Celibato voluntario: "Sacar el sexo y las relaciones del centro de tu vida es liberador"
'Influencers', redes sociales y el fenómeno Rosalía visibilizan y resignifican un nuevo estilo de vida que se abre paso entre las jóvenes
"Estoy cansada". Ésta es una frase que habitualmente se repite en la consulta de Anna Sánchez Bendahan, sexóloga y terapeuta de pareja. Un agotamiento que poco tiene que ver con no dormir horas suficientes: "Muchas mujeres están cansadas de vincularse de la misma manera, de verse en los mismos patrones o de que les pase todo el rato lo mismo con los hombres", explica la experta, y añade que "como respuesta, la mujer expresa que necesita una pausa en sus vínculos sexuales, a efecto.
Este fenómeno, conocido como celibato voluntario, atrae cada vez a más chicas jóvenes y mayoritariamente no está vinculado a motivos religiosos. Las redes sociales y el uso de hashtags cómo celibacy o volcel –término que aglutina la palabra voluntary (voluntario) y celibate (celibato)–, influencers y artistas de la talla de Rosalía –que afirmaba en el podcast Radio Chica de Radio Primavera Sound: "Ya no hacemos espacio para crushes. Se acabó esa fantasía que no lleva a ninguna parte. Yo, ahora mismo, single, volcel"– han contribuido a la visibilización del tema, ya que podamos hablar sin tabúes y le podamos poner nombre. "Es parte de una nueva manera de referirnos a algo que probablemente ya existía, pero que ahora está de moda y hemos resignificado", argumenta Sánchez Bendahan.
Las redes sociales han actuado y a testigos que visibilizan y validan experiencias y, al mismo tiempo, pueden ofrecer comunidad y ayudar a normalizar el dedicar tiempo al autoconocimiento y el autocuidado. Pero, según recuerda Francisco Rivera, psicólogo y mánager clínico de la plataforma Unobravo, "el formato de las plataformas tiende a simplificar fenómenos complejos" el celibato voluntario como una receta universal o un posicionamiento identitario".
Como cualquier tendencia social compleja, los motivos que pueden explicar su auge son múltiples. Por un lado, el progresivo desligamiento de estructuras patriarcales y normativas y la aceptación de más modelos relacionales han ayudado a redefinir el concepto de '. dado que el éxito lo define cada una, no el hecho de que puedas sostener un vínculo en el tiempo con un hombre". Por otro lado, según constata el psicólogo Rivera, la importancia que las nuevas generaciones conceden al autocuidado ha aumentado. "En los últimos años las personas jóvenes dedican mucha más atención a su bienestar emocional ya los límites personales", puede vivirse como una pausa consciente. Un período en el que detenerse, revisar experiencias previas y comprender mejor qué se necesita antes de iniciar nuevos vínculos".
"Me aportó claridad sobre lo que quería"
Es precisamente ese ejercicio de escucha activa el que hizo cambiar a Mireia Roig, de 23 años, el tipo de relaciones que establecía con hombres. Según explica, al empezar su etapa universitaria se relacionó de forma sexoafectiva con muchos chicos. "Pero llegó un punto en el que me di cuenta de que aquello no me aportaba nada, sino por el contrario, necesitaba una época para hacer algo de introspección y centrarme en mi salud mental y autoestima", relata.
Después de un período de tres años de celibato voluntario, Roig recuerda con positividad aquella etapa y explica: "Me aportó mucha claridad sobre lo que quería y me permitió crear una base mucho más sólida de amor, identidad y respeto propio".
Pese a que hoy en día tiene una pareja heterosexual estable, reconoce que "si volviera atrás volvería a tomar la misma decisión". "Aislarme de las relaciones sexoafectivas me ayudó a encontrar a la persona adecuada para mí y la que hoy en día tengo a mi lado", argumenta.
