El ataque ruso en Ucrania

Rusia participa en la reunión del G-20 en Bali

El ministro de Exteriores ruso se ha encontrado por primera vez cara a cara con los principales críticos de la invasión de Ucrania

ARA
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El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, y su homólogo chino, Wang Yi.

BarcelonaLa guerra de Ucrania y la inflación global son los principales temas en la agenda de la reunión de los ministros de Exteriores del G-20 que ha empezado este jueves en Bali. Con una presencia incómoda: el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, que se ha encontrado por primera vez cara a cara –a pesar de que a puerta cerrada– con los principales críticos de la invasión de Ucrania, en la cumbre de las veinte economías industrializadas y emergentes. 

Y es que el grupo de los 20 incluye tanto a los críticos que han impuesto sanciones contra Rusia y acusan al Kremlin de cometer crímenes de guerra en Ucrania como a los países que han tenido una posición más tibia ante la guerra, como China, Indonesia, India y Suráfrica. Después de verse con su homólogo chino, Wang Yi, Lavorv ha destacado la importancia de los lazos entre Moscú y Pekín, y ha cargado contra Occidente, a quien acusa “de intentar mantener su posición privilegiada y de dominio sobre las relaciones internacionales”. El chino ha aseverado que “a pesar de las dificultades” los dos países “continuarán juntos y compartiendo el mismo enfoque estratégico”. 

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, también se ha reunido con el canciller chino, a quien ha pedido que tenga un papel “más constructivo” y pare la “desinformación” alrededor del ataque ruso en Ucrania. 

No hay boicot occidental

Ni la ministra alemana, Analenna Baerbock, ni el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, han querido verse por separado con Lavrov, que se ha visto solo con el representante de Pekín. Y, sobrevolando las tensiones, el anfitrión, el indonesio Retno Marsudi, ha aclarado: “Estamos intentando crear una situación confortable para todo el mundo”, después de que los miembros del G-7 rechazaran participar a la ceremonia inaugural. Pero lo que la reunión ha constatado es que las amenazas occidentales de boicotear a la presencia rusa en todos los foros internacionales han acabado quedando en nada. 

La seguridad energética y alimentaria son las principales preocupaciones del encuentro, con las críticas de Europa y Estados Unidos por el bloqueo naval ruso a la exportación de cereales de Ucrania. En presencia del secretario general de la ONU, António Guterres, la cumbre tiene que abordar cómo paliar la crisis alimentaria y energética, que amenaza con acelerar “un hambre sin precedentes”. 

El presidente indonesio, Joko Widodo, se reunió la semana pasada con el ruso Vladímir Putin y el ucraniano Volodímir Zelenski para tratar de aproximar posiciones. Y es que el encuentro de ministros de Exteriores precede la de jefas de Gobierno, prevista entre el 11 y el 13 de noviembre en la isla. Putin ya ha confirmado que participará en la reunión, en la que se ha invitado a Zelenski de manera extraordinaria. Sin embargo, Kiev ha condicionado su participación a la situación militar en el país y a la presencia rusa en el encuentro.

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