EasyJet veta a pasajeros siguiendo arbitrariamente las reglas covid
Una pareja de catalanes, forzados a retrasar un día su vuelta desde Londres por las prácticas de la compañía
LondresLa impunidad de las compañías aéreas sigue siendo uno de los agujeros negros de la legislación comunitaria. Cuando a esta endémica situación se añade la casuística provocada por el covid y, encima, por el Brexit, el resultado es una suma de despropósitos y arbitrariedades que acaba costando dinero y tiempo a los pasajeros. Y a la hora de reclamar, si se deciden a hacerlo, aunque sea por principios, no tienen fuerza ante los operadores. Como tampoco las agencias públicas de defensa de los consumidores, igualmente impotentes.
Esta historia empieza en la puerta de embarque del avión que hacía el vuelo EZY2267 Londres/Luton - Barcelona el 10 de octubre a las 17.50 horas. Sonia y Albert, una pareja residente en Barcelona, están a punto de subir después de una breve estancia en Londres. Pero la persona que controla la identificación, las tarjetas de embarque y, ahora, el pasaporte covid les dice que no pueden volar. "¿Cómo? ¿Qué dice ahora? Es broma, ¿no?" "No. Lo siento. No pueden volar salvo que tengan un test de antígenos negativo".
¿Hay alguna explicación para que les cerraran la puerta literalmente en las narices? ¿Necesitaban, realmente, lo que les pedían?
Descoordinación
La razón última del lío es la imposibilidad manifiesta de que la Unión Europea (UE) se coordine con el Reino Unido del Brexit en este y en todos los ámbitos y el hecho de que la política sanitaria para combatir una pandemia global se ha hecho desde ámbitos nacionales. Así, Londres no reconoce como válido el pasaporte covid que la UE emite para las personas que después de pasar la enfermedad hayan recibido solo una dosis, si la pauta completa de la vacuna (Pfizer, Moderna o AstraZeneca) son dos. No sería el caso de Janssen, que solo es una.
El Consejo Interterritorial de Salud español indica que hace falta una única vacuna para que la pauta sea considerada completa en el caso de tener anticuerpos naturales por haber pasado la enfermedad. El propio Consejo recomienda administrarla seis meses después de haber superado la infección. Era el caso de Sònia y Albert. Los pincharon con Moderna. Su pasaporte covid recoge, pues, el dato 1/1. Pauta completa. Muchos países europeos también lo hacen igual. Pero no el Reino Unido, que ni está en la UE ni sus políticas sanitarias tienen nada que ver. Los datos lo sostienen. Este lunes ha llegado a los 49.156 casos, tiene una incidencia de 423 por 100.000 habitantes, la ratio de mortalidad más alta del continente y también las cifras absolutas más disparadas: 161.798 muertos.
La letra pequeña del gobierno británico explica qué se entiende por vacunación total: "Significa que habéis tenido una pauta completa de una vacuna aprobada [Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Janssen] al menos 14 días antes de llegar a Inglaterra. El día que os han administrado la dosis final no cuenta como uno de los 14 días". Y en otro documento web, se añade: "Si os inmunizaron con una vacuna de dos dosis (Moderna, Pfizer/BioNTech, Oxford/AstraZeneca o una combinación de ellas), las tendréis que haber recibido las dos para consideraros completamente vacunados para viajar al Reino Unido. Esto se aplica en todos los casos, incluso si os habéis recuperado recientemente del covid-19 y tenéis inmunidad natural". Sònia y Albert recibieron Moderna. Para España, están completamente vacunados. Para el Reino Unido, no. Y al llegar, además, se tuvieron que confinar. ¿Una discriminación?
La tercera razón
Hay todavía una tercera razón, quizás la más relevante, por la que la pareja no pudo volar de vuelta a Barcelona. Y es que en el control de EasyJet les pidieron un test de antígenos negativo antes de subir al avión justamente porque no tenían, de acuerdo con el criterio británico, la pauta completa. "De nada valió que razonáramos que volvíamos a Barcelona, y que el gobierno español nos reconocía como vacunados completamente", evoca Sònia. La pareja –y seis personas más, en este caso porque no llevaban a mano el documento QR del pasaporte covid– fueron llevadas a la terminal. Y ahí empezó otro baile.
"Les puedo conseguir otro billete para más tarde si tienen los tests de antígenos", les dicen. Pagan, pues, 40 euros cada uno para hacérselo de urgencia en el propio aeropuerto con la esperanza de que los reubiquen en el vuelo siguiente. Pero cuando tienen la prueba negativa todas las plazas se han ocupado. Buscan otros vuelos y acaban en uno de Ryanair para el día siguiente, en este caso, desde Stansted, a 65 kilómetros de distancia de Luton. "Traslado, test y billetes, 500 euros más, más o menos".
En la puerta de embarque de Ryanair en Stansted les confirman que no tienen que presentar ningún test de antígenos porque vuelan a España y España los reconoce como vacunados completamente. Lo mismo que ellos dos argumentaban. Ryanair les dice que se han encontrado con casos parecidos. Este cronista ha preguntado oficialmente a EasyJet cuál es su política y si han impedido volar a más gente por las razones apuntadas. La respuesta ha sido el silencio.
¿Qué hace la UE?
Sònia todavía tiene otras preguntas. "¿Qué tenemos que hacer para poder volver tranquilamente al Reino Unido o para salir de la Unión Europa los que hemos pasado el covid y solo nos han puesto una dosis?" El departamento de Salud asegura al ARA que "sí se puede administrar la segunda dosis a las personas que tengan que entrar en el Reino Unido o a algún otro país que exija esta segunda dosis, especialmente si lo tienen que hacer por motivos laborales".
A pesar de que Sònia ha reclamado a EasyJet, la respuesta ha sido vaga. Tanto como la inacción de la Unión Europea, o de los gobiernos estatales, incapaces de hacer entender al Reino Unido que a veces no hay que haber sido vacunado con Janssen para que con una sola dosis un ciudadano con anticuerpos naturales esté totalmente protegido. Una vez más, impunidad de las líneas aéreas, covid y Brexit forman un cóctel carísimo.