Lección de las víctimas frente a un Mazón acabado

La ceremonia de estado para honrar a las víctimas de la dana ha conseguido lo que raramente ocurre en un acto de este tipo, y es que han sido precisamente las víctimas las que han marcado el tono y han dejado los mensajes que querían dejar. Primero con unos gritos contra la presencia de Carlos Mazón que pudieron escucharse con toda claridad y que representaron, ante toda la opinión pública española, el fin político del presidente valenciano. Y, en segundo lugar, con unos discursos emotivos de tres familiares de víctimas que han dado el tamaño exacto de la magnitud de la tragedia.

Lo que Mazón parece no acabar de entender –tampoco Alberto Núñez Feijóo– es que su sola presencia, como responsable máximo de un dispositivo de seguridad que falló de forma estrepitosa ese día, es una herida abierta que impide a las víctimas pasar página y empezar a hacer el duelo con normal. La rabia de las víctimas es comprensible desde el momento en que deben levantarse cada día con nuevas noticias sobre la actuación de su presidente el fatídico 29 de octubre de 2024, y comprobando, jornada tras jornada, que existe una voluntad explícita del gobierno valenciano de esconder información relevante.

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La lección de dignidad que han ofrecido las víctimas este domingo contrasta con las maniobras de las autoridades valencianas para dificultar al máximo a la juez de Catarroja que investiga el caso el esclarecimiento de los hechos, bien sea escondiendo vídeos comprometedores o bien simplemente negándose a comparecer voluntariamente como testigo. Evidentemente, el gobierno español también tiene responsabilidades en la sensación de abandono que sufrieron los afectados en los días posteriores a la dana, pero es evidente que la dimisión de Mazón es una condición sine qua non de las víctimas para poder recuperar cierta normalidad.

En cambio, la insistencia de Mazón en perpetuarse en el cargo y en hacer ver que nada de lo que ocurrió ese día era competencia suya es un insulto a la ciudadanía ya la misma idea de democracia. La juez deberá esclarecer si ha habido responsabilidades penales en la gestión de la dana, pero la responsabilidad política debe asumirla Mazón en primera persona. Él mismo ha admitido en una declaración institucional que "las cosas podrían haberse hecho mejor". ¡Por supuesto, que podrían haberse hecho mejor! Por ejemplo, si el presidente de la Generalitat hubiera sido desde primera hora de la mañana, cuando se declaró la alerta roja en zonas de la provincia de Valencia, al frente de los gabinetes de crisis correspondientes y no siguiendo con su agenda como si tal cosa. Porque si algo ha quedado claro con la instrucción de la juez es que la mayoría de víctimas habrían podido salvarse con una alerta y un paro general de la actividad a primera hora de la tarde.

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La muerte de un ser querido siempre es traumática, pero es muy difícil superar el trance cuando se piensa que quizás fue una muerte evitable. Y que los que podrían haberlo evitado están allí mismo, ocupando los mismos despachos que ese día.