Las reivindicaciones y secretos de Brooke Shields: desde el alcoholismo de su madre hasta una operación no deseada
La actriz publicará su quinto libro este martes


BarcelonaHace décadas la prensa decretó que el icono estadounidense Brooke Shields había agotado su gloria y el gran activo que poseía: su físico. Pero lejos de la jubilación forzada que muchos vaticinaron poco después de interpretar El lago azul, Brooke Shields lleva años continuando su carrera profesional como actriz, modelo, empresaria y también como escritora. De hecho, este martes la actriz, de 59 años, publicará su quinto libro, del que ya se han podido leer distintos anticipos en el diario Daily Mail.
En el libro Brooke Shields no puede aceptar: thoughts on ageing as a woman [Brooke Shields tiene prohibido hacerse mayor: reflexiones sobre el envejecimiento como mujer], de la editorial Flatiron Books, Shields defiende enconadamente el hecho de envejecer de forma general y también en particular a través de diferentes detalles sobre su vida privada. La sexualización que sufrió a raíz de la película El lago azul, el alcoholismo de su madre y la operación no deseada para mantener joven su vagina hace 19 años son algunos de los episodios que desgrana en su nueva publicación.
Shields confiesa en el libro que cuando empezó a recibir los apodos "el rostro de una década" o "la novia de Norteamérica" no estaba nada preparada para tener esa visibilidad, una reflexión que le ha podido hacer con la perspectiva del tiempo. "Cuanto más invisible se espera que sea, que no haga demandas o que desaparezca para poder congelarme en el tiempo en una versión concreta (es decir, más joven) de mí misma, más ganas tengo de mantenerme firme y ocupar espacios como la mujer que soy ahora", explica en uno de los fragmentos del libro publicados en Daily Mail.
El alcoholismo de su madre
Durante muchos años, Teri Shields,su madre, fue la mánager y también la persona encargada de presentarla en los castings de los rodajes de anuncios –el primero lo hizo con menos de un año– y películas. "Mi madre no me había dado las herramientas que necesitaba", explica Shields, que saltó a la fama a los 12 años interpretando el papel de prostituta en el filme La pequeña.
La visibilidad y la sexualización que tuvo siendo todavía una niña no fue el único problema con el que tuvo que crecer. "El alcoholismo de mi madre fue una fuente constante de agonía para mí. Siempre estaba algo nerviosa y tensa", explica en uno de los fragmentos publicados en Daily Mail. "Quizás no me hubiera convertido en alguien de quien hicieron una muñeca", añade la actriz.
Una operación no deseada
En la línea de su reivindicación contra el edadismo, Shields también se abre a hablar sobre las intimidades de su cuerpo entre las páginas del libro. Concretamente explica que desde adolescente había tenido molestias que habían terminado con sangrados en la vagina debido a su longitud. No fue hasta décadas más tarde que su ginecólogo le recomendó que se hiciera una reducción del labio vaginal. Tras la operación, el médico le explicó que aparte de la cirugía médica le había hecho "un pequeño pliegue" en la vagina para "disminuir su tamaño", un cambio estético para rejuvenecer por el que ella no había dado ningún consentimiento.