América Latina

Detenida e inhabilitada la única opositora que podía desafiar a Ortega en Nicaragua

Cristiana Chamorro, bajo arresto domiciliario horas después de formalizar su candidatura a las presidenciales del 7 de noviembre

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Cristina Chamorro

BarcelonaCristiana Chamorro Barrios, la figura de la oposición nicaragüenca que tenía más opciones de desafiar y desbancar a Daniel Ortega en las elecciones presidenciales del 7 de noviembre, ha sido inhabilitada y se encuentra en arresto domiciliario. Chamorro, hija de la ex presidenta Violeta Chamorro (1990-1997), que derrotó a Ortega en 1990, ha sido procesada por la Fiscalía acusada de blanqueo de dinero. La líder opositora se estaba preparando para dar una rueda de prensa virtual para denunciar el bloqueo judicial a su candidatura cuando la policía entró en su casa para hacer efectivo el arresto domiciliario. Lo ha denunciado su hermano, el editor de Confidencial, uno de los principales diarios opositores.

Chamorro, una periodista de 67 años, dirigía una fundación por la libertad de prensa. Tanto la sede de la fundación, que lleva el nombre de su madre, como la redacción del diario fueron registrados por la policía el mes pasado. El caso de blanqueo de dinero es por la gestión de la fundación, que tuvo que cerrar en febrero para no verse sometida a la ley de agentes extranjeros, promovida por el régimen para controlar la financiación de los medios de comunicación.

Después del regreso de Ortega al poder en 2007, junto a su mujer y vicepresidenta, Rosario Murillo, el régimen se ha visto cada vez más aislado internacionalmente y más cuestionado en el interior. El 2018 hubo una oleada de protestas populares exigiendo su dimisión, que fue duramente reprimida por grupos paramilitares. "En los últimos tres años Ortega ha hecho una ofensiva contra la libertad de prensa, en el marco de un momento de convulsión social", explica el analista Sergio Maydeu. "Ante las elecciones, Ortega y su mujer han intentado fiscalizar las organizaciones que trabajan en materia de derechos humanos y libertad de prensa haciéndolas inscribirse en un registro, y además cada mes tienen que rendir cuentas al gobierno nicaragüense. Muchas entidades han decidido cerrar para no constar en esta lista negra. Además, hemos visto un ataque abierto a los medios que no están controlados por el sandinismo, detenciones y acoso", añade.

Erika Rodríguez, coordinadora de América Latina de la Fundación Alternativas, recuerda que "hace tiempo que Ortega fuerza las leyes para vallar el camino a cualquier opositor con opciones, y esta ley es una maniobra para evitar que haya cualquier desafío al régimen con apoyo del exterior". Y apunta: "Es una deriva autoritaria con la que Ortega busca mantenerse en el poder a cualquier precio con una presunción de democracia. La represión ha sido feroz contra los opositores y el malestar interno es creciente, también por su gestión negacionista de la pandemia".

Alcurnia de periodistas

Los Chamorro son una alcurnia de periodistas: el padre, Joaquín Chamorro, dirigió el diario La Prensa y estuvo detenido y exiliado por la dictadura de Anastasio Somoza, antes de ser asesinado en 1978. Cristiana Chamorro es la vicepresidenta del diario. "Desde la perspectiva europea se le puede considerar una política de derechas, pero este eje no funciona, porque Ortega teóricamente representaría la izquierda pero está haciendo política de derechas. Lo que está en debate ahora son las libertades", apunta Maydeu. "No hay una oposición reconocida porque todos los intentos de construirla han sido rápidamente eliminados por Ortega, y la hija de Chamorro es la única que se ha mantenido y podría liderar una transición", añade.

Rodríguez destaca que Chamorro "siempre ha tenido una fuerte presencia en el país, no es una cosa nueva: no tiene el carisma de su madre pero es la opositora más popular por su defensa de las libertades y porque como periodista ha sacado a la luz temas que el gobierno quiere silenciar". El empeoramiento de las condiciones sociales en el país por la gestión negacionista que ha hecho Ortega de la pandemia ha aumentado el potencial de inestabilidad.

Chamorro era la mejor posicionada en las encuestas para hacer sombra a Ortega, que busca su tercera reelección consecutiva. El martes la Fiscalía la procesó por varios delitos y pidió que fuera inhabilitada, solo unas horas después de que fuera a la sede del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) para inscribirse en las primarias para elegir el candidato opositor. Este es el único espacio que tiene la disidencia política para medirse contra Ortega en las urnas, en un sistema electoral sin garantías. Ningún organismo internacional da credibilidad a las elecciones del 7 de noviembre, puesto que no se puede presentar quien quiera, los medios independientes están bajo asedio y la oposición es prácticamente inexistente después de años de represión política. "La única voz que puede contrarrestar a Ortega es Chamorro, y ahora que no se puede presentar la gran pregunta es que hará la oposición. Si no surge otra figura todavía serán unos comicios menos creíbles", dice Maydeu.

Respuesta internacional

Los Estados Unidos ya se han posicionado tildando la detención de Chamorro de arbitraria. En un tuit, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, ha criticado que Ortega tenga "miedo a unas elecciones libres y justas".

La Organización de Estados Americanos ha advertido que "Nicaragua se encamina hacia las peores elecciones posibles" y que con la eliminación de la candidatura de Chamorro toda la credibilidad del gobierno y del sistema electoral del país se han perdido.

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