Nutricosmética: ¿es realmente efectiva?
Ante el auge de los complementos nutricionales estéticos, hablamos con expertos sobre los mitos y beneficios de este sector
BarcelonaHace unos meses la modelo Vanesa Lorenzo sorprendía a las redes explicando que había descubierto un aceite nutritivo que servía tanto para aplicar sobre la piel como para ingerirlo. Un elixir hecho con raíces de uva, borraja y girasol “multifuncional” que ayudaba a luchar contra los “estresores oxidativos”. ¿El resultado? Una piel delicadamente nutrida por dentro y por fuera.
Desde hace un tiempo la nutricosmética se ha convertido en un negocio creciente donde, tal y como apunta el nombre, se combina la nutrición con la cosmética con la convicción de que la belleza y la salud de la piel, el cabello y las uñas pueden mejorar cese a través de la alimentación y de los suplementos nutritivos.
Así es como las farmacias y locales de estética acumulan todo tipo de cápsulas que contienen vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos u omega-3 con la promesa de ayudar a prevenir los signos de envejecimiento, mejorar la elasticidad y la hidratación de la piel o eliminar el acné.
Según un estudio realizado en 2023 por la plataforma Ainia, uno de cada cuatro consumidores del Estado consume algún producto de nutricosmética, un mercado en pleno auge y donde el perfil mayoritario son las mujeres nacidas entre los años sesenta y ochenta. Y en el ámbito europeo, otro estudio liderado por Mordor Intelligence apunta a que el mercado de los nutricosméticos alcanzará los 2.520 millones de dólares en el 2025.
Aunque la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición asegure que una dieta completa, variada y equilibrada “proporciona todos los nutrientes necesarios” para el mantenimiento de un cuerpo saludable, existen algunos suplementos que ayudan a “complementar la dieta normal y pueden aportar vitaminas u otras sustancias minerales”, como el ácido fólico en el caso de las embarazadas o la vitamina D frente a la falta de luz solar.
En el caso de la nutricosmética, los expertos aseguran que ingerir nutrientes como vitamina C y vitamina E puede ayudar a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro. También reivindican el colágeno para reducir las arrugas o los probióticos para mermar problemas como el acné. La lista de opciones es muy amplia, por eso recomiendan estar siempre asesorados por profesionales del sector.
Prevenir el envejecimiento
Es el caso de Marta Masi, especialista en nutricosmética que atiende a pacientes que le llegan y no saben por dónde empezar. Una de las grandes preguntas que le hacen es a qué edad debería iniciarse en estos suplementos. “Depende de cada necesidad. Hay pieles de treinta años muy envejecidas porque fuman y no se cuidan, y pieles de cincuenta años que están fantásticas y cuidadas”, asegura.
Lo que sí comparte con otros expertos es que la llegada de la menopausia es cuando la mujer empieza a necesitar más complementos, y no sólo por cuidar la belleza física, sino también por regular el equilibrio emocional. “Adaptógenos como elashwagandhay el círculo ayudan a bajar el nivel de cortisol, el causante del estrés”, indica. Otros suplementos indispensables serían el colágeno –“siempre de marca patentada”–, el magnesio y la vitamina D, unos nutrientes que cada vez cuestan más de sintetizar a medida que envejecemos.
Asimismo, asegura que con los años también producimos menos melatonina, serotonina y dopamina, lo que provoca que dormimos peor. Ante esto, los suplementos de magnesio son una buena solución: "El magnesio cubre más de trescientas reacciones bioquímicas del cuerpo", remarca Masi, que también recomienda combatir nuestra "oxidación diaria" con la ingesta de antioxidantes.
Ahora bien, ¿cuántos suplementos alimenticios podemos llegar a combinar? Aunque la experta considere que no existe un límite concreto, sí cree que lo ideal es ir alternando según las necesidades de cada temporada. “Se puede aprovechar el sol del verano para dejar de tomar suplementos de vitamina D y cambiarlo por antioxidantes y hacerlo al revés en invierno. Se trata de ir jugando”, aconseja Masi, que considera que hemos tenido que llegar a la necesidad de tomar todos estos suplementos porque muchos ya no tenemos tiempo de hacer deporte suficiente ni de hacer una dieta mediterránea en condiciones y con productos de proximidad .
Efecto placebo
Entonces, ¿hasta qué punto son realmente necesarios estos suplementos alimenticios? Para dermatólogos como el doctor Ramon Grimalt, toda esta tendencia de la nutricosmética no es más que marketing. “Al igual que ocurre con las cremas cosméticas, la evidencia científica es mínima. Tomar colágeno no nos mejorará la textura de la piel, al igual que comer músculos de vaca no nos ayudará a fortalecer nuestros músculos si corremos un maratón”, dice a modo de ejemplo.
“Es como cuando los caníbales creían que comerse el cerebro de su enemigo les hacía ser más inteligentes, pero lo cierto es que si tú comes cerebro no mejoras tus neuronas, al igual que si comes cartílago no se te hacen más fuertes las articulaciones”, sigue Grimalt, quien considera que al final se trata del tipo de vida saludable que haga cada uno. “Dentro del tubo digestivo se desmontan los alimentos en partículas y el cuerpo decide qué hacer con ellos: si yo entreno cada día mis músculos, el aminoácido servirá para ese músculo. Pero, en cualquier caso, el entrenamiento no se hace comiendo, sino en el gimnasio”, matiza.
Una de las teorías que explican los beneficios de la nutricosmética es el hecho de que en la cultura oriental se consume mucho té verde, un potente antioxidante, y su población envejece mucho mejor que la occidental. “Pero ¿seguro que es gracias al té verde, o existe algún factor genético? ¿O es que se protegen mucho del sol?”, se pregunta Grimalt. El dermatólogo incide en que, al final, en el envejecimiento influyen factores como tener una dieta equilibrada, dormir las horas adecuadas y evitar los excesos. “Todo esto acaba pesando mucho más que comprar nutricosméticos, lo que ocurre es que mucha gente hace cosas como tostarse todo el verano al sol y después, para compensar, se compra una buena crema para quedarse con la conciencia tranquila la”, reflexiona.
Por otra parte, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, gran parte de las declaraciones de las supuestas propiedades saludables relacionadas con las plantas están "pendientes de finalizar su proceso de autorización en la UE". Además, recomiendan a los consumidores comprar siempre estos complementos en canales de distribución autorizados o en la farmacia, así como no excederse en el consumo ni tomar dosis superiores a las que se indican en la etiqueta.
En cualquier caso, el dermatólogo asegura que tomar suplementos nutricionales no duele ni es peligroso. "Aunque no tenga evidencia científica, si tomar ayuda a la persona a sentirse mejor consigo misma, adelante", considera. “A los humanos nos gusta sentirnos un poco engañados si nos cuidan. Si tú vas a un restaurante lujoso y te tratan muy bien, en el fondo quizá sabes que la comida no es tan extraordinaria, pero lo pagas porque ya sabes que el precio ha sido un poco ese lujo. Y desde un punto de vista de salud emocional, podemos decir que incluso es útil comprarse una crema de caviar o partículas de oro si después uno es más feliz, aunque dermatológicamente no desempeñen ninguna función”, concluye.