Encuentran restos del primer hombre que intentó coronar el Everest hace 100 años
Una expedición de National Geographic localiza lo que podría ser la bota y el pie de Andrew 'Sandy' Irvine
BarcelonaHace cien años, el 8 de junio de 1924, el escalador británico Andrew Sandy Irvine y su compañero George Mallory encaraban el último tramo de su escalada hacia la cima Everest. Querían ser las primeras personas en coronar la montaña más alta del planeta. Pero ese día sería la última vez que los verían con vida. Noel Odell, colega de expedición, fue el último en certificarlos vivos. Odell les vio superar el último paso técnico antes de llegar a la cima y un instante después la niebla se les zampó. Ahora, apenas un siglo más tarde, una expedición de National Geographic ha localizado lo que podrían ser los restos de Sandy Irvine. El hallazgo se produjo en el glaciar Rongbuk Central, ubicado bajo la cara norte de la montaña.
En concreto, la expedición de National Geographic se topó con una bota descongelándose. Dentro encontró dos sorpresas. La primera, los restos de un pie; y la segunda —que descubriría el alcance del hallazgo—, el calcetín en el que había una etiqueta en la que se podía leer inequívocamente "AC Irvine". "Es la primera evidencia real de dónde acabó Sandy", dice el director de la expedición y fotógrafo Jimmy Chin. Hasta ahora había habido muchas teorías sobre dónde podría estar su cuerpo. Se cree que el deshielo de la zona habría posibilitado ahora detectar la bota.
La expedición de Irvine y Mallory ha sido a lo largo de los años objeto de especulaciones: ¿llegaron a ser los primeros en coronar el Everest o fallaron antes de llegar a la cima de la montaña? Hasta ahora, la respuesta ha sido imposible resolver. De haber podido llegar hasta el punto más alto del mundo, se habrían adelantado hasta 29 años al neozelandés Edmund Hillary y al sherpa nepalí Tenzing Norgay, considerados ahora los primeros en llegar a la cima.
Sandy era el único de los dos de los que no se sabía nada, hasta ahora. Mallory fue hallado en 1999 por el alpinista Conrad Anker. La expedición de hace 25 años fue capaz de encontrar distintos restos de Mallory que parecían indicar que había sufrido una caída. La ubicación de ese hallazgo, más atrás del punto donde los había visto por última vez Odell, según muchos podría indicar que ya estaban de vuelta, lo que podría querer decir que llegaron a la cima.
La gran pregunta podría resolverse pronto. Tal y como explica National Geographic, se cree que Irvine llevaba una cámara de fotos en el bolsillo. Ahora, si se pueden localizar nuevos restos, las dudas podrían desvanecerse.