El papa Francisco critica a las suegras: "Cuidado con vuestras lenguas. Es uno de vuestros pecados"
El pontífice también ha tenido palabras para las nueras en su audiencia general y les ha pedido un esfuerzo para que las suegras puedan llevar "su vejez con felicidad"
BarcelonaLa audiencia general del papa Francisco de este miércoles ha levantado polémica. El pontífice ha pedido que se trate mejor a las suegras, pero al mismo tiempo las ha regañado. "A vosotras, suegras, os digo que tengáis cuidado con vuestras lenguas. Es uno de vuestros pecados", ha dicho el líder católico. Ante varios miles de fieles que se reunían en la plaza de San Pedro del Vaticano, el papa ha explicado que hay "lugares comunes sobre vínculos de parentesco creados por el matrimonio, sobre todo entre suegra y nuera" y ha reclamado superar "los prejuicios más comunes" entre estas dos figuras femeninas. "Hoy en día la suegra es un personaje mítico, no digo que pensemos que son el diablo, pero siempre se dice que son malas. Pero es la madre de tu marido", ha recordado a favor de las suegras.
A favor de ellas el pontífice ha señalado que las suegras "son también madres, ya son más mayores y una de las cosas más bonitas para las abuelas es ver a sus nietos". “Mirad bien la relación que vosotras tenéis con vuestras suegras: a veces son un poco especiales, pero te han dado la maternidad del cónyuge, te lo han dado todo. Al menos hay que hacerlas felices, para que lleven su vejez con felicidad. Y si tienen algún defecto hay que ayudarlas a corregirse”, ha dicho a las nueras. "La juventud se revela capaz de volver a dar entusiasmo a la edad madura" y "la vejez se descubre capaz de reabrir el futuro para la juventud herida", ha reflexionado, y ha reclamado "una alianza de generaciones".
El discurso del papa, que no ha hecho ninguna mención a las relaciones entre los suegros y los yernos, ha estado relacionado con la parábola de Rut, un pasaje bíblico en el que la protagonista pierde a su marido, Mahlon, y tiene que ir a vivir con su suegra, llamada Noemí, a Belén. Este fragmento de la Biblia, desde el punto de vista de Francisco, habla de la "belleza de los vínculos familiares" que surgen de la relación de una pareja. El pontífice asegura que el vínculo entre suegra y nuera "irradia la perfección del poliedro de los afectos fundamentales que forman la gramática familiar del amor".