La vida privada del fundador de Telegram se suma a sus problemas
La madre de los tres hijos de Pavel Durov expone las inconsistencias de la imagen del titán ruso de la tecnología a través de una denuncia penal y el relato de su opulento estilo de vida
Nueva YorkSegún explica Irina Bolgar, durante gran parte de los 10 años que mantuvieron una relación sentimental, ella y Pavel Durov gozaron de un estilo de vida lujoso. La extravagancia creció a medida que Telegram, la aplicación de mensajería creada por Durov, se convertía en un éxito mundial y lo consolidaba como multimillonario y uno de los ejecutivos tecnológicos más poderosos del mundo. En verano, gastaban alrededor de un millón de dólares al mes en un complejo de 47 hectáreas en Cerdeña. En Dubai, se alojaban en un ático junto a la playa con ascensor propio. También viajaban a París, Italia y Mónaco en aviones privados. Pero algo cambió durante ese tiempo. Tal y como explica Bolgar, que tiene una disputa legal abierta con Durov, pasó de ser un empresario con principios al que admiraba, a convertirse en un adversario cada vez más arrogante, controlador e incluso abusivo.
Según una demanda penal suiza que Bolgar presentó el año pasado contra Durov, el ejecutivo tecnológico maltrató de su hijo pequeño en cinco ocasiones en el 2021 y 2022. Una de las veces, Durov golpeó al niño en la espalda arrojándolo al otro lado de la habitación, explica. En otra, le sacudió tan fuerte que le cayeron los zapatos y, más tarde, cogió al niño de una pierna y dijo que le mataría. Aunque los fiscales suizos no han decidido si presentarán cargos formales contra Durov, tras la denuncia de Bolgar, el tribunal de protección de menores de Ginebra suspendió el derecho de Durov al contacto personal con los niños.
Los detalles figuran en documentos públicos relacionados con la causa penal que publicó la revista Forbes. En los expedientes no figuran los nombres de Durov, ni de Bolgar ni de los niños, pero existen una serie de datos identificativos, entre ellos el número de expediente de una denuncia civil por custodia de menores presentada por Bolgar. Un portavoz de la Fiscalía de Ginebra confirmó que se estaba llevando a cabo una investigación, sin dar más detalles, mientras que el portavoz de Durov dijo en un comunicado que los incidentes "nunca sucedieron" y que las acusaciones "no tienen sustancia".
Otras investigaciones en curso
En una entrevista de cuatro horas en Ginebra –donde ahora vive ella con los tres niños que tiene en común con Durov– dijo que no podía dar más detalles sobre las acusaciones de maltrato a los menores, puesto que se estaba llevando a cabo la investigación . Pero sí dio otros detalles sobre su relación que pueden complicar los problemas legales de Durov en Europa. En Francia el millonario ruso se enfrenta a distintos cargos penales vinculados con la difusión de contenidos ilícitos en Telegram, en un caso que conmocionó al mundo de la tecnología: es uno de los primeros casos en los que un gobierno democrático responsabiliza penalmente a un alto dirigente de una red social por el contenido difundido en su plataforma.
Las autoridades francesas detuvieron a Durov en agosto tras aterrizar cerca de París en un avión privado procedente de Azerbaiyán. La Fiscalía ha acusado a Durov, un abierto defensor de la libertad de expresión y la privacidad, de delitos como el de permitir la distribución de material de abusos sexuales a menores, tráfico de drogas y fraude, motivos por los que podría enfrentarse a años de prisión. Según se lee en la denuncia penal, las acusaciones de Bolgar incluyen también el impago de la pensión alimentaria. Así pues, aunque Durov pueda superar sus cargos en Francia, enfrentará más problemas legales en otros países.
Una vida privada muy privada
El relato de Bolgar, junto al caso que presentó en contra de él, también abre la puerta a la extraña vida del muy reservado Durov, que sigue siendo uno de los magnates tecnológicos del mundo del que menos se sabe. Aunque Telegram ha acumulado casi mil millones de usuarios, Durov ha evitado el mismo tipo de escrutinio dirigido a sus homólogos de Silicon Valley. "La imagen cuidadosamente elaborada de Durov como defensor de la libertad se hunde cuando nos enfrentamos a su vida personal", dice Bolgar, abogada de formación originaria de San Petersburgo. "Revela un gran contraste entre las declaraciones públicas de libertad y sus acciones privadas", confirma.
Bolgar, de 44 años, explicó que conoció a Durov, de 39 años, a través de un amigo en el verano del 2011 en San Petersburgo. Dice que la amistad nació por un interés compartido por el yoga y más tarde acabó aflorando el interés romántico después de unas vacaciones románticas en el hotel Burj Al Arab de Dubai. Ella le describió como encantador y dijo que estaba impresionada por sus opiniones libertarias. Cuando regresaron a Rusia, empezaron a vivir juntos en el Hotel W de San Petersburgo antes de encontrar un apartamento a poca distancia de la sede de la empresa de Durov. A finales de 2013 tuvieron su primer hijo en común. Esta versión no era compartida por ambos, puesto que según Durov, la relación era transaccional. "Bolgar, que era la entrenadora de yoga de Durov en ese momento, le sugirió que tuvieran hijos juntos", dijo su portavoz en un comunicado. "Él aceptó y nacieron tres hijos".
El portavoz del magnate dijo que Bolgar y Durov "nunca habían sido pareja" y que ella reclamaba personalmente millones de dólares aunque él asumía la manutención de sus hijos mientras ella gastaba con la mano rota en objetos de lujo y otros extravagancias. "Durov tiene muchos hijos, y se ocupa de ello con una manutención de 10.000 dólares al mes por hijo", escribió el portavoz en un comunicado. "Durov espera ahora que el sistema judicial suizo resuelva esta disputa para que los fondos gastados indebidamente por Bolgar puedan utilizarse para la finalidad prevista: mantener a los niños". Pero la abogada negó haber hecho un uso indebido del dinero que recibió del padre de sus hijos. Pese a que Durov siempre ha proyectado una imagen austera, Bolgar afirmó que gozaba de un estilo de vida opulento. En un mensaje que le envió, le dijo que el precio de la habitación por una noche en Dubai que pagó eran 20.000 dólares. "Puedo hacerlo porque he ganado decenas de millones de dinero fácil con el bitcoin", le dijo.
Según explica la madre de sus tres hijos, el magnate también se centró en su imagen. Se obsesionó con la forma física, e hizo que un amigo suyo que tiene una agencia de representación de modelos y bañadores le hiciera una sesión de fotos para publicarlas en las redes sociales. "Ven a ver cómo vive la gente de la lista de ricos de Forbes" le dijo al amigo. En otra ocasión también le envió una fotografía con un cachorro de león alquilado en los brazos.