Un voto que coloca a Podemos junto al PP y Vox
Por último, Podemos no ha rectificado y ha anunciado que votará en contra del traspaso de competencias sobre inmigración a Catalunya pactado entre el PSOE y Junts. Así pues, los lilas votarán junto al españolismo más rancio, el de PP y Vox, contra una medida que aumentaría el autogobierno catalán y acercaría la gestión de tan delicada cuestión a las instituciones que trabajan más sobre el terreno. La excusa de Podemos es que en el preámbulo de la norma se afirma que la inmigración es un fenómeno que puede suponer "un riesgo para la convivencia y la cohesión social", una afirmación que consideran "racista".
Más allá del acierto o no de esta frase, sin embargo, lo cierto es que Podemos utiliza este voto contrario en un sentido doble. Por un lado polariza con Junts y gana perfil mediático, y por otro desgasta el ejecutivo de Sánchez atacando su eslabón más débil, que es la formación de Carles Puigdemont. A nadie se le escapa que la formación de Ione Belarra e Irene Montero está en guerra contra el ejecutivo de izquierdas y presiona para que exista un adelanto electoral, un objetivo que paradójicamente comparte con el PP y Vox, que según las encuestas serían los partidos que sumarían mayoría ahora mismo.
Podemos, pues, ha decidido hacer táctica política con esta cuestión. Y aunque quieran justificarlo con la defensa de los derechos de los inmigrantes, en última instancia están privando a Cataluña de su derecho a desarrollar una política de acogida propia, al igual que el traspaso de las prisiones ha permitido implantar una política penitenciaria diferente a la del conjunto del Estado. Porque aunque este traspaso haya sido pactado por Junts, debe ser la Generalitat quien lo implante. ¿Por qué la política migratoria debe seguir decidiendo exclusivamente desde Madrid? ¿Qué pasará cuando haya un gobierno español formado por PP y Vox? Se puede seguir considerando ¿Podemos un partido catalanista cuando vota en contra de más autogobierno para Cataluña?
En este sentido, resulta lamentable que algunas entidades que han trabajado a favor de los derechos de los inmigrantes, como SOS Racismo, se hayan alineado con Podemos en esta cuestión y en contra de la postura del PSC, Junts, ERC, Comuns y CUP. Otros se han desmarcado y ponen el acento en lo importante, que es la orientación de las políticas, dando por hecho que siempre es mejor que se gobierne desde la proximidad. Cataluña, además, por su realidad lingüística y cultural, necesita tener herramientas para hacer políticas de integración y cohesión que garanticen que la inmigración no pone en peligro su propia identidad.
Este episodio debe servir también para que Junts entienda que no basta con pactar con el PSOE, y que debe mantener una buena relación con todos los partidos de la investidura si quiere que sus iniciativas salgan adelante. Porque al fin y al cabo Podemos hará lo mismo que ellos hicieron con la ley sobre la reducción de la jornada laboral.