Estados Unidos gana la apelación y Assange podría acabar siendo extraditado
El fundador de Wikileaks hace 11 años que vive un calvario judicial y desde hace dos y medio permanece encerrado por la persecución de la Casa Blanca
LondresLa corte de Apelación del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales ha resuelto esta mañana de viernes contra Julian Assange, de 50 años. El fundador de Wikileaks y activista por la libertad de información hace once años que vive un calvario judicial en el Reino Unido para evitar, primero, una extradición a Suecia que temía que acabara posteriormente en los Estados Unidos, y después una directa a Washington. Ahora, el tribunal tumba, de momento, la esperanza de Assange de salir libre y se encuentra un paso más cerca de una prisión norteamericana. Con todo, todavía podría haber una nueva apelación de su equipo legal ante el Tribunal Supremo del Reino Unido. Lo que, de momento, queda claro es que Assange no saldrá libre, tal y como su mujer, Stella Moris, había tuiteado hace solo unos minutos, antes de que se hiciese pública la sentencia. "Espero que la Audiencia acabe hoy esta extradición abusiva y reivindicativa para que nuestros hijos puedan pasar la Navidad con su padre".
Detrás de esta persecución se encuentra el hecho de que Assange expuso las vergüenzas y las atrocidades de la administración norteamericana en las guerras de Irak y Afganistán y, entre otras informaciones, reveló, también, 250.000 documentos secretos de comunicaciones del departamento de Estado con sus embajadas.
El pasado mes de enero, la jueza Vanessa Baraitser, del Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales –conocido como Old Bailey–, denegó, en función de criterios centrados en la salud física y mental de Assange y el potencial riesgo de suicidio si era enviado a los Estados Unidos, la extradición. Los Estados Unidos recurrieron la decisión y el octubre pasado tuvo lugar la vista, el veredicto de la cual se acaba de hacer público.
A pesar de la resolución de principios de enero favorable al australiano, Assange ha seguido privado de libertad en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el sudeste de la capital británica. La jueza Baraitser tuvo en cuenta como un factor determinante para mantenerlo encerrado el hecho de que el activista cuenta con "enormes redes de apoyo en caso de elegir volver a esconderse".
También influyó en la decisión el hecho de que en julio de 2012 Julian Assange rompió la libertad condicional de la que disfrutaba, cuando el Tribunal Supremo del Reino Unido determinó que tenía que ser extraditado a Suecia, donde se lo reclamaba para responder de un presunto delito de abusos sexuales y de otro de violación, hechos que siempre ha negado, y que ya han sido retirados. Entonces, Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres durante casi siete años, de donde fue expulsado. Finalmente, fue detenido en abril de 2019. Desde entonces, debido a la persecución judicial de los Estados Unidos, que ha tomado a Assange como cabeza de turco, ha permanecido encarcelado. Sus partidarios siempre han asegurado que se trata de un ataque contra la libertad de expresión.