Moda

Larga vida al textil: cómo reutilizar y reciclar el textil en Cataluña

Alargar la vida de la ropa, reutilizarla correctamente y gestionar bien el residuo cuando ya no se puede utilizar son pasos clave para reducir el impacto ambiental del sector

28/12/2025

La industria de la moda es uno de los sectores con mayor impacto ambiental y climático a escala global. Cada año se venden en el mundo cerca de 100.000 millones de prendas, y el consumo textil es uno de los más intensivos en uso de materias primas, agua y emisiones de gases de efecto invernadero.

En las últimas dos décadas, la ropa se ha convertido en un producto de consumo ultrarrápido. En líneas generales, se compra de forma impulsiva, se utiliza rara vez ya menudo se descarta prácticamente nueva, sin tener en cuenta las consecuencias ambientales, sociales y económicas. En Cataluña, cada persona compra de media unos 25 kilos de ropa al año, pero sólo un 13% del textil se recoge de forma selectiva.

El problema es que la ropa no desaparece. La mayoría de las piezas que se descartan terminan en el vertedero o son incineradas. Una imagen gráfica resume la situación: cada segundo se quema o se entierra un camión de ropa en el mundo.

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Alargar la vida de la ropa, reutilizarla correctamente y gestionar bien el residuo cuando ya no se puede utilizar son pasos clave para reducir el impacto ambiental del sector. Por eso, la Agencia de Residuos de Catalunya quiere ofrecer información clara, práctica y ordenada para que la ciudadanía sepa qué hacer con la ropa que ya no utiliza y qué recursos tiene a su alcance, con una idea clara: la ropa no es un residuo cualquiera, sino un valioso recurso al que se pueden dar segundas oportunidades.

1.

Recursos concretos y útiles sobre reutilización y reciclaje textil

Cuando una prenda ya no se utiliza, la forma en que se gestiona marca la diferencia. En Cataluña existen varios circuitos de recogida y tratamiento del textil que permiten reutilizar o reciclar las prendas, pero para que el sistema funcione correctamente es clave saber dónde llevar la ropa y en qué condiciones.

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Dónde llevar la ropa que ya no utilizamos

En Cataluña existen diferentes canales para gestionar correctamente la ropa que ya no utilizamos:

  • Contenedores específicos de ropa usada (habitualmente de color naranja), destinados a la recogida selectiva del textil.
  • Puntos limpios municipales, tanto fijos como móviles, especialmente indicados para prendas muy deterioradas o para textiles del hogar.
  • Circuitos de reutilización, como tiendas de segunda mano con servicio de recogida, proyectos sociales o campañas y acciones puntuales en los municipios (puerta a puerta).

¿Qué entendemos por residuo textil?

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Se considera residuo textil:

  • Ropa de vestir: prendas de hombre, mujer e infantil, ropa íntima, uniformes o vestuario laboral.
  • Ropa del hogar: toallas, sábanas, cortinas, trapos y otros textiles no voluminosos.
  • Calzado: siempre emparejado y bien atado con cordones o cinta.
  • Complementos: bolsos, cinturones, gorras, guantes, entre otros.

Estas piezas pueden estar rotas, desgastadas, sin botones y con agujeros.

¿En qué condiciones se debe depositar la ropa?

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Para facilitar la reutilización o reciclaje, es importante que la ropa se deposite:

  • Limpia y seca, y sin restos de pinturas, grasas o productos químicos.
  • Dentro de un bolso bien cerrado, con una capacidad máxima de 30 litros.
  • En el interior del contenedor: nunca se deben dejar bolsas en el suelo.

¿Y los textiles voluminosos?

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Las prendas voluminosas, como alfombras, nórdicos u otros textiles grandes, no deben depositarse en los contenedores de ropa. En estos casos, es necesario llevarlos al punto limpio o contactar con el servicio de recogida del municipio.

¿Qué se hace de la ropa que recogemos?

La ropa que se deposita en los contenedores de recogida selectiva no se pierde: tiene distintas salidas en función de su estado. La reutilización es la vía principal del sistema. De hecho, 4 de cada 10 prendas recogidas (42%) se destinan a la reutilización a través de circuitos internacionales, que permiten alargar su vida útil.

Asimismo, cerca de un 19% del textil recogido se vende a través de tiendas de segunda mano en Catalunya, lo que contribuye a fomentar un consumo más responsable y de proximidad. Otra parte significativa, en torno al 32%, se comercializa sin triaje previo, un ámbito en el que se está trabajando para mejorar la trazabilidad y la gestión del textil.

El reciclaje textil, aunque todavía representa una parte menor del total, va creciendo progresivamente y permite transformar la ropa que no puede reutilizarse en nuevos materiales. Sólo una pequeña parte del textil recogido no es aprovechable y debe gestionarse como residuo final.

2.

Iniciativas y proyectos de economía circular en Cataluña

La economía circular aplicada al textil apuesta por alargar la vida de la ropa y aprovechar mejor los recursos, más allá del reciclaje final. En Cataluña, este enfoque ya se concreta en iniciativas que trabajan para reducir el residuo textil y dar nuevas oportunidades a las prendas que se descartan.

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Una parte importante de estos proyectos está impulsada por entidades sociales, que combinan la recogida y reutilización de ropa con programas de inserción laboral. A través de la clasificación y venta de piezas de segunda mano, contribuyen a reducir residuos y generan impacto social en el territorio.

Asimismo, en los últimos años han surgido otros modelos de economía circular como talleres de reparación, iniciativas de reutilización creativa, tiendas de segunda mano, mercados de intercambio locales o plataformas digitales que facilitan la reutilización entre particulares. Esta diversidad de propuestas muestra que la circularidad del textil forma ya parte del día a día de muchas personas, desde el ámbito comunitario hasta el digital.

En conjunto, estas iniciativas evidencian que la gestión del residuo textil no depende sólo del reciclaje, sino de un amplio ecosistema de proyectos que refuercen la economía local y promuevan un consumo más responsable.

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3.

Buenas prácticas de consumo para reducir los residuos textiles

La mejor forma de reducir el impacto ambiental del sector textil es evitar que el residuo se genere previamente. Por eso, las decisiones que se toman antes, durante y después del uso de la ropa desempeñan un papel clave en la gestión del residuo textil.

  • Consumo más consciente. Antes de comprar, es importante cuestionar la necesidad real de la prenda y priorizar criterios como la calidad, el diseño, la durabilidad y la versatilidad. Optar por ropa que pueda tener una vida larga y varios usos ayuda a reducir el volumen de prendas que se descartan en poco tiempo.
  • Cuidarlos, mantenerlos y repararlos. Durante su uso, pequeñas acciones cotidianas pueden alargar significativamente la vida de la ropa. Lavar sólo cuando es necesario, hacerlo a bajas temperaturas, evitar el uso excesivo de secadora y reparar las piezas antes de sustituirlas son prácticas que reducen el impacto ambiental y el consumo de recursos.
  • Nuevas oportunidades. Cuando una pieza ya no se utiliza, la reutilización debe ser siempre la primera opción. Dar, intercambiar con familiares y amigos o vender la ropa en buen estado en plataformas de compraventa digitales permite alargar su vida útil. Sólo cuando la reutilización ya no es posible es necesario depositarla correctamente en los circuitos de recogida selectiva para facilitar su reciclaje.

Estas buenas prácticas contribuyen no sólo a reducir el residuo textil, sino también a fomentar un consumo más consciente y responsable alineado con los principios de la economía circular.

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