Las 5 tendencias que hemos visto en el 080 (y que veremos en la calle)
Recopilamos lo que hemos visto sobre la pasarela catalana que puede marcar la pauta de la moda que vendrá
Los looks blancos, negros y los que combinan estos dos colores han sido una de las tendencias más vistas en la 080. Gau, la marca del diseñador uruguayo Sergio Gau; Natalie Chandler, diseñadora belga afincada en Barcelona; las diseñadoras Zoe Oms y Carlota Barrera, y las marcas Acceptance letter y Doblas han apostado por el negro y el blanco en sus colecciones. Colores básicos, sinónimo de elegancia y sobriedad, que en la pasarela hemos visto en trajes desestructurados, en transparencias, con tejidos como el cuero, prendas oversize y otros que resaltan las siluetas.
Los trajes festivos, espectaculares, para grandes celebraciones vuelven con fuerza en colecciones femeninas que reivindican a mujeres empoderadas a través de prendas únicas, que destacan y no pasan nunca desapercibidas. Lo hemos visto en la nueva colección de Lola Casademunt by Maite, una marca especialista en vestir a mujeres que no quieren ser discretas, y también con las prendas de la sevillana Inma Linares, diseñadora que viste celebrities como Cristina Pedroche y Blanca Suárez, con unas propuestas con aires de alta costura para vestir a las protagonistas de cualquier fiesta.
Otra de las tendencias que veremos la próxima temporada son las transparencias. Los tejidos que dejan entrever la silueta son ideales para la temporada primavera-verano, y en la pasarela los hemos visto sobre todo en camisas ligeras y vestidos vaporosos, tal y como proponen marcas como Simorra y Doblas o las diseñadoras Carlota Barrera y Nathalie Chandler, que juegan también con colores vivos y estampados. Son propuestas que nos sirven para el día a día, pero que combinadas con prendas más formales también valen para ocasiones festivas.
La moda siempre ha desempeñado un papel fundamental en los movimientos culturales y sociales: desde la rebelde subcultura punk de los años sesenta hasta colecciones inspiradas en el movimiento Black Lives Matter. Los diseñadores alinearon a menudo causas como la justicia racial, el feminismo y la defensa del medio ambiente con mensajes potentes sobre la pasarela. Esta edición del 080 ha contado con numerosas propuestas que han puesto el foco en la sostenibilidad, como el desfile de 080 Reborn, creado íntegramente con ropa recuperada. También se han visto propuestas en defensa de las disidencias sexuales y de género, como las de Aleixandri Studio y Dominnicoo los diseños autodenominados preppy-punk de Outsiders Division, que enlazan subcultura y pop mediante el uso libre del color y la imaginación.
En la pasarela catalana, marcas como Dominnico, Benavente, Doblas, Aleixandri Studio, Carlota Barrera y Acromatyx han presentado colecciones en las que se desdibujan los límites entre masculino y femenino con piezas de todo tipo que rompen estereotipos. Una tendencia que se centra en diseños versátiles, neutros y adaptables a cualquier cuerpo, rompiendo con las normas sociales que vinculan piezas específicas a géneros. Poco a poco, la moda sin géneros está dejando de ser una transgresión para convertirse en un movimiento consolidado tanto en la industria como en la cultura popular.
El 080 se despide de Sant Pau con un final de fiesta con 080 Reborn y Custo Barcelona
Más de una década después de que el recinto modernista de Sant Pau acogiera por primera vez el 080, este viernes se han celebrado los últimos desfiles, que han puesto punto y final a la 36ª edición de la pasarela barcelonesa, la última que se celebrará en el emblemático espacio diseñado por Domènech i Montaner. "Ha quedado pequeño. Para nosotros es importante que pueda venir el máximo público. Siendo de la ciudad, la gente se involucra mucho y ahora el potencial de la convocatoria estaba infravalorado", aseguraba Custo Dalmau, uno de los cabezas de cartel de este viernes.
La pasarela catalana escogió este emplazamiento en el verano de 2014 y volvió en 2017 coincidiendo con la celebración de su 20ª edición. Según fuentes de la organización, la próxima edición de primavera se celebrará en un espacio que ya está decidido, pero todavía no se ha oficializado su acuerdo. "No tengo ninguna preferencia para la nueva localización, cualquier sitio que tenga capacidad va bien", añadía el diseñador barcelonés.
La edición de este año ha contado con 11.000 visitantes, con la participación de casi 1.000 profesionales acreditados entre periodistas y creadores de contenidos.
