Japón

La mafia más poderosa de Japón anuncia el fin de una década de guerras internas

El grupo criminal Yamaguchi-gumi ha anunciado finalizar los enfrentamientos con discrepancias mientras nace una nueva Yakuza digital

TokioYamaguchi-gumi, el grupo mafioso más influyente de Japón, ha informado oficialmente a la policía sobre su voluntad de cerrar una etapa de enfrentamientos sanguinarios internos que ha durado más de diez años. En una carta enviada el pasado 7 de abril, los líderes del grupo Yakuza se comprometen a cesar las hostilidades con las facciones que se escindieron en los últimos años. Sin embargo, las autoridades niponas han recibido ese anuncio con cautela, ya que saben que el control sobre los grupos mafiosos sigue siendo una cuestión delicada.

Fundado en 1915 en la ciudad portuaria de Kobe, el Yamaguchi-gumi llegó a tener más de 20.000 miembros en su auge y se convirtió no sólo en el grupo Yakuza más influyente de Japón, sino también en uno de los más temidos del mundo. Pese a que su poder ha disminuido drásticamente en las últimas décadas debido a la presión legislativa y policial, su presencia sigue siendo significativa en el país: en 2023, el grupo contaba todavía con unos 3.300 miembros activos y unos 3.600 afiliados.

Cargando
No hay anuncios

El origen del grupo se remonta a una asociación de estibadores, pero fue evolucionando hasta convertirse en una organización criminal. Durante el caos de Japón de la posguerra, especialmente bajo el liderazgo de Kazuo Taoka, entre 1946 y 1981, la Yakuza se consolidó como una fuerza paralela que, pese a sus actividades criminales, aportaba cierta estabilidad social. Durante esa época, las redes de juego ilegal, extorsión y tráfico de drogas eran parte de sus actividades, mientras que también invertían en otros sectores, como en el inmobiliario, para blanquear su dinero.

Pero la tolerancia social y política hacia los grupos Yakuza empezó a desaparecer a partir de los años 80. Entre 1984 y 1989, el Yamaguchi-gumi vivió una guerra interna especialmente violenta, lo que comportó que el gobierno endureciera la legislación contra el crimen organizado. Son en estos años que se aprobaron leyes para limitar sus finanzas y estigmatizar su pertenencia.

Cargando
No hay anuncios

Una década de violencia

En el 2015, una nueva fractura sacudió al grupo criminal, con la creación del Kobe Yamaguchi-gumi, que dio lugar a una guerra abierta entre ambas facciones. movimientos, como la restricción del uso de oficinas o la prohibición de reuniones en espacios públicos

Cargando
No hay anuncios

El Tribunal de Distrito de Kobe ordenó recientemente el embargo de la residencia de Kunio Inoue, líder del clan Kobe de Yamaguchi-gumi. (unos 1,6 millones de euros) con una empresa afectada por un préstamo sospechoso. La propiedad, ubicada en el distrito exclusivo de Kita, fue formalmente embargada en enero y podría ser subastada próximamente Los abogados de Inoue han recurrido al Tribunal Supremo en un último intento por frenar el desalojo, pero si la sentencia se confirma.

Este caso ejemplifica la ofensiva legal contra el grupo Yakuza, que en los últimos años ha intensificado el control estricto sobre sus finanzas.

En ese contexto, el gesto del Yamaguchi-gumi puede entenderse como un intento de frenar su declive. Aún no se ha producido una respuesta oficial por parte del grupo disidente, pero este anuncio podría marcar el inicio del fin de una etapa especialmente violenta en la reciente historia del crimen organizado japonés.

Cargando
No hay anuncios

La policía, por su parte, ha acogido con escepticismo esta declaración y mantiene una vigilancia estrecha sobre los movimientos de los distintos clanes. Una tregua formal entre las facciones supondría un respiro para las fuerzas de seguridad y un cambio de rumbo en la larga historia de la Yakuza en Japón. Pero esa guerra no ha tenido vencedores. Según los datos publicados este mes por la Agencia Nacional de Policía (NPA), el número de miembros de la Yakuza descendió hasta 18.800 a finales de 2024, el nivel más bajo desde su registro (1958), y ya marca veinte años consecutivos de caída. Por primera vez, tanto los miembros formales como los asociados no afiliados cayeron por debajo de la barrera simbólica de los 10.000.

Las neo-Yakuza

Mientras las grandes mafias tradicionales como el Yamaguchi-gumi pierden terreno y miembros a un ritmo histórico, las autoridades japonesas detectan un preocupante auge de bandas criminales ad hoc, conocidas como las Tokuryū, que operan desde el anonimato y utilizan nuevas tácticas digitales. La vieja guardia desaparece lentamente por el efecto combinado de la presión legal, la estigmatización social y el envejecimiento de sus líderes, mientras que estas nuevas formas de criminalidad van ganando fuerza.

Cargando
No hay anuncios

Son grupos sin jerarquías claras, sin vínculos tradicionales, que reclutan mediante las redes sociales y cometen delitos desde el anonimato digital. En 2024, más de 10.100 miembros de estos grupos fueron arrestados por actividades delictivas relacionadas con el beneficio económico, una cifra superior a los arrestos entre las Yakuza tradicionales, que sumaron 8.249. Los delitos más frecuentes incluyen la venta de cuentas bancarias para el blanqueo de dinero, estafas online, robos violentos, tráfico de drogas y fraudes amorosos o inmobiliarios.

Cargando
No hay anuncios

Las Tokuryū se llevan a cabo muchas veces a través de ofertas de empleo ilegales conocidas como Yami Baito, trabajos oscuros que prometen grandes beneficios a cambio de participar en actividades ilegales. Según el NPA, aproximadamente el 40% de los arrestados fueron reclutados de esta forma. Pese a la magnitud de las operaciones, sólo un 10% de los arrestos corresponden a líderes o instigadores.

Según datos de la Agencia Nacional de Policía de Japón, de las 5.203 detenciones registradas por delitos relacionados con la obtención de beneficios económicos, la mayoría corresponden a fraudes seguidos de robos, delitos relacionados con drogas y hurtos. En menor porcentaje, ocupan las infracciones de la ley de negocios de entretenimiento, que regula establecimientos como los clubes nocturnos o los locales de ocio.

Cargando
No hay anuncios

Aunque las autoridades consideran que se trata de fenómenos diferentes, las fronteras entre la Yakuza tradicional y las Tokuryū comienzan a desdibujarse. En algunos casos, mafias consolidadas podrían utilizar estos grupos como pantalla o colaborar directamente con ellos. "La realidad es que muchas veces actúan juntos y se reparten los beneficios", reconoció Yoshinobu Kusunoki, director general del NPA, en una rueda de prensa el pasado 3 de abril.