Cinco mil soldados de fuerza de choque y maniobras conjuntas: así será el refuerzo militar europeo

La UE debate el veto a las compras de petróleo ruso ante la presión de los bálticos y las reticencias de Alemania o Italia

BruselasLa invasión rusa de Ucrania ha hecho "despertar" a Europa en muy sentidos. Uno de ellos, como ha dicho el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, este lunes, es la necesidad de tener voz propia en el ámbito de defensa y militar para garantizar así la seguridad de su ciudadanía, "envuelta de peligros desde Gibraltar hasta Ucrania", en palabras del exministro español, que ha anunciado con orgullo la aprobación de la llamada brújula estratégica, una hoja de ruta sobre la defensa y la seguridad europeas que no podía ser más oportuno. "Ahora ya es obvio que Europa está en peligro", ha dicho para reclamar que hay que invertir "más y mejor" en defensa.

"Hemos de pedir a los ciudadanos europeos más compromiso como contribuyentes para que la UE pueda garantizar mejor su seguridad; si no, estaremos en peligro", ha remachado el político catalán. En Versalles, los líderes de la UE se comprometieron justamente a aumentar esta inversión, siempre, sin embargo, insistiendo en la cooperación, la coordinación y la complementariedad con la OTAN, desde donde hace años que se reclama más implicación económica de Europa. Según esta hoja de ruta, que los líderes ratificarán también este jueves en una cumbre, la UE contará con una fuerza de respuesta rápida de 5.000 soldados y los diferentes ejércitos europeos harán ejercicios de manera conjunta. "No queremos crear un ejército europeo, pero tenemos que coordinarnos mejor", ha aclarado el alto representante de la UE.

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Dejar de comprar petróleo a Rusia

Pero Ucrania también ha sido un "despertar" para Europa en el ámbito energético, como ha reconocido el mismo Borrell. Europa ha tenido que ponerse a marchas forzadas a buscar maneras para deshacerse de la dependencia que tiene del gas ruso. Ahora supone el 40% del total, lo cual implica que diariamente la Unión paga facturas millonarias al Kremlin por el gas y el petróleo que le compra. Por eso, los países bálticos hace días que reclaman que Europa pare estas compras, pero los más dependientes, como Alemania, Italia, Hungría o Bulgaria, se muestran reticentes. Los ministros de Exteriores han hablado este lunes, en un debate "interesante" y "vivo", según Borrell, pero no se ha llegado a ningún acuerdo, a pesar de que hace días que se alarga en Bruselas.

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"No podemos cansarnos de imponer sanciones. Es inevitable empezar a hablar de petróleo", ha dicho el lituano Gabrielus Landsbergis, una de las voces más contundentes contra Putin entre los ministros de Exteriores desde que empezó la guerra. Por eso ha sido uno de los pocos que ha hablado de "líneas rojas" que Europa no puede permitir que Moscú traspase, como por ejemplo el uso de armas químicas. "Es la credibilidad de Occidente la que está en juego", ha sentenciado.

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Una de las claves que ha marcado el ritmo de la capacidad de reacción de la UE es Alemania, altamente dependiente del gas ruso, pero que también está buscando alternativas, por ejemplo con acuerdos con Qatar, para poder despejar esta vía. Estados Unidos ya anunció que dejaba de comprar petróleo a Rusia y por eso la visita a Bruselas de este jueves del presidente norteamericano, Joe Biden, también será clave. Lo ha dejado claro el ministro eslovaco Ivan Korcok, que ha explicado que sancionar al sector energético ruso es políticamente complicado: "Es muy difícil porque en una situación en la que dependes casi al 100% del petróleo y al 85% del gas rusos necesitas más tiempo; pero políticamente es el paso que tiene que estar sobre la mesa, y espero que se hable cuando venga el presidente de EE.UU.". Aun así, Borrell ha descartado que esta semana puedan formalizarse más sanciones.