Canadá destinará 40.000 millones a compensar a los niños indígenas discriminados

El paquete también incluirá inversiones en reformas para evitar que los abusos se vuelvan a repetir

El gobierno de Canadá destinará 40.000 millones de dólares a un fondo para compensar a los niños indígenas que sufren discriminación por parte de los servicios sociales y a poner en marcha reformas para evitar que esto se siga produciendo. Lo ha anunciado este lunes al atardecer el gobierno de Justin Trudeau, a pesar de que todavía no ha aclarado cuáles serán los criterios de elegibilidad para las compensaciones ni qué cantidad recibirán.

La decisión llega después de que un tribunal del país ratificara el pasado septiembre una sentencia de 2016 que condenaba al gobierno canadiense por haber discriminado a los niños indígenas en su sistema de servicios sociales. La sentencia reconocía el derecho de los indígenas a recibir los mismos recursos y ayudas que los niños no indígenas, y fijaba una compensación de 40.000 dólares para cada indígena que hubiera estado bajo control de los servicios sociales desde el 2006. Se calcula que unos 80.000 niños podrían optar a estas compensaciones.

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El gobierno canadiense anunció en un principio que recurriría la sentencia, pero los nuevos escándalos y revelaciones sobre los abusos que han sufrido las comunidades indígenas durante años en el país han forzado al gobierno de Trudeau a rectificar. Este mismo verano salieron a la luz fosas comunes encontradas dentro de los recintos de los internados para niños indígenas durante el siglo XX.

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"Hablamos de 30 años de fracaso", ha admitido el ministro de Relaciones Indígenas, Marc Miller, que ha asegurado que el nuevo fondo de 40.000 millones intentará "asegurar que no se repite el modelo que arrancaba a los niños [indígenas] de sus familias para dárselos a los servicios sociales". Aún así, no ha detallado qué niños recibirían compensaciones y de qué cantidad, ni las reformas concretas que se pondrán en marcha para "arreglar el sistema".

La sentencia de la que parte el movimiento, sin embargo, reclama poner fin a la discriminación de recursos para los niños indígenas dentro del sistema de servicios sociales canadiense y también que la atención a estos niños se haga dentro de su comunidad de origen. Una práctica habitual de los servicios sociales canadienses, especialmente en la segunda mitad del siglo XX, fue separarlos de sus familias, ya fuera para enviarlos a algunos de los internados especiales, donde se ha demostrado que sufrían abusos y en algunos casos se han encontrado fosas comunes, o para enviarlos con familias blancas que en algunos casos también abusaron de ellos, como se denunció en una sentencia de 2017 por la que el gobierno de Canadá tuvo que pagar 500 millones en compensaciones.