Un paseo buscando la libertad y los cabarets del viejo Berlín

BarcelonaUno de los momentos más bonitos del verano es cuando seleccionas los libros que harán camino contigo metiéndolos en la maleta. ¿Uno grueso o unos cuantos pequeños? El destino de tus vacaciones puede condicionar la elección de las películas que miras o las canciones que te pones en una lista de reproducción. Si eres de los que quieres ver mundo cuando haces vacaciones, este verano propondremos lecturas, música o filmes que quizás te ayuden a descubrir mejor el destino final de tu viaje.

Como ocurre con los libros de Christopher Isherwood ambientados en Berlín de hace un siglo. Una ciudad de la que todavía queda mucho, aunque no lo parezca. Seguir los pasos de escritores del pasado permite salir de los centros turísticos sin tener que hacer colas bajo el sol sudoroso. En Berlín, seguramente poca gente iría al barrio de Nollendorfplatz, donde el británico vivió. En Berlín buscaba trabajo, pero también una ciudad que durante los años 20 y 30 fue una de las más progresistas frente a la homosexualidad. Mientras algunos alemanes iban poniéndose camisas marrones y negras y defendiendo discursos de odio, otros respetaban el derecho de todos a vivir, vestir y hacer fiesta como quisieran. No es una casualidad que el suyo Adiós a Berlín sea la inspiración del famoso musical Cabaret. Isherwwod pudo disfrutar de aquel Berlín de desenfreno y modernidad, con pubs donde los hombres pueden besarse con los hombres y las mujeres con las mujeres. La ciudad donde existía el Instituto für Sexualwissenschaft (Instituto de la Ciencia Sexual), una entidad fundada por el médico Magnus Hirschfeld para defender los derechos de los homosexuales. Y donde en 1919 se hizo el primer filme cuya historia de amor estaba entre hombres.

En la casa en la que Isherwood vivió, el número 17 de la Nollendorfstraße, una placa recuerda su paso. El barrio se ha convertido en un entorno moderno y divertido, muy abierto a la comunidad LGTBI+, como un triunfo sobre el odio que envió a los campos de exterminio a muchos de sus vecinos. Quedan todavía algunos de los teatros donde se vivían aquellos bailes nocturnos, como el elegante Metropol. Lástima que el edificio donde estabaDorado, el cabaret más rompedor, fue bombardeado. El lugar donde cantó una joven Marlene Dietrich y Jean Ross, la compañera de piso de Isherwood que inspiraría al personaje de la Sally Bowles de Cabaret. Nollendorfplatz es un barrio vivo y optimista. No puedes dejar de pensar que a Isherwood le gustaría cómo está ahora. Pero no es mala idea ir hacia el centro hasta Bebelplatz y buscar una especie de ventana en el suelo. Es el monumento que recuerda que aquí los nazis quemaron 20.000 libros. Como los de Isherwood. Mejor no olvidarlo, para evitar repetir errores del pasado.

Recomendación para viajar a Berlín

Libro: Adiós a Berlín

Autor: Christopher Isherwood

Editorial: Viena Ediciones