Derechos humanos

El castigo de ser gay en el país más homófobo de Europa

Cerca del 94% de los georgianos están en contra de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo

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Manifestantes anti-LGTBI protestando contra la celebración de la Marcha de la Dignidad, este lunes a Tbilisi

Tbilisi (Georgia)Ser homosexual en Georgia no es fácil. Ubicado en la intersección entre Europa y Asia, este país forma parte del Consejo de Europa y está en la lista de espera en las solicitudes de adhesión a la Unión Europea. Pero es el país con una tasa más alta de homofobia del Viejo Continente: el 94% de los georgianos están en contra del matrimonio homosexual.

Y más allá de las estadísticas, hay hechos. El Día del Orgullo Gay de 2021 se convirtió en una jornada de disturbios en el centro de la capital georgiana donde hubo múltiples agresiones e incluso un muerto. Grupos ultraortodoxos y de extrema derecha incitaron a la violencia contra los asistentes al acontecimiento y contra los periodistas que trabajaban para cubrirlo. Algunos embistieron a la multitud con motocicletas. Un cámara local murió unos días después, debido a los golpes que recibió cuando cubría el acto.

“Habitualmente son el blanco de agresiones homófobas, especialmente los transexuales. Su aspecto físico parece que sea demasiado para una sociedad que cree que los puede atacar sin ser castigada", explica Agatha, responsable de Comunicación de Pride Tbilisi, una organización que lucha por los derechos de la comunidad LGTB en el país transcaucásico. Se suma el hecho, dice, de no tener "una legislación fuerte que proteja y apoye" al colectivo; si bien es cierto que "hay una ley antidiscriminación", en realidad "no se implementa correctamente”, dice. Otro factor clave es el enorme peso que tiene en Georgia la Iglesia ortodoxa, que “está especialmente en contra de la homosexualidad y la gente LGTB”, dice Agatha.

Sin olvidar, tampoco, la influencia de Rusia, un país que está a punto de aprobar una legislación que amplía significativamente las restricciones a las actividades que promuevan los derechos de los homosexuales y de los bisexuales, así como los de la comunidad transexual. 

Rechazo privado

El rechazo a la homosexualidad en Georgia se da también en la esfera privada. "A veces son expulsados de su casa por sus propias familias" y, además, "les cuesta encontrar un buen trabajo porque muchos empresarios rechazan contratar a gente LGTB: muchos acaban trabajando por el salario mínimo”, apunta Agatha.

Uno de los miembros de la comunidad, Miko, resume el objetivo de Tbilisi Pride: “Estamos intentando recuperar el espacio público. Algunos grupos conservadores y ultraortodoxos dicen que no existimos. Ahora que está claro que estamos aquí, intentamos demostrar lo mejor de nosotros al público”.

Miko cree que una parte del gobierno georgiano los apoya "o como mínimo no son homófobos". "No puedo decir lo mismo de nuestro primer ministro, que ha expresado abiertamente opiniones homófobas”, añade. Irakli Garibashvili, el jefe de gobierno, aseguró que “el 95% de los georgianos están en contra de un desfile propagandístico", en alusión a la marcha del Orgullo Gay, y que "esto se tendría que respetar”. Y no solo eso, sino que añadió: “Los únicos que tienen que desfilar en Georgia son los militares”.

Para los representantes del colectivo la situación es cada vez más grave por el papel de los grupos de extrema derecha, cada vez más visibles en Georgia. Estos grupos fueron los que organizaron el pogromo del Día del Orgullo del 2021. Los extremistas llegaron a entrar en la sede del colectivo, en el corazón de la capital, y escalaron la fachada para arrancar la bandera arcoíris. Uno de los grupos que incitó a la violencia contra los manifestantes en el desfile, Alt Info, dijo que estaban "orgullosos de lo que habían hecho”. Lo dijo su líder en una entrevista con medios de Estados Unidos, en la que dijo que no condenaba la violencia de sus seguidores y aprobaba sus acciones. Le dice al entrevistador: “Puedo mentirte, pero no lo haré. No lo condeno. Hicieron lo que tenían que hacer”.

Después de la violencia del año pasado, el Día del Orgullo Gay de este 2022, el junio pasado, tuvo un perfil más bajo, con actividades como “conferencias, proyección de películas, bailes, conciertos y la celebración de la cultura LGTB”. "No había voluntad del gobierno de proteger el desfile”, dice Miko, y por eso decidieron no hacerlo. Los grupos ultraconservadores y de extrema derecha hicieron acto de presencia y en diferentes ciudades intentaron boicotear el acontecimiento. En la capital georgiana la policía detuvo a cerca de 26 personas que intentaron entrar en el espacio del festival. En otros lugares, quemaron y rompieron banderas del arcoíris, de la Unión Europea y de la OTAN.

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