Scopely redobla la apuesta por Barcelona con una inversión de 13,5 M€

BarcelonaTodo empezó con un equipo de cinco trabajadores en un espacio de cotrabajo y ahora ya son 700. La empresa de videojuegos estadounidense Scopely se instaló en la capital catalana en 2017, después de visitar varias ciudades europeas, para establecer su sede tecnológica. "Donde más nos ayudaron fue en Barcelona", ha dicho este lunes el coconsejero delegado de la multinacional Javier Ferreira, en la inauguración de su nueva sede.

Desde entonces se les han ido quedando pequeñas las diferentes oficinas que han ido alquilando y acaban de estrenar las cuartas, con 8.500 m² en pleno 22@, que duplican la superficie que tenían hasta ahora. Tras una inversión de 13,5 millones de euros, consolidan a la ciudad como el principal centro de la compañía en Europa. "Cuando arrancó el proyecto nunca pensamos que llenaríamos todo ese espacio, y ahora sufrimos por si se nos queda pequeño", añade Ferreira.

Scopely es el nombre detrás de juegos de teléfono móvil como Monopoly GO!, Scrable GO, Stumble Guys y Star Treek Fleet Command. Recientemente ha comprado Niantic, el estudio de la creadora de Pokémon GO!. Con centros en Barcelona y Sevilla, se ha convertido en la mayor empresa de videojuegos de España, donde concentra un millar de empleados, y quiere contratar a otros 50. Nacida en 2011 en California y con casi 3.000 trabajadores, en Europa también tiene oficinas en Dublín, Dundee y Londres.

"Barcelona es una pieza clave para la empresa. Es donde más estamos creciendo más", remarca el directivo. Desde aquí se operan algunos de estos videojuegos y se desarrollan nuevos, un proceso que dura entre tres y cuatro años y puede llegar hasta los siete años, como ocurrió con su versión del tradicional Monopoly. Las oficinas barcelonesas acogen también la sede global de la plataforma tecnológica y de la agencia de marketing de la multinacional. Con la mitad de la plantilla internacional, de más de 100 nacionalidades, desarrolladores, ingenieros y artistas se mezclan en la sede del 22@.

La descarga de los juegos que comercializa Scopely es gratuita. Los ingresos de la compañía provienen de las funciones premium que pueden comprar los clientes para poder jugar mejor y de la publicidad que les aparece durante las partidas. Su público abarca todas las edades y han logrado que haya más mujeres. Aspiran a que los jugadores se conecten cada día y prefieren que no se harten de jugar muchas horas sólo una vez. "Ganamos por un uso sosegado, habitual ya largo plazo", explica Ferreira. Scopely no tiene por ahora un comité de ética para evitar comportamientos nocivos entre sus usuarios, como un consumo excesivo que puede derivar en adicción.

Barcelona hace tiempo que se reivindica como uno de los principales hubs de desarrollo de videojuegos. Según la teniente de alcaldía de Promoción Económica y Empleo, Raquel Gil, esta industria cuenta con más de 200 estudios y emplea a más de 4.600 trabajadores. "Scopely es un camino de éxito", ha dicho el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, también presente en la inauguración de este lunes de las nuevas oficinas.

Aunque España hace una contribución muy importante para el grupo en términos de desarrollo de tecnología y empleados, no es tan relevante en lo que se refiere a la facturación. Estados Unidos y los países europeos son los grandes mercados de Scopely. Comprada por el grupo Savvy Games –propiedad del fondo soberano de Arabia Saudí–, la multinacional registró unos ingresos de 3.000 millones de dólares (cerca de 2.600 millones de euros al tipo de cambio actual) el pasado año. Con los videojuegos como producto estrella del sector del entretenimiento, Scopely seduce a unos 500 millones de jugadores anuales, muchos de los cuales consumen durante más de un año.