Crónica

¿Qué piensan de la IA los empresarios catalanes?: "La responsabilidad de las decisiones será de las personas"

Grandes ejecutivos debaten sobre el uso de esta tecnología en sus compañías en la Jornada de los Economistas

Oriol Amat, Inka Guixà, Joan Font y José Rodríguez Pousa
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Barcelona"La responsabilidad de las decisiones será de las personas". Éste es el punto de vista de Joan Font, fundador y presidente del Grupo Bon Preu, sobre la inteligencia artificial (IA). "Las decisiones empresariales deben ser de los humanos, eso no podemos delegarlo", ha dicho Inka Guixà, consejera delegada de La Farga. Así lo han dicho en la Jornada de los Economistas, que se celebró este jueves en Barcelona, ​​durante una mesa sobre estrategias en la era de la inteligencia artificial. También ha participado el consejero delegado de Sercotel, José Rodríguez Pousa, y lo ha moderado el exdecano del Colegio de Economistas de Catalunya Oriol Amat.

Todos ellos ven ventajas en el uso de la inteligencia artificial y la utilizan; sobre todo la predictiva, más que la generativa. En la mesa se han comentado algunos ejemplos concretos. Rodríguez Pousa ha explicado que gracias a la IA se puede saber, con un 95% de certeza, cuántos clientes anularán una reserva a un mes vista. Esto, ha dicho, permite por ejemplo a un hotel de 100 habitaciones vender 120, con la certeza de que no habrá overbooking. Font, por su parte, ha explicado que la IA permite controlar los precios de 30.000 referencias de 10 competidores en las estanterías de sus supermercados, algo que sería imposible hacer humanamente. También, ha añadido, permite reducir el desperdicio alimentario en la venta de productos frescos. La pérdida desconocida o el desperdicio supone 2,5 millones de euros en un grupo que factura 2.500 millones al año. "Cada centésima [de producto no perdido] es mucho dinero que va a la última línea de la cuenta de resultados", ha dicho el empresario.

Sin embargo, todos han mostrado cautela sobre el uso de la inteligencia artificial. "Debemos controlar esta IA, qué queremos que haga y cómo queremos que lo haga", ha dicho Guixà. Pero si bien ha habido entendimiento sobre los riesgos de la inteligencia artificial, no ha ocurrido lo mismo con los geopolíticos. Guixà destacó que su empresa, en un mercado global, está sometida a estas amenazas, y puso el ejemplo del impacto en los precios por la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. También al consejero delegado de Sercotel le preocupa la geopolítica. Cuando Hamás atacó a Israel el 7 de octubre del año pasado, las reservas en los hoteles de Canarias se dispararon. Font, en cambio, lo tiene claro: "En temas geoestratégicos no perdemos ni cinco minutos, lo que debemos hacer es que funcione la empresa".

Falta de talento

Y en un debate tan tecnológico, la queja de los tres ha ido por otros caminos. "No encontramos gente para trabajar", ha dicho Font. Guixà no dudó del papel pasivo de Europa ante la fuerte competencia mundial, mientras que Rodríguez Pousa apostó por la tecnología, al tiempo que destacó que "la productividad de Estados Unidos es superior a la de Europa y la brecha cada vez es mayor".

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