El caso Jubany, a la espera de la justicia

Hace tantos años que la familia de Helena Jubany, bibliotecaria y periodista mataronense asesinada en el 2001 en Sabadell, reclama justicia por su muerte, que no son raras las muestras de alegría de este viernes a las puertas de los juzgados de Sabadell. La jueza que lleva el caso decretó prisión provisional para el principal sospechoso según la familia, el abogado criminalista Santi Laiglesia, conocido por la víctima y pareja de otra conocida, Montse Careta, que fue la principal sospechosa en el primer momento, ya que fue desde la azotea de su casa que lanzaron el cuerpo de la víctima. La ropa de Jubany, que ha sido clave para la investigación, estaba plegada en la azotea, ella estaba en semicoma por la ingesta de benzodiacepinas y su cuerpo fue hallado desnudo, con quemaduras y desfigurado por culpa de la caída. Careta, sin embargo, se suicidó en prisión en el 2002 y en ningún momento dejó de insistir en su inocencia. Laiglesia y el otro investigado ahora al caso, Xavier Jiménez, fueron encausados ​​al inicio, pero finalmente no hubo pruebas incriminatorias suficientes y el caso se archivó en el 2005.

En el 2020, sin embargo, después de que la familia consiguiera un caso mediático y ayudada por la prensa programa de Crímenes con mucho eco–, se logró reabrir el caso poco antes de que prescribiera. Empezó de nuevo una investigación que ha llevado al encarcelamiento provisional de Laiglesia, que ayer se negó a declarar ante la juez, algo que, según la acusación, le ha acabado yendo en su contra. Pero la principal prueba era genética. Con el paso de los años han mejorado mucho las pruebas genéticas forenses y esto ha permitido encontrar ahora rastros de ADN de Laiglesia en el jersey que llevaba la víctima ese día. En el momento inicial de la investigación, él había negado que la hubiese visto los días antes. Pero los restos de ADN, sumados a otros indicios y pruebas, han hecho que se haya convertido en el principal sospechoso del crimen, en el que según la instrucción también pudo participar Xavier Jiménez, de momento en libertad provisional.

Las razones exactas detrás del crimen se desconocen, y cabe esperar que durante el juicio aparezcan. Esto es, precisamente, lo que quiere saber la familia, que lleva 24 años buscando conocer la verdad. Y no sólo por la muerte de Jubany sino también por la de la otra víctima, ya que también la familia de Careta lleva tiempo reclamando justicia y conocer de verdad lo que pasó. Se quejan de la lentitud de los procedimientos, con razón, y habrá que ver qué ocurre finalmente con la sentencia. Pero su empuje y la pericia del abogado Benet Salellas han logrado reabrir la causa y llevar a su principal sospechoso a juicio. El caso Jubany está más cerca de llegar a su fin.