Diseño

"Teníamos prejuicios: no podías estar enamorado de Vinçon y comprar en Ikea"

El Disseny Hub rinde homenaje el legado de la mítica tienda del paseo de Gràcia con una selección de los 100 objetos de Ikea que los hermanos Amat habrían querido tener

BarcelonaDicen que las comparaciones son odiosas, pero a menudo resultan inevitables o incluso necesarias para entender la magnitud de las cosas. Si comparamos a Ikea con Vinçon, muchas personas se pondrán las manos en la cabeza o, peor, querrán hacerse el harakiri antes de admitir cualquier compatibilidad entre las dos: “Yo, como muchos de mi generación, tenía prejuicios: no podías estar enamorado de Vinçon y comprar en Ikea”, reconoce Xavier Marcé, concejal de Cultura e Industrias Creatives. Pero esta idea ha cambiado gracias a la exposición 100 objetos de Ikea que nos hubiera gustado tener en Vinçon, diseñada para romper estereotipos vinculados con el esnobismo en el mundo del diseño.

La idea la ha promovido precisamente Fernando Amat, el alma de Vinçon, con la ayuda de su hermano Sergi. "Siempre con su ironía inteligente", afirmaba emocionado Juli Capella, comisario de la exposición, durante la presentación. La muestra, gestada durante dos años, es una declaración de intenciones: un homenaje a la emblemática tienda barcelonesa, cerrada en el 2015, con un guiño al gigante sueco. “¡Qué putadita me has hecho!”, bromeaba Capella dirigiéndose a Amat. El arquitecto explicaba cómo había reflexionado profundamente para justificar la decisión y su papel en el Disseny Hub Barcelona. “¿Cómo montamos una exposición con objetos que puedes comprar en cualquiera en la tienda de Glòries por cuatro duros?”, decía Capella antes de la inauguración. Amat, que ya había expresado su admiración por los artículos de Ikea antes de que Vinbçon cerrara, se vio como víctima tanto de la crisis del 2008 como de la masificación y la competencia de productos más económicos, lo que enfrentó a una parte de la comunidad de diseñadores nacionales en el gigante sueco. “Y tú muy sabiamente me dijiste: “No, Ikea es el camino””, añadía Capella.

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Hacia un diseño más democrático

La exposición establece puentes de diálogo entre ambas marcas a través de 14 temáticas que exploran en dioramas los puntos en común y las diferencias entre Vinçon e Ikea, dos referentes del diseño en Catalunya. “¿Es un David contra Goliat?”, se preguntaba Capella. "Definitivamente no, es un juego de espejos entre el diseño mediterráneo y el escandinavo", añadía.

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A primera vista, si sólo consideramos el volumen de negocio podríamos pensar que existe una confrontación clara: “Vinçon no llegó a facturar ni el 1% de las ventas de Ikea España”, destacaba Capella. A nivel global, Ikea gana ahora 3.142 veces más que Vinçon en su mejor año. Sin embargo, el número de referencias que ofrecen ambas marcas es similar: alrededor de 10.000 productos.

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Sin embargo, la exposición busca democratizar el diseño, mostrando como un objeto bien concebido –que combina estética, función, calidad, sostenibilidad y precio– puede mejorar la vida cotidiana de las personas. Ambas marcas se caracterizan por ofrecer productos contemporáneos, aunque Ikea añade el valor de un precio asequible que lo hace accesible a una mayoría. En cambio, la estrategia de Vinçon se basaba en una elección intuitiva, fruto de la visión de Fernando Amat: "Nos enseñaste que podíamos rodearnos de objetos mejores", recordaba Capella. Amat supo mezclar buen diseño con productos populares, locales e internacionales, escogidos por su valor funcional y comunicativo, sin distinguir por autoría o precio.

