"De los souvenirs feos siempre se pueden sacar ideas"

La viñetista, optimista por naturaleza, está convencida de que este 2025 es el verano de su vida

La viñetista Flavita Banana
14/08/2025
2 min

BarcelonaTras descartar veranos que compiten entre los mejores, la viñetista Flavita Banana se queda con el de este 2025. "Seguramente el próximo año te diría el de 2026, esa es la gracia", explica sonriendo. Le hace más ilusión todo lo posible que mirar atrás, es poco nostálgica. Para las próximas semanas tiene planes, pequeños viajes, escapadas de playa o río. Le llama la vida pequeña, así es como le gusta: "Cada vez más soy capaz de apreciar cuando estoy bien en el momento presente". Está convencida de que esta percepción tiene mucho que ver con que hace año y medio que no bebe alcohol. Si lo compara con los veranos pasados, en las fotos todo estaba bien, pero si se para a pensar la cosa no era así cuando había alcohol de por medio. "Ahora estoy más presente y futura", afirma satisfecha.

Esta época del año es cuando tiene más trabajo, por eso quiere que los días no sean demasiado alocados, nada que rompa excesivamente con lo habitual. Prefiere invertir en el día a día que alejarse de lo cotidiano, y asegura que si le dijeran que mañana lo tiene todo pagado por ir a Bali, diría "no, gracias". Es un verano poco ambicioso en términos de dinero y lujo, lo que sí necesita es que haya agua, no importa si es de piscina, río, embalse, estanque o playa. Bañarse, nadar, comer cosas de temporada y proximidad, esto es lo que pide en sus veranos.

La viñetista leyendo con vistas al mar.

Lo que cambia es que hace más calor y todo el mundo está más contento, pero ella sigue trabajando y lee como el resto del año, eso sí, escogiendo los que llama libros de verano, con más páginas y que no tenga que reflexionar demasiado: "Nunca leería un ensayo, me paso el año ensayando, dando vueltas y analizando la situación socioeconómica. Quiero que me lleven a otros sitios". Se está leyendo IT, un clásico de su autor preferido, Stephen King. Con las primeras 100 páginas tiene claro por qué es su mejor libro. "Tiene un nivel de capas increíble, sale adelante, atrás y le sigues sin tener que apuntarte nada", asegura. Desde que tiene despertador y el móvil no entra en la habitación, lee hasta que se duerme y la cantidad de libros se ha incrementado hasta tres o cuatro al mes.

Aunque nunca deja de trabajar, el resto del año vive de una manera que para mucha gente serían vacaciones. El rato de sentarse y dibujar es muy corto, aunque siempre está pensando en viñetas. "Para mí es trabajar, pero puedo hacerlo flotando o estando en el campo". Le encanta pasear por paseos marítimos llenos de tiendas horribles y mirar suvenires feos, "de ahí siempre se pueden sacar ideas".

stats