Científicos chinos encuentran nuevas muestras de agua en la Luna que indican una potencial gran reserva hídrica

BarcelonaUn equipo de científicos chinos ha descubierto nuevos restos de agua en vidrios de impacto en la superficie de la Luna, cosa que podría indicar que hay una gran reserva hídrica en el satélite y podría suponer una ventaja significativa para futuras misiones humanas. Un grupo liderado por el profesor Sen Hu, de la Academia China de Ciencias, ha publicado en la revista especializada Nature Geoscience los resultados de un estudio elaborado a partir de las muestras recogidas por la sonda Chang-e 5 en 2020.

Muchas misiones lunares anteriores ya han confirmado la presencia de agua estructural o en forma de hielo sobre la Luna, pero los científicos creen que tiene que haber reservas hídricas que todavía no se han identificado y que tengan la capacidad de retener el agua en el satélite y que no se escape al espacio. Las muestras enviadas a la Tierra por la Chang-e 5 contienen vidrios de impacto que probablemente se formaron a altas temperaturas después del choque de meteoritos. "La Luna está constantemente bombardeada por elementos de impacto, como micrometeoritos o grandes meteoritos, que producen vidrios de impacto durante acontecimientos de alta energía y altas temperaturas", ha explicado Sen Hu a la agencia Reuters. El grupo de científicos chinos –también participan dos investigadores de universidades británicas– ha descubierto que estos vidrios contienen pequeñas cantidades de agua formadas por la acción del viento solar en la superficie de la Luna. Según este estudio, se estima que la cantidad de agua alojada en los vidrios de impacto en el suelo lunar puede llegar a 270.000 millones de toneladas.

El viento solar es una corriente de partículas cargadas sobre todo de protones y electrones que emanan de la parte más externa de la atmósfera del sol y penetran ne el sistema solar. "El agua derivada del viento solar se produce por la reacción del hidrógeno solar con el oxígeno presente en la superficie de los vidrios lunares", ha explicado Sen, que ha detallado que estas esferas actúan como un tipo de esponja para el agua. Los científicos chinos ven como una investigación prometedora la obtención del agua de estos vidrios a través de un proceso de calentamiento para liberar vapor que después se convierte en líquido a través de la condensación.

"El agua es el producto más buscado para permitir la exploración sostenible de las superficies planetarias", afirma Sen Hu. Por eso es importante saber cómo se produce el agua en la Luna, para hacer sostenibles futuras exploraciones, incluyendo posibles bases lunares a largo plazo con astronautas. A pesar de que la Luna no alberga las cantidades de agua que caracterizan a la Tierra, los científicos creen que sí hay reservas hídricas considerables, por ejemplo el hielo que hay en zonas donde nunca da el sol y también atrapadas en minerales.

La misión china Chang-e 5 aterrizó en diciembre del 2020 en el Mons Rümker, una zona ubicada en una región de la cara cercana de la Luna conocida como Oceanus Procellarum (Océano de las Tormentas). Este hecho supuso un éxito en la carrera espacial de Pekín, puesto que se trataba de la primera misión que transportaba muestras lunares desde la misión soviética Lunik 24 en 1976, y convertía a China en el tercer país del mundo en hacerlo, después de los Estados Unidos y la Rusia soviética.