Largas colas y aglomeraciones en los colegios electorales de Chile para relevar a Gabriel Boric
Los candidatos de extrema derecha anuncian un frente común contra el aspirante progresista
BarcelonaMillones de votantes han participado este domingo en las elecciones presidenciales y legislativas en Chile, en una jornada en la que por primera vez el voto era obligatorio y que ha estado marcada por las aglomeraciones y las largas colas en los colegios electorales. Más de 15,7 millones de personas estaban llamadas a las urnas, entre ellas más de 800.000 extranjeros. Sin embargo, no ha habido incidentes destacables.
El más tempranero a votar ha sido Johannes Kaiser, líder del recién creado Partido Nacional Libertario y considerado el fenómeno de estos comicios, ya que hasta hace unas semanas no aparecía como presidenciable. "He comprometido mi apoyo a cualquier candidatura que se oponga a la continuidad de este mal gobierno", ha declarado en un céntrico barrio de la capital. Kaiser ha irrumpido en la campaña electoral con propuestas radicales sobre seguridad y migración. Además, defiende "sin complejos" la dictadura de Augusto Pinochet y el ultraconservadurismo en materia de libertades individuales.
Más tarde, en las afueras de la capital, el también ultraconservador José Antonio Kast, que ha intentado mostrarse más moderado durante la campaña electoral aunque es ultracatólico y padre de nueve hijos, también ha coincidido en que, si no queda segundo y en consecuencia no pasa en la segunda vuelta electoral, apoyará "la lista distinta a la del gobierno". O sea, a cualquier candidato de la derecha que se enfrente a la progresista Jeannette Jara, que es la sucesora del actual presidente saliente y que es la que se prevé que obtenga más votos este domingo, pero sin superar el 50% obligatorio para ser investida presidenta, según las encuestas.
Kast también defiende el legado de Pinochet. Es la primera vez desde el regreso de la democracia que hay dos candidatos que aplauden a la dictadura con posibilidad de convertirse en presidentes.
Pocas posibilidades
Las encuestas muestran que Jara tiene pocas posibilidades de llegar al Palacio de la Moneda si los candidatos de ultraderecha se unen y suman los apoyos de la derecha tradicional, cuya candidata, Evelyn Matthei, no ha aclarado todavía a quien apoyará la segunda vuelta. "Los chilenos votarán por alguien que efectivamente no esté tan politizado, sino que pueda salir adelante a nuestro país", ha afirmado. Matthei fue la preferida durante meses, pero ahora las encuestas la sitúan en cuarta posición. Desde 2006, el poder se ha alternado entre izquierda y derecha, y ningún presidente ha entregado la banda presidencial a un sucesor del mismo signo político.
La última en votar ha sido Jara, que representa la coalición progresista más amplia de la historia –desde los democristianos hasta el Partido Comunista–. "El odio, la crítica al otro y exacerbar el miedo no son para gobernar un país. Para gobernar un país es necesario tener capacidad de acuerdo y empatizar con los que viven cada día pensando si llegarán a fin de mes", ha declarado.
La campaña electoral se ha centrado en el aumento de la delincuencia y la percepción de inseguridad, pese a que Chile es uno de los países más seguros de América, con una tasa de homicidios del 6 por cada 100.000 habitantes en el 2024, según datos oficiales.