Dani de la Orden deshace la broma sobre la foto sexual de 'Casa en llamas': "No es la mía"

BarcelonaMás de 150.000 personas han vistoCasa en llamas,la película dirigida por Dani de la Orden y que ya es la segunda película en catalán más taquillera de la década. Si toda esa multitud se ha quedado hasta el final de la película –entendiendo el final como la finalización de los créditos–, habrá visto un detalle inusual: se identifica al propio De la Orden como protagonista de la foto sexual que recibe en el móvil uno de los personajes masculinos, en la que se ve a un miembro erecto de notables dimensiones. Tras semanas de risas entre los que cazaban este huevo de Pascua, el cineasta ha publicado un comunicado desde su cuenta personal de las redes sociales para clarificar que el "(bien dotado) miembro" no es el suyo.

Lo hace en un comunicado humorístico titulado "Carta a la ciudadanía", en catalán y castellano, donde explica que Casa en llamas les ha traído "muchas alegrías, pero también algún conflicto". Con la misma ironía ácida que se mantiene durante el filme de éxito, De la Orden se dirige a "la ciudadanía y en especial al público de Casa en llamas"para confesar que el miembro que aparece en una escena de la película no es suyo. "No quiero continuar con esta mentira viviendo una farsa que no ayuda ni al cine catalán ni a nuestra cultura", escribe en tono irónicamente trascendental De la Orden. El barcelonés "no ha querido engañar al pueblo" y ha confirmado que no se puede "bañar desnudo en el agua con total tranquilidad".

Según explica en el mismo comunicado, la decisión de atribuir la fotografía del pene al director del filme surgió de una "comedia interna" con la compañera de producción del filme Ana Eiras. "Por la xerinola que nos caracteriza me dijo: «¿Ponemos tu nombre?», y yo le contesté: «Sí, total, nadie se lee los créditos»", explica desde su perfil de X, en una publicación que con seis horas acumula ya más de 100.000 visualizaciones.

Tras las sentidas disculpas pertinentes por la supuesta repercusión de la broma interna, el director, de 35 años, concluye: "Por suerte, la película aún no se ha estrenado en Netflix y hemos podido evitar un conflicto internacional que pondría a la cultura catalana en el punto de mira".