Ocupaciones

Desempleos, presencia policial y nueva comisaría: la seguridad, en primera línea de la actualidad gerundense

El ayuntamiento gerundense desaloja un bloque de pisos y seis naves ocupadas en muy mal estado que generaban problemas de convivencia con los vecinos

Vigilancia policial durante el desalojo en el bloque ocupado de la calle Tomàs Mieres de Girona.
09/10/2025
5 min

GeronaMano dura del Ayuntamiento de Girona contra las ocupaciones de carácter delincuencial. Esta semana, después de días de control y presencia policial permanente en la zona, los Mossos d'Esquadra y la Policía Municipal han llevado a cabo un operativo para desalojar el bloque ocupado de la calle Tomàs Mieres, junto a las vías del tren. Un edificio conflictivo en el que, desde antes del verano, vivían una treintena de ocupas con la luz pinchada que generaban mucho malestar entre los vecinos, con quejas recurrentes de peleas, suciedad y ruido hasta altas horas de la noche.

El lunes a primera hora de la mañana furgones y coches patrulla acordonaban la zona, mientras los agentes despejaban el bloque e identificaban a los presentes bajo la mirada atenta de vecinos y curiosos. Solo hubo un detenido, no por resistencia a la autoridad, sino porque tenía un requerimiento judicial pendiente. Entonces, trabajadores municipales tapiaron los accesos con ladrillos y planchas de hierro, a la espera de que, en breve, se pueda derribar el edificio, que sufre graves deficiencias estructurales y supone un riesgo inminente. "La actuación se ha hecho de urgencia después de que el informe de los arquitectos técnicos certificara que la estructura está en muy mal estado y que es un peligro para las personas que vivían. Hemos acordado con la propiedad que se derribará seguramente la próxima semana", explica Sílvia Aliu, concejala de Seguridad. Todos los afectados pueden acogerse a Servicios Sociales si cumplen los requisitos y la policía hará seguimiento de todos los perfiles problemáticos que han abandonado el blog.

Controles e identificaciones policiales frente al bloque ocupado de la calle Tomàs Mieres.
El Ayuntamiento de Girona tapía los accesos al bloque de pisos ocupado de la calle Tomàs Mieres.

Los vecinos celebran su decisión después de un verano marcado por las molestias y los choques desagradables con los ocupas. "En el patio interior comunitario tiraban basura, colchones, muebles viejos, desechos y orinaban desde la ventana. Y, en agosto, todas las noches había peleas y discusiones", relata un vecino del bloque anexo. Sin embargo, el detonante que hizo encender aún más los ánimos de los vecinos fue la denuncia por violación de una menor de edad a mediados de septiembre en esta zona, donde también hay un otro bloque ocupado, en la ronda Ferran Puig, que el Ayuntamiento también quiere derrocar en breve. Los hechos ocurrieron hace un año, antes de que se instalaran los ocupas actuales, pero la denuncia coincidió con la difusión masiva por los grupos de WhatsApp de un audio escabroso en el que se alertaba de la supuesta peligrosidad del barrio.

Demolición de seis naves abandonadas y ocupadas en la carretera de Barcelona

La de la calle Tomàs Mieres no es el único bloque ocupado que el Ayuntamiento ha desalojado en los últimos días. La semana pasada, el consistorio empezó a derribar las seis naves abandonadas en el extremo sur de la carretera de Barcelona, ​​también en riesgo inminente de derrumbarse. Los trabajos costarán más de 400.000€ (a cargo temporal del consistorio, que los recuperará cuando algún inversor urbanice el solar) y durarán unos cuatro meses. Las naves, que ocupan más de 5.000 m², estaban en un estado muy degradado, con acumulación de desperdicios y presencia de indigentes, algunos de los cuales habían protagonizado peleas e incendios. Antes de empezar el derribo, la Policía Municipal desalojó a las personas que vivían, mientras Servicios Sociales intentaba buscar alternativas para los casos más vulnerables. "Las naves son propiedad privada, pero desde el Ayuntamiento nos hemos responsabilizado de su estado porque nos preocupa el bienestar del vecindario y la mejora del entorno urbano. Promovemos su demolición dentro del plan para convertir la carretera de Barcelona en una avenida", subraya el alcalde, Lluc Salellas.

El interior de las naves abandonas de la carretera de Barcelona, ​​llenas de suciedad.

Puertas abiertas en la nueva comisaría de Santa Eugenia

Una semana antes, en la zona oeste, el ayuntamiento gerundense inauguró la nueva comisaría compartida de Can Burrassó, en el barrio de Santa Eugenia, que también dará servicio a Sant Narcís y Can Gibert del Pla, los sectores más poblados de la ciudad. El equipamiento, abierto las 24 horas y 365 días del año, cuenta con una oficina de denuncias compartida entre la Policía Municipal y los Mossos d'Esquadra, y también trabajarán voluntarios de Protección Civil. El gobierno municipal, que ha organizado una jornada de puertas abiertas en el equipamiento, remarca que el espacio permitirá mejorar la sensación de seguridad entre los vecinos, la convivencia y la gestión del conflicto, además de coordinar la labor con servicios sociales, educadores y trabajo comunitario.

La inauguración de la nueva comisaría de la Policía Municipal en el barrio de Santa Eugenia de Girona.

Establecimiento de bandas criminales que se marchan de Barcelona

En este contexto, si bien no ha habido ningún repunte alarmante de delitos, los Mossos d'Esquadra de Girona reconocen que existe "un problema" con el establecimiento en la demarcación gerundense de bandas criminales vinculadas sobre todo a la producción de marihuana pero también a delitos asociados, como el tráfico de armas o personas. El cuerpo alerta de que la situación geográfica de la región –cerca de Francia, con mucho turismo y buenas vías de comunicación– facilita el asentamiento de estos grupos, que ven la zona como un enclave estratégico para operar con discreción. Igualmente, desde el departamento de Interior constatan que el endurecimiento de los controles contra los ladrones multirreincidentes en Barcelona está provocando que estos delincuentes se desplacen hacia otras ciudades como Gerona.

Juntos pide más control en el padrón

Todo ello ha situado la cuestión de la seguridad en la primera línea de la actualidad política. Quien más ha hablado ha sido la vicealcaldesa Gemma Geis, de Junts, que recientemente ha impulsado un cambio en la gestión del padrón municipal para que pase a depender directamente de la secretaría del consistorio, con el objetivo de combatir "fraudes y mafias de empadronamientos irregulares". Juntos condiciona también el apoyo a los presupuestos de 2026 a un aumento de los recursos para seguridad. Ganamos, de momento, se ha mostrado de acuerdo con las medidas, si bien insiste en la necesidad de separar a toda costa "inmigración y delincuencia". La oposición del PSC, por su parte, reclama una mayor presencia policial en la ciudad, critica el tono más duro de Junts y hace valer el papel de la Generalitat en las mejoras de la gestión de la seguridad en la ciudad.

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