Europa

La escisión del M5E amenaza la estabilidad de Italia

La versión oficial argumenta diferencias irreconciliables respecto al envío de ayuda militar a Ucrania

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El primer ministro italiano, Mario Draghi, y el ministro Luigi di Maio.

RomaEra un divorcio anunciado. El Movimiento 5 Estrellas, el partido anticasta fundado por el cómico Beppe Grillo hace más de una década, se divide. El que fue uno de sus representantes más carismáticos, Luigi Di Maio, actual ministro de Asuntos Exteriores, abandona el partido y se lleva más de medio centenar de parlamentarios disidentes decepcionados con el liderazgo del ex primer ministro Giuseppe Conte, actual jefe político de la formación.

La versión oficial argumenta diferencias irreconciliables respecto al envío de ayuda militar a Ucrania. Pero a nadie en Italia se le escapa que la tregua política ha acabado, después de más de dos años de pandemia, y los partidos ya se preparan para las elecciones generales del año que viene, que amenazan con condenar a los grillini a la irrelevancia política. Ahora la cuestión es saber cómo la escisión de la primera fuerza parlamentaria afectará a la estabilidad del Gobierno de unidad nacional encabezado por el expresidente del BCE, Mario Draghi.

La guerra en Ucrania divide desde hace semanas el Parlamento italiano. El Movimiento 5 Estrellas, junto con la Liga de Matteo Salvini, se opone al envío de armas a Ucrania y reclama “una solución diplomática” al conflicto. Una posición estratégica que representa a la mayoría de los italianos, que, según las últimas encuestas, no comparten la decisión del Gobierno de armar a Kiev. Luigi Di Maio, sin embargo, apoya a Draghi en su intención de proporcionar ayuda militar al Gobierno de Volodímir Zelenski. La tensión llegó a su punto más alto el fin de semana pasado, cuando el ministro de Exteriores acusó a su todavía partido de poner en peligro la seguridad de Italia. Unas críticas que provocaron una rebelión dentro del partido, la cúpula del cual se reunió de urgencia para estudiar la posible expulsión de quien fuera su líder.

Finalmente, la decisión se aplazó, pero Di Maio decidió avanzarse y, después de comprobar que tenía suficientes apoyos para crear su propio grupo parlamentario, abandonó la formación dando un golpe mortal a Conte, a quien acusó de alejarse de los valores de la Unión Europea y de la OTAN. “Han intentado llevar la contraria y atacar la estabilidad del Gobierno por razones ligadas a la crisis electoral. La guerra no es un show mediático. Y las personas muertas son reales. Hay que elegir de qué lado de la historia estar”, lanzó Di Maio anunciando la salida.

Batalla interna

Más allá de las discrepancias respecto a la guerra en Ucrania se esconde una batalla interna por el liderazgo del partido, que ha sufrido una sangría de votos desde que ganó las elecciones en 2018. La brecha entre Di Maio y Conte ha ido aumentando desde que este último consiguió las riendas del partido el verano pasado, después de someterse a una polémica votación online. Unos meses antes, el actual responsable de Exteriores había dimitido como líder de la formación, arrastrado por las críticas internas y la deserción de medio centenar de parlamentarios disidentes.

En juego también está la propia supervivencia de los protagonistas. En el horizonte están las próximas elecciones generales, que se celebrarán a principios de 2023. El nuevo Parlamento reducirá un tercio el número de escaños gracias a una reforma constitucional impulsada precisamente por grillini. Y muchos de los actuales diputados y senadores se quedarán fuera de las listas de Conte. Además, el límite de dos mandatos que prevén los estatutos internos del partido obligará a muchos de los actuales pesos pesados de la formación a despedirse en unos meses de la vida política. Incluido, Luigi Di Maio, que fue elegido diputado por primera vez en 2013.

“¿Hay alguien que ya no cree en las reglas del juego? Que lo diga con valentía, baje las armas de distracción de masa y hable con sinceridad”, intervino el fundador, Beppe Grillo, en un mensaje que fue interpretado como una invitación a Di Maio a abandonar el barco.

El nuevo grupo parlamentario se llamará Juntos por Italia y estará formado por más de medio centenar de diputados y senadores grillini, algunos de los cuales ocupan lugares de responsabilidad al actual Gobierno italiano. El embrión, probablemente, de una nueva formación centrista, atlantista y europeísta liderada por Di Maio. Todo lo contrario que defendía cuando estaba al frente del M5E.

El terremoto en el seno de lo que hasta ahora era el primer partido en el Parlamento podría cambiar los equilibrios dentro del ejecutivo de unidad nacional y acabar pasando factura al Gobierno de Mario Draghi. La escisión del M5E convierte a la Liga de Matteo Salvini en el partido con más representación parlamentaria, aunque su hipotética salida de la coalición gubernativa no pondría en riesgo la supervivencia del ejecutivo. Por parte suya, Conte ha asegurado que mantendrá su apoyo al primer ministro y ha garantizado su compromiso con “el pueblo y las instituciones ucranianas”.

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