El currículum amoroso de Taylor Swift: de heroína de las mil rupturas a icono nupcial global
El compromiso del artista con el jugador de fútbol americano Travis Kelce ha copado internet, los medios de comunicación e incluso una rueda de prensa de su archienemigo Donald Trump
BarcelonaTaylor Swift acaba de empezar una nueva era musical y muchos no lo saben. Pese a que el anuncio de su compromiso con su novio, el jugador de fútbol americano Travis Kelce, ha salido en todos los medios del mundo y ha sido una tendencia global en todas las redes de la humanidad, muchos creen que esto es sólo una noticia de carácter personal. Pero no amigos, Swift es una diva pop, la Madonna del siglo XXI, lo que significa que todo lo que le pasa –o hace que le pase...– es gasolina para una nueva gira, para un nuevo disco, para una nueva estética o para una nueva línea argumental de su personaje público. En idioma swiftie –que es como se hacen llamar sus fans–, cualquier cosa que le ocurra es material para una nueva "era". Porque ellos aman tanto Taylor Swift que se refieren a los momentos por los que pasa con este término épico, tradicionalmente utilizado para hablar de períodos históricos.
Ante los más de 280 millones de seguidores que tiene la cantante en Instagram, tiró de ironía cuando escribió "tu profesora de inglés y tu profesor de educación física se casan" para acompañar una foto en la que ella y Kelce –arrodillado en el suelo– aparecen abrazados frente a un arco. No fue la única imagen que compartió: en el carrusel había unas cuantas más, una de ellas de un anillo con un único diamante central del tamaño del espejo Lindbyn de Ikea que muchos especialistas consideran que podría tener un precio de entre medio millón y un millón de dólares.
La pareja, de 35 años ambos, han coronado así una relación que empezó en el 2023 y que, en un principio, algunos ponían en duda porque Kelce no se parecía demasiado al resto de novios que había tenido Swift. Ese análisis se demuestra ahora totalmente equivocado, ya que si con todos los anteriores había fracasado, lo mejor que podría hacer Swift era dejar de insistir en ese nicho de heterosexualidad y explorar otros. La idea fue acertada y, dos años después, los implicados ven tanto futuro en su relación que incluso la quieren legalizar. Mientras el swiftie fandom todavía vive la efervescencia del anuncio, la wife era y la mother era de Taylor Swift ya están más cerca que nunca. Así como su próximo disco, The life of a showgirl, que anunció hace nada menos que a través del podcast de su futuro marido, que como persona astuta del mundo del deporte del siglo XXI que es, no pone todos los huevos en la misma cesta y utiliza su fama para ampliar las vías de negocio. Quizá por eso se entienden tan bien con ella, que casualmente hizo coincidir el anuncio de la boda con la promoción de su nuevo álbum, que saldrá el 3 de octubre.
Sin embargo, todas estas buenas noticias de ahora no han sido una tónica en la vida de Swift, que a pesar de ser considerada el artista más influyente de la actualidad y haber vendido más de 200 millones de discos en todo el mundo no siempre ha conocido el éxito en el terreno amoroso. Y no será porque no lo haya intentado. En 2008, al poco de sacar su primer disco y sin ningún idilio previo conocido públicamente, Swift empezó a salir con Joe Jonas, estrella infantil de Disney Channel gracias a Camp Rock y en Hannah Montana. Fueron sólo unos meses pero él la dejó, tal y como la cantante explicó en el programa de Ellen DeGeneres, con una llamada de sólo 25 segundos. Se especula que las canciones Forever and always, Last kiss y Better than revenge van dedicadas a esa ruptura. También dedicó un tema a Taylor Lawtner, con quien salió también durante unos meses menos de un año después de salir con Jonas. Los fans dicen que Back do december habla de esa ruptura. Quien fue la estrella del fenómeno global Crepúsculo, se alegraba esta semana del compromiso de Swift.
