Más de 150 gobiernos intentan pactar un tratado internacional contra la contaminación por plásticos
La ONU quiere combatir el impacto de un mercado de 580.000 millones que genera pérdidas marinas de 2,5 billones
BarcelonaLos plásticos se han convertido en un problema global. Envenenan los océanos, matan pájaros y animales marinos, y contaminan la comida y el agua que consumimos. Pero es un producto tan integrado en la vida diaria que ningún país puede luchar solo contra la contaminación que genera. Ahora la ONU intenta adoptar un tratado internacional contra la contaminación por plásticos, para comprometer a todos los países del mundo a tomar medidas. Es el principal objetivo de la cumbre de tres días que arranca este lunes en Nairobi (Kenia) del Programa de la ONU para el Medio ambiente (UNEP). Al menos 76 países, entre los cuales se encuentran todos los de la Unión Europea, llegan a Nairobi –donde habrá representación de más de 150 gobiernos– que han manifestado ya su apoyo a la creación de este tratado.
"Una de las medidas [que habría que incluir] es limitar la producción de plástico desechable, que constituye el 40% del que se produce. Pero los fabricantes de plástico ya están haciendo presión para que no salga adelante. En caso de que se apruebe una medida así, sería un paso muy importante para reducir la contaminación por plástico porque la mayor parte del plástico que se encuentra en las limpiezas de playas es desechables", explica al ARA la investigadora del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC) Cristina Romera-Castillo.
Estos días en Nairobi se debatirán dos propuestas de resolución. La propuesta presentada por Ruanda y Perú es la más ambiciosa. Apuesta por acordar un tratado internacional "que cubra todo el ciclo vital del plástico", con una perspectiva "holística" y de "circularidad", es decir, que podría imponer medidas también para reducir la producción de material plástico, además de reciclaje y reutilización. Los 27 estados de la UE y 49 gobiernos más, entre los cuales están Canadá, Japón y Reino Unido, se han adherido a la propuesta. Estados Unidos, con la nueva administración de Joe Biden, han hecho un giro de 180 grados y han expresado públicamente su apoyo a un tratado internacional de este tipo. Aun así, no se han sumado formalmente a la resolución.
La segunda propuesta de resolución, presentada por Japón, plantea, en cambio, que este tratado se centre solo en la contaminación marina (la primera propuesta aboga por combatir la polución por plásticos en todos los espacios) y se focaliza más en la gestión de los residuos plásticos, sin querer entrar en el campo de la producción.
Pero la producción de plástico no para de crecer. Es un mercado que mueve 580.000 millones de dólares, pero que, convertido en residuo y abocado al mar, genera unas pérdidas de riqueza marina por valor de 2,5 billones, según datos del UNEP. Y ni siquiera los estados desarrollados han resuelto la gestión de los desechos que generan. Más bien todo lo contrario, buena parte de los residuos plásticos simplemente se exportan a países del tercer mundo, principalmente en el Sudeste Asiático, teóricamente para que se reciclen allí. El resultado es que la mayor parte acaban abocados en el mar o contaminando el medio ambiente.
El informe elaborado por el UNEP para esta cumbre deja claro que "el objetivo" de un tratado global "habría de ser el cambio sistémico, el replanteamiento de cómo se producen, se utilizan y se eliminan los plásticos" para "ofrecer un planeta más verde" y a la vez "nuevas oportunidades de ocupación". El informe interpela tanto a gobiernos como a la sociedad civil y el sector privado y deja claro que la transparencia en cuanto a datos de producción y gestión de residuos tendría que ser también otra clave del tratado.
"Cada año llega al mar un 5% del plástico que se produce", y esta contaminación es hoy "uno de los problemas más grandes que afronta el océano", junto con la sobrepesca y la crisis climática, dice Romera-Castillo. "Pero es un problema del cual ni siquiera conocemos la magnitud porque solo se ha encontrado un 1% del plástico que llega al mar". El plástico que vemos, como la "sopa de plástico" que se acumula al norte del Pacífico, "es solo la punta del iceberg", dice la experta. "Además, el plástico y los compuestos químicos que suelta están llegando a nosotros a través del pescado y el marisco, y a través del agua", añade, en alusión al problema de los microplásticos (menos de 5 milímetros) que ya son imposibles de eliminar: "Ahora lo que hace falta es cerrar el grifo y fijar medidas para que no continúen llegando".