Meghan Markle pierde la batalla contra el presentador que la acusó de mentir

El regulador de los medios británicos, Ofcom, ha dictado que Piers Morgan ejerció su libertad de expresión cuando opinó sobre las declaraciones de los duques en la entrevista de Oprah Winfrey

El presentador británico Piers Morgan, uno de los periodistas más críticos con los duques de Sussex, tenía derecho a decir que la pareja mintió en su entrevista con Oprah Winfrey. Así lo ha dictado el regulador de los medios británicos, Ofcom, que considera que Morgan no vulneró la normativa audiovisual cuando en marzo aseguró en el programa Good morning Britain, de la privada ITV, que Meghan Markle no decía la verdad en la entrevista. El periodista puso en entredicho los pensamientos suicidas que Markle confesó durante su encuentro con Winfrey.

Los comentarios de Morgan generaron una oleada de críticas de los espectadores –50.000 quejas–, muchas de las cuales expresaban preocupación por cómo el periodista había abordado la cuestión del suicidio y la salud mental. A raíz de los comentarios, Meghan Markle se quejó tanto a Ofcom como a la ITV y Morgan se vio forzado a abandonar el programa el día después de sus declaraciones.

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"Nuestra decisión es que, en general, el programa contenía suficientes puntos de vista diferentes para proporcionar una protección y un contexto adecuados a los espectadores", señala en su informe Ofcom. El regulador asegura que no haber permitido las opiniones de Morgan habría supuesto una vulneración del derecho de expresión. "El código permite que los individuos expresen puntos de vista fuertes y argumentados, incluyendo los que pueden ser potencialmente o altamente ofensivos. La restricción de estos puntos de vista podría, en nuestra opinión, ser un recorte injustificado y peligroso de la libertad de expresión, tanto para la cadena como para la audiencia", añade Ofcom.

Piers Morgan no ha tardado en celebrar la decisión del regulador de los medios británicos. En un tuit, el presentador ha dicho que se siente "satisfecho" por lo que considera que es un apoyo a su "derecho a no creer las incendiarias acusaciones del duque y la duquesa de Sussex en la entrevista con Oprah Winfrey, muchas de las cuales se ha demostrado que eran falsas". El polémico comunicador acaba su tuit reclamando que le devuelvan el trabajo y asegurando que la decisión de la Ofcom es una "rotunda victoria para la libertad de expresión y una rotunda derrota para los príncipes Pinocho".