La estrella del pop, que entonces era sólo estrella del country, salió con el también cantante John Mayer durante unos meses entre 2009 y 2010. A él le dedicó –sin mucho lugar a dudas– el tema Dear John. La relación fue polémica por la diferencia de edad –ella 19 y él 32– y por la respuesta de él a las canciones de ella, las cuales calificó de “humillantes”. No sabemos si para él o para ella... Seguramente para él, a quien Swift acusaba de manipulador. Tras Mayer, Swift sufrió junto al actor Jake Gyllenhaal, que muchos recuerdan por su papel en Brokeback Mountain. Se llevaban nueve años, duraron juntos sólo unos meses ya él también se le cayó una canción de desamor: All too well. Ella nunca lo ha dicho, pero los fans ven en el texto detalles conocidos sobre su relación. En 2021 editó un cortometraje con esta canción, y el actor escogido, Dylan O'Brien, tenía un aspecto y estilismo que a muchos recordaba Gyllenhaal. Su famosísima We are never getting back together también se considera un himno contra Gyllenhaal.
Como buena celebrity de EEUU que sólo sale con personas conocidas, Swift también tuvo un idilio de verano con un Kennedy. Concretamente, con Connor Kennedy, neto de Robert F. Kennedy. En el mismo álbum en el que criticaba Gyllenhaal se publicaba Begin again, que presuntamente habla de los inicios de esa relación que duró menos que un helado de Can Gocce di Latte en plena ola de calor barcelonés. A este enésimo breve novio de Swift le siguió uno que duró más o menos lo mismo pero en invierno. Era Harry Styles, con el que tuvo tiempo de celebrar el Año Nuevo del 2012. Como Styles era muy famoso y compartían target adolescente, la explotación comercial de esa relación quiebra fue superior. Out of the woods, Style, All you had to do was stay, I wish you would, How you get the girl, This love, Y know plazas, Clean y Wonderland han sido canciones señaladas como narrativas de esa breve relación.
Tras una relación con el músico Calvin Harris que duró unos 15 meses entre 2015 y 2016, la cantante salió con Tom Hiddleston durante el verano de 2016. A él le dedicó, supuestamente, Getaway car. La relación fue icónica gracias a la camiseta que él llevó un golpe con el lema impreso "I love TS". Tras el bailarín más célebre de internet –al que algunos heterosexuales conocen más por hacer de Loki a Marvel–, Swift tuvo su relación sentimental más duradera. Y es que la diva permaneció desde el 2016 hasta el 2023 con el actor Joe Alwyn.
Alwyn es uno de sus compañeros menos conocidos y llegó a su vida cuando ella ya no necesitaba en absoluto tener novios famosos porque era ya toda una estrella. Tras conocerse en la Met Gala, tuvieron una relación estable, larga y discreta que no tuvo demasiados sobresaltos mediáticos y que acabó en abril del 2023. People argumentó entonces que la ruptura se debía a la gran exposición mediática de la pareja, una causa que no resulta demasiado creíble porque ya habría desarticulado a la pareja mucho antes. Con él bajo seudónimo, escribió canciones de los discos Folclore y Evermore cómo Exile y Betty. Sin embargo, en las redes hay un debate muy intenso sobre qué canciones le habría dedicado ella, lo que nunca confirma porque los debates que genera esta cuestión son en gran parte la causa de que ella sea tan viral.
En septiembre de ese mismo 2023 –y tras ser novia un rato del vocalista de The 1975 Matty Healy– conoció a Kelce, con quien ahora se ha prometido. Él la mencionó en su podcast en julio, amigos en común los pusieron en contacto y en septiembre de ese año ella aparecía en un estadio a ver a los Kansas City Chiefs sentada junto a la que sería su suegra. Venía de una relación discreta y la nueva no tenía ninguna intención de que fuera igual. Nos quedó claro. No tenemos ninguna duda de que todo lo que nos espera será igual de mediático. Swift tiene mucho que cantar todavía y, como buena diva, no llegará sólo en forma de disco. Llegará, como siempre, en forma de novela por fascículos.