Europa se rearma

La UE duplicará la financiación para el ejército ucraniano y aumentará "sustancialmente" la inversión en defensa

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La cabeza de la diplomacia europea, Josep Borrell, esta semana a la cumbre de Versalles.

BruselasEn Versalles, donde se firmó el tratado de paz de la Primera Guerra Mundial, ha sido donde un siglo después Europa ha sellado un compromiso histórico para rearmarse. La agresión de Rusia supone un "cambio tectónico para Europa", dice la declaración de Versalles en la que los veintisiete miembros de la Unión Europea se comprometen de manera clara a "incrementar sustancialmente el gasto en defensa". El adverbio es importante porque demuestra unanimidad a la hora de otorgar contundencia a este compromiso cuando, a menudo, los matices que otorgan palabras como sustancialmente cuestan horas de tira-y-aflojas diplomáticos para dar cabida a todas las sensibilidades alrededor de la mesa.

"La agresión de guerra de Rusia constituye un cambio tectónico en la historia europea", constata la declaración de Versalles con la que la Unión asegura haber tomado conciencia y compromiso de una "nueva realidad" que le obliga a emprender cambios tan trascendentales como este. La primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, lo expresaba claramente al llegar a la cumbre: "La invasión de Ucrania ha cambiado la seguridad de Europa. Me gustaría gastar el dinero de los impuestos de los suecos en escuelas, hospitales, mejores pensiones, pero desafortunadamente tendremos que gastar más dinero en defensa; por eso incrementaremos el gasto al 2% del PIB".

Suecia ya ha puesto, pues, una cifra a este "sustancialmente" de la declaración de Versalles, pero ahora habrá que ver cómo se materializa este compromiso en el resto de gobiernos y, sobre todo, en la UE como conjunto. No se trata de construir un ejército europeo, cosa que podría chocar con la OTAN, sino de coordinar políticas e inversiones de defensa de manera estratégica para ganar más soberanía y autonomía, dos de las palabras preferidas del francés Emmanuel Macron, que este viernes ha podido presumir del hecho de que el conjunto de la UE se comprometa ahora a andar en una dirección que hasta no hace tanto parecía "una fantasía francesa", ha dicho.

"Estamos de acuerdo en que tenemos que hacer más para garantizar la seguridad en Europa. Todos tenemos que gastar más en defensa de lo que hacíamos hasta ahora", ha dicho a su vez el canciller alemán, Olaf Scholz, en un cambio de posicionamiento germánico que también ha sido clave para que el conjunto de la UE pudiera avanzar en esta dirección. La retórica con la que algunos líderes han abordado un anuncio ciertamente histórico ha sido tan pomposa como el palacio que los acogía y, en palabras del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, lo que ha "consagrado" la invasión rusa de Ucrania es el "nacimiento de la defensa europea".

1.000 millones de euros para el ejército ucraniano

Para empezar a dar los primeros pasos, la Comisión Europea se ha comprometido a presentar a mediados de mayo un análisis sobre los principales vacíos en la inversión en defensa en Europa. La declaración apuesta por una Europa más "fuerte y capaz en el ámbito de seguridad" que invierta de manera "colaborativa" para promover el desarrollo tecnológico e industrial del Viejo Continente. De hecho, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha insistido en la necesidad de abordar este compromiso de manera conjunta, para evitar la "fragmentación". Los detalles de esta nueva estrategia se conocerán más en la próxima cumbre europea de finales de mes.

Antes, sin embargo, la cumbre de esta semana también ha abrazado las peticiones de Suecia y Finlandia, que no son miembros de la OTAN y que han pedido ser protegidos por la solidaridad europea. Ahora bien, de entrada, una de las medidas más tangibles en este rearme europeo es que la UE duplicará la inversión que prevé destinar a la financiación directa e inmediata de armas para Ucrania hasta los 1.000 millones de euros. Así lo ha anunciado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, este mismo viernes. La decisión de financiar armas para Ucrania con fondos europeos del llamado Instrumento para la Paz ya es en sí una medida sin precedentes que demuestra el cambio de paradigma europeo, de un "tabú" caído, en palabras del mismo Borrell.

Todo ello, sin embargo, supone gasto y Europa apenas veía salir los primeros rayos de luz después de la crisis económica que provocó la pandemia del coronavirus. Para responder a esta crisis, la UE ya hizo un movimiento sin precedentes: se endeudó de manera conjunta por primera vez en la historia para activar un plan de recuperación de 800.000 millones de euros que apenas empieza a andar. Sin embargo, aprovechando el empujón de un nuevo momento histórico, países como Francia, España o Italia presionan para repetir esta vía y hacer una nueva emisión de deuda europea que financie este aumento drástico del gasto en defensa y también las medidas que se tendrán que tomar para paliar las consecuencias económicas de la crisis energética que ya se está notando debido a la guerra. Por otro lado, una medida como esta ha abierto de nuevo la tradicional rendija entre norte y sur europeo. Países como Alemania, Suecia o los Países Bajos se oponen y prefieren optar por redirigir los fondos antipandemia que todavía no se han empezado a utilizar, por ejemplo.

El debate sobre una nueva respuesta fiscal europea conjunta es incipiente pero demuestra un cambio de mentalidad de una Unión Europea que se atreve a mantener y plantear debates que antes de la invasión de Ucrania o de la pandemia del coronavirus eran impensables. Y la declaración de Versalles deja claro este cambio "tectónico" en la historia europea, a pesar de que en la práctica todo esté por determinar.

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