De hecho, tal y como recuerda la experta Sánchez Bendahan, "esta decisión de volcel no sale de mujeres que nunca se han vinculado, sino de mujeres que han sostenido vínculos en el tiempo, que han estado en aplicaciones de citas o que han tenido varios novios y se dan cuenta de que buscaban una satisfacción a través de la búsqueda o mantenimiento de la pareja". En esta dirección, la periodista Chanté Joseph analizaba recientemente en un artículo publicado en British Vogue el cambio social que se ha producido a la hora de mostrar las relaciones amorosas y es que, según explica, para muchas mujeres el estar con un hombre se habría convertido en una especie de placer culpable.
Hasta no hace tanto, tener novio era sinónimo de reconocimiento y prestigio social, pero en la era del heteropesimismo y la romanización de la soltería, las cosas han cambiado, y la pareja heterosexual ha dejado de afirmar la feminidad de cada una y de verse como un hito. Estar soltera ya no tiene esa connotación negativa, es un estatus deseable para muchas mujeres, y en este contexto, según el psicólogo Rivera, "el celibato voluntario se convierte así en una manera de recuperar el control y priorizar el propio bienestar. No es un rechazo a las relaciones, sino un intento de construir un espacio donde la persona pueda sentirse escuchada y respetada antes de".
"Estar bien conmigo"
Un ejercicio de introspección que llevó a Paloma Martínez, de 26 años, a dedicarse un tiempo para ella después de pasar por una relación de pareja de 8 años de duración. Aunque explica que la relación con su ex pareja no fue tóxica, el hecho de crecer y madurar juntos hizo que se diera cuenta de que no se conocía lo suficiente a sí misma: "Me daba miedo suplir vacíos que tenía con personas y decidí que necesitaba estar bien conmigo y descubrir cómo era para volver a tener una relación sana". Martínez afirma que esta decisión fue "muy consciente" y reconoce: "Sacar el amor romántico del centro de tu vida es liberador, ha sido un viaje de descubrimiento personal".
Aunque el concepto volcel está en auge, ya había mujeres que lo estaban llevando a cabo antes de que fuera tendencia. Éste es el caso de Andrea Llevería, de 28 años, que explica que "aunque no conociera el concepto hasta el fenómeno Rosalia, sí lo practicaba desde hacía tiempo". Según explica, sus valores tradicionales fueron los que la hicieron distanciar de cualquier relación afectiva o sexual: "Veía que mis valores y conceptos de relación cerrada, lealtad, compromiso y seguridad no estaban ni están en la sociedad". Esta pausa asegura que le ha aportado libertad y coherencia entre sus valores y sus actos. "Hasta que no aparezca alguien en consonancia con mis valores y con el mismo objetivo de relación seria y de formalizar a una familia no voy a permitir ningún otro tipo de vínculo", recalca.
Ahora bien, el celibato voluntario no debe responder a un cierre rígido, sino que, tal y como apunta la sexóloga Sánchez Bendahan, "es una oportunidad para tener más tiempo para cultivar amistades, aficiones o vínculos familiares". Por este motivo, los expertos coinciden en que hay que prestar atención a la motivación que lleva a una persona a tomar esta decisión. "Puede tener riesgos si responde más al miedo oa la sensación de amenaza que a una auténtica necesidad de autocuidado", explica el psicólogo Rivera, y señala que "aislarse demasiado puede aumentar la soledad o dificultar la conexión con vínculos protectores".
Sin embargo, la violencia machista es una lacra que sigue presente, y tal y como evidencia una reciente macroencuesta del ministerio de Igualdad, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia machista a lo largo de su vida. Por tanto, aunque la teoría es clara y el celibato voluntario debería ser sinónimo de empoderamiento, la realidad es otra. "Cuando las mujeres nos vinculamos con hombres siempre asumimos un riesgo, y lo cierto es que hay personas que deciden realizar un celibato voluntario para autoprotegerse", manifiesta la experta.