
Inversores
La propietaria de Buo es Rounded Technologies, liderada por los propios cofundadores de la plataforma, y que ya fue el embrión de otra plataforma, Pulpo, una aplicación para compartir suscripciones a otras plataformas, pero también detuvo su actividad. El año pasado, Buo cerró una ronda de inversión de 2 millones de euros liderada por el fondo Mangrove Capital Partners e inversores reconocidos como Oscar Pierre (Glovo), Dídac Lee (Galdana Ventures) o Inés Urés (IRIS Ventures), así como un acuerdo operacional estratégico con Glovo.
"Nos ha pasado lo que ya les ocurrió a modelos similares como Gorila o Getir; con un modelo así es muy complicado llegar a economías de escala que salgan a cuenta", explica Solé. "Los gastos de enviar los paquetes eran mucho más altos que el margen que se podía sacar", dice. Hasta ahora, Buo contaba con más de 50 puntos de recogida en Barcelona y tenía sobre la mesa empezar la expansión en Madrid, pero la actividad se ha detenido antes.