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Las colas de esta semana en los jardines del recinto modernista para hacerse un hueco en los desfiles han evidenciado los problemas de espacio y el creciente interés hacia la pasarela catalana, especialmente entre los jóvenes, muchos de ellos estudiantes de diseño. Este viernes, desde primera hora de la mañana, el público ya esperaba para entrar en el desfile de Acceptance Letter, el primero de la jornada. La marca del diseñador coreano Jea Kyong ha debutado en la pasarela catalana con una colección de piezas de larga duración hecha con materiales reciclados y orgánicos.
Un desfile singular
A las doce y media ha sido el turno de uno de los desfiles más singulares e innovadores de la semana, la cuarta edición del 080 Reborn, una propuesta con la mirada estilística de Fermin + Gilles –formado por los estilistas Fermin Serret y Gilles Saint Martin– con ropa procedente de varias tiendas de segunda mano y de plantas de clasificación de residuos textiles. "El 95% de las piezas del desfile provienen de la ciudad de Barcelona y Cercanías. De tiendas de formación y trabajo, Humana Solidança, los Encants y locales del Raval, Portaferrissa, el Born o Gràcia. Tienes que hacer muchos viajes, porque continuamente van sacando piezas nuevas", explicaba Serret.
El resultado ha sido una colección con una primera parte inspirada en la literatura que fusiona el gótico victoriano con una rebelión moderna y una segunda centrada en los años sesenta, reinterpretando a la alta sociedad con una mirada sostenible y consciente. Una de las sorpresas ha sido ver hacer de modelo al actor Carles Francino, encargado de cerrar el desfile. "Con esta cuarta edición hemos consolidado esta iniciativa única. No hay ninguna otra semana de la moda en el calendario internacional en la que se creen auténticos looks pasarela a partir de piezas únicas rescatadas y reutilizadas", aseguraba Serret.
Según la directora del Área de Economía Circular de la Agencia de Residuos de Cataluña, Pilar Chiva, proyectos como éste ayudan a transformar la visión de la reutilización de tejidos por parte de la sociedad: "Hace unos años la segunda mano era para una determinada tipología de personas, y estamos viendo que cada vez más es una opción atractiva para todo tipo de perfil".
Según datos de la Agencia, cada catalán genera alrededor de entre 10 y 22 kilos de residuos textiles al año y sólo el 13% se recoge selectivamente. "Deberíamos poner todos los textiles en el contenedor de la ropa, incluso aquellos que están rasgados o manchados. Y como consumidores, hacer una reflexión sobre nuestro modelo de consumo. Pensar qué compramos, cómo ya quién, y buscar ropa que pueda tener mayor durabilidad", aconsejaba Chiva.
El último desfile de la mañana ha sido el de Juan VG, la firma detrás de Juan Valentin-Gamazo. La trayectoria creativa del joven diseñador nació de la necesidad de no sentirse representado por la ropa que encontraba durante su adolescencia y con quince años empezó a transformar su ropa y la de su padre. En el 080 ha presentado Jaleo, un viaje estilístico de la rutina de lo que llama un "cayetano", una figura icónica de la estética pija que el diseñador ha observado desde pequeño en las calles de Valladolid.
El rescoldo de casa
La tarde ha empezado con Eiko Ai, la firma fundada por la diseñadora catalana Gloria Lladó en 2016, que fusiona el refinamiento de la artesanía japonesa con la creatividad contemporánea. Ha presentado Ecos de la luz, una colección de colores blancos y nude elaborada con algodones naturales y sedas lavadas.
Tanto Lladó como Custo Dalmau, el siguiente en desfilar, jugaban en su casa y eso se ha notado en el calor del público y las colas en el recinto modernista. "Desfilar al 080 es hacerlo en casa. Tiene una parte muy emocional que es enseñar tu trabajo a la gente que está cerca de ti", aseguraba Custo antes de salir a la pasarela. La firma internacional ha presentado su colección más reciente, Leave her Alone, un tributo a la libertad, la emoción y la autoexpresión formada por trajes de siluetas fluidas y sus icónicas camisetas gráficas que le dieron fama a finales de los noventa.
La jornada ha terminado con los desfiles de Habey Club y Acromatyx. La firma de David Salvador y Javier Zunzunegui ha presentado Basta, una colección que habla del despertar emocional y espiritual, a través de una gama de marrones y verdes en la que los volúmenes han acaparado el protagonismo.
Acromatyx ha puesto punto y final a esta edición del 080 con la influencia del arte contemporáneo, la arquitectura y la obra del escultor Aldo Chaparro como trasfondo. Una propuesta inspirada en el simbolismo del número ocho como representación de abundancia, equilibrio y transformación.