El Círculo y el reto de la productividad
En un momento de máxima incertidumbre por la guerra comercial auspiciada por Donald Trump, la variable clave que decidirá el futuro económico de los distintos países será la productividad. Es por este motivo que debe valorarse muy positivamente la iniciativa del Círculo de Economía de poner en marcha un think tankenfocado específicamente a realizar propuestas para mejorar la competitividad y la productividad de la economía catalana. La Iniciativa por la Productividad y la Innovación (IPI) se regirá a través de un consejo asesor independiente liderado por el economista y profesor del IESE Xavier Vives y formado por expertos y profesionales del ámbito económico, industrial y académico, como Teresa Garcia-Milà, Oriol Aspachs (CaixaBank), Pepe Agell (Pear VC), Pau Relat (MAT Holding), Xavier Ferràs (Esade) y Miquel Puig, entre otros. El objetivo es realizar primero un análisis riguroso que permita después plantear propuestas concretas que tengan un impacto real.
Esta iniciativa coincide con las optimistas previsiones económicas del servicio de estudios de la Cámara de Comercio de Barcelona, que apunta a que Cataluña crecerá este 2025 a un ritmo del 2,7% (una décima por encima de lo que el gobierno español calcula para el conjunto del Estado). Sin embargo, lo importante del informe presentado este martes no es tanto la cifra como la constatación de que la economía catalana está dando pasos para cambiar el modelo productivo y apostar por sectores de alto valor añadido. "Tenemos la oportunidad histórica de hacer de Catalunya una economía robusta y dinámica", declaró el presidente de la Cámara, Josep Santacreu, en la presentación del informe trimestral de coyuntura económica.
En el informe se apunta, por ejemplo, a un crecimiento de la competitividad de la industria catalana que se traduce en un aumento del valor de cada tonelada de bienes destinados a la exportación. El sector de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), en el que Cataluña destaca dentro del Estado, es uno de los que lideran las ventas en el extranjero. Ésta es una magnífica noticia.
Ahora bien, todo esto se está haciendo con déficits evidentes en muchos ámbitos, como en el de las infraestructuras y en el de la educación, donde se echa de menos un mejor nivel en matemáticas y en general más gente formada con carreras técnicas o FPs especializadas. La Cámara también señala la excesiva burocracia como uno de los frenos actuales a la actividad económica.
El caso es que ya contamos con un diagnóstico esmerado de los puntos fuertes y débiles de la economía catalana, que si algo ha demostrado en los últimos años es una capacidad de resiliencia notable ante todo tipo de obstáculos. A pesar de los discursos catastrofistas que tanto han frecuentado en los últimos años, quizás haya llegado la hora de reconocer que Cataluña tiene unos buenos fundamentos para dar el salto que se necesita para acabar de dar la vuelta al modelo económico y no depender tanto de sectores como el turístico. Ahora sólo hace falta que administraciones y sector privado se alineen en este objetivo y empiecen a trabajar conjuntamente.