Biotecnología

La 'startup' Dan*na inicia la producción industrial de bioplástico

La compañía barcelonesa producirá material biodegradable para sectores como el médico o la electrónica

Xavier Marin, consejero delegado y fundador de Danna Artificial Nature
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BarcelonaCuando se investiga, uno de los pasos más complicados es la producción industrial de lo validado en el laboratorio. La start-up Dan*na ha llegado a esta fase después de haber sido un año comprobando que era posible. "En el laboratorio todo sale bien; el reto viene cuando ganas volumen porque debe ser viable técnica y económicamente", resume el cofundador y consejero delegado de la compañía, Xavier Marin. Con sede en el Parque Científico de Barcelona (PCB), la empresa emergente empezará a fabricarse en grandes cantidades bioplástico, una alternativa más sostenible que los plásticos convencionales como el polipropileno o el polietileno.

Dan*na prevé fabricar 300 toneladas anuales de material biodegradable realizado a partir de fuentes renovables como el ácido láctico –presente en el cuerpo humano cuando aparecen las agujetas musculares– en lugar del petróleo, el origen de casi todos los plásticos. Lo hará desde un parque químico de Leverkusen (Alemania), muy cerca de sus principales proveedores. Esta es una muestra de las debilidades del sistema de investigación catalán, productor de mucho conocimiento que no encuentra el camino para superar las probetas y producir a mayor escala localmente. La externalización es una primera etapa para ver cómo responde el mercado y validar la propuesta. "Más adelante, nos gustaría producir en casa", remarca Marin.

El bioplástico de esta compañía catalana, validado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), puede utilizarse para implantes médicos, como ya se ha probado en el Hospital Vall d'Hebron en la regeneración de cartílagos y huesos. También se utiliza en cremas solares para evitar el uso de microplásticos. Pero el sector que Dan*na quiere liderar es el de la electrónica, donde su material puede incluirse en pantallas y sensores, pero también en las alarmas de las etiquetas de ropa. Tiene a favor su origen sostenible en vez del de los demás competidores, así como características del material como su resistencia a altas temperaturas y flexibilidad.

Beneficios en dos años

Hasta ahora, Dan*na ha captado más de tres millones de euros. El pasado año cerró su primera ronda de financiación por un millón de euros, liderada por BeAble, gestora de fondos especializada en tecnologías deeptech. Anteriormente, había captado subvenciones para alimentar a toda su investigación de administraciones como la Generalitat o el gobierno español. Con una plantilla de siete trabajadores, seguirá probando nuevos usos de su bioplástico.

Nacida en 2017, su producto se patentó a escala internacional en 2023, con su formulación protegida en Europa, Estados Unidos, Canadá, China, Japón y Corea del Sur, pero los clientes se concentran hoy por hoy en países europeos como Finlandia, Alemania o los Países Bajos. Después de haber registrado pequeños ingresos en los últimos años, provenientes de pruebas de concepto del producto, la empresa de bioingeniería prevé registrar unos ingresos de medio millón de euros el próximo año y conseguir beneficios hacia 2027.

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