Atentado frustrado

Intento de magnicidio en Argentina

Un ciudadano brasileño detenido en Buenos Aires después de que tratara de matar a la vicepresidenta Cristina Fernández

ARA
3 min

BARCELONALa tragedia ha pasado rozando esta noche en Buenos Aires, madrugada en Catalunya. La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, ha sufrido un intento de asesinato mientras saludaba a la militancia que la esperaba delante de su domicilio, en el barrio de la Recoleta, poco después de las nueve de la noche, hora local.

Un ciudadano brasileño, Fernando Sabag Montiel, de 35 años, se ha acercado y, de acuerdo con las imágenes que se pueden ver en las redes sociales y diferentes medios locales, le ha puesto la boca del cañón de la pistola muy cerca de la mejilla izquierda. En otros vídeos se escucha incluso el clic del momento en el que pulsa el gatillo. La pistola estaba cargada con cinco balas, según ha confirmado la policía, pero no había ninguna en la recámara, lo que habría evitado que se disparara. El hombre ha sido detenido inmediatamente por los guardaespaldas.

El presidente Alberto Fernández ha calificado el intento de magnicidio como "el incidente más grave que ha pasado desde que recuperamos la democracia". Fernández también ha asegurado que el detenido pulsó el gatillo. Kirchner, de 69 años, ha salido ilesa. “Nos encontramos ante un hecho que tiene una gravedad institucional y humana extrema. Nuestra vicepresidenta ha sido atacada”, continuó el presidente. Alberto Fernández ha declarado la jornada de este viernes festiva en el país, sin escuelas ni eventos deportivos, y ya hay una gran manifestación de rechazo convocada al mediodía en el centro de Buenos Aires. La medida ha sido criticada desde la oposición porque se ve como una forma de azuzar a los partidarios del peronismo para salir a la calle.

Cristina Fernández, líder peronista, populista de izquierda, ejerció anteriormente como presidenta de Argentina entre 2007 y 2015, y fue primera dama del país entre 2003 y 2007, puesto que estaba casada con Néstor Kirchner, que murió en 2010.

La concentración delante de su domicilio era de apoyo ante el juicio al que se enfrenta por diferentes cargos de corrupción. La vicepresidenta considera que su calvario es un proceso contra el peronismo que representa.

En su discurso, de poco más de cinco minutos, el presidente Alberto Fernández ha hecho un llamamiento a "recuperar la convivencia democrática que se ha roto por el discurso del odio, que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos de la sociedad argentina". Un comentario que se puede leer contra la presión existente contra Cristina Fernández. "Los discursos del odio –ha seguido– generan violencia y no hay ninguna posibilidad de que el odio conviva con la democracia".

"Esto ha sido un intento de asesinato", ha escrito en Twitter el abogado de la vicepresidenta, Gregorio Dalbón, que ha instado a la justicia argentina a responder rápidamente. "El odio y la violencia acaban mal", ha afirmado, en la misma línea que el presidente Fernández.

"Este grave incidente exige una aclaración inmediata y profunda por parte del sistema de justicia y las fuerzas de seguridad", tuiteaba también Mauricio Macri, expresidente de la derecha, después del ataque. La cámara argentina, controlada por los aliados de Kirchner, tiene previsto crear un comité especial para investigar el intento de magnicidio.

Fernández de Kirchner, una figura muy polémica de la escena política argentina, se enfrenta a un máximo de 12 años de prisión por su supuesta implicación en una red de corrupción que implica un fraude con contratos públicos. Siempre ha negado su implicación en los hechos y ha calificado el juicio de "persecución política".

No hay pruebas inmediatas de que el presunto agresor tuviera motivaciones políticas. El presidente Alberto Fernández ha pedido al juez que instruye el caso que vele por la seguridad del detenido.

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