Tu casa ahora es un museo

Este paralelismo entre ambas marcas es evidente desde el inicio de la exposición, concebida como una experiencia. El visitante pisa una alfombra gigante bajo el lema "Bienvenido a la república independiente de tu casa", una de las campañas publicitarias más icónicas de Ikea en España, que celebra la libertad del hogar como espacio personal. "Se vendieron 20.000 unidades de esta alfombra", señalaba Capella. Si levantamos la vista, encontramos el rótulo de Vinçon, con sus famosas letras de neón rojas. “Vinçon está en el cielo, ya no existe, mientras que Ikea está en la tierra, que todavía pisamos”, añadía poéticamente Capella.

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El corazón de la exposición es la selección de 100 piezas de Ikea elegidas por Fernando y Sergi Amat. "Se guían por su instinto", decía Capella. Las piezas están dispuestas en la pared en una sala circular, blanca y vacía, enganchadas como una instalación artística, diseñada por el estudio de arquitectura MAIO.

"Sorprende ver objetos comunes de tu casa en un museo", añadía Capella. También es remarcable que el precio de cada producto se destaca junto a su nombre, un detalle insólito que Capella se tomaba con humor: “El dinero es importante en el diseño”.

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Navegando entre anécdotas y curiosidades

El diálogo entre ambas marcas es constante, y la exposición revela numerosas curiosidades. Por ejemplo, ambas empresas nacieron en los años 40 en circunstancias similares, y mantienen una ambición común: “Te quieren ofrecer todo, equiparte la casa de arriba abajo”, explicaba Capella. También comparten una visión inclusiva, ofreciendo productos para niños, mascotas, personas mayores "e incluso objetos para zurdos", como recordaba el comisario señalando una vitrina de Vinçon.

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Las coincidencias van más allá y se reflejan en la contundencia de la imagen, con logotipos de fuerte personalidad, el lenguaje subversivo y humorístico de la publicidad y los objetos icónicos que tanto Vinçon como Ikea han dejado a su paso. Algunos de éstos se muestran juntos en la exposición: desde el calendario minimalista de América Sánchez hasta la luz de las paradas del Mercado de la Boquería o el perrito Julián, muy querido por Fernando Amat. Estos objetos conviven con productos reconocidos de Ikea, como la estantería Billy. “¿Sabías que 1 de cada 100 habitantes del mundo la tiene en casa?”, destacaba Capella.

Un objeto emblemático para ambas marcas es su bolso, un elemento que de por sí ya marca identidad. Mientras Vinçon cambiaba constantemente sus diseños apostando por múltiples artistas, Ikea ha mantenido intacta su bolsa Frakta, lanzada en 1993.

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Este ya mítico bolso fue incluso imitado por Balenciaga en el 2017, que sacó una versión por 1.700 euros, mientras que el original no llega ni a un euro. Ikea respondió con una campaña ingeniosa: “Sacéjala. Si cruje, es la auténtica”, decía con ironía.

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Vinçon: un “protomuseo” del diseño

Por último, la exposición también subraya el carácter cultural de Vinçon. "Los casi 3.000 metros cuadrados que tenía fueron un refugio, un atajo, una escuela y una sala de exposiciones", remarcaba Juli Capella. El proyecto de Fernando Amat iba más allá de un establecimiento comercial y se convirtió en un “protomuseo”, donde se hablaba tanto de diseño como de cultura. "Hay media vida en esta exposición", confesaba emocionado Amat.

Esta inmersión, nostálgica pero a la vez cotidiana, se podrá visitar hasta el 23 de febrero de 2025 en el Disseny Hub Barcelona, ​​y completa el homenaje iniciado con la publicación del libro VINCÓN 1929-2015. Antes de marcharse, los visitantes pueden llevarse un último recuerdo, situado en la puerta de salida: el papel de regalo diseñado por Mariscal, recuperado especialmente para la ocasión. “Todo el mundo puede llevarse un pedacito de Vinçon como recuerdo final”, concluye Capella.