Internacional

EEUU veta por tercera vez una resolución de la ONU por el alto el fuego en Gaza

Washington insinúa sin fecha concreta la presentación de una propia pero muy condicionada

ARA
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La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ayer durante la votación en el Consejo de Seguridad.

BarcelonaLa Casa Blanca ya no sabe qué hacer para contener al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que sigue desoyendo todas las peticiones internacionales para que ponga fin a la continua matanza de civiles en Gaza. El equilibrio de Washington ante la catástrofe humanitaria que está teniendo lugar, y que aún puede ser más brutal si Israel entra finalmente en Rafah, como el domingo amenazó al ministro de Defensa, es cada vez más insostenible.

Aún así, este martes ha vuelto a vetar, por tercera vez, una resolución de Naciones Unidas, presentada por Argelia, en la que se pedía un "inmediato alto el fuego". Pero para salvar la cara, extraoficialmente, Estados Unidos ha hecho circular un borrador de resolución en el que se afirma que "debería haber un alto el fuego temporal lo antes posible". En resumen, al menos por el momento, papel mojado.

Tras el veto de Estados Unidos, la embajadora norteamericana en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha puesto sobre la mesa el borrador de la propuesta de Washington de resolución alternativa, aunque todavía no se ha distribuido formalmente a los miembros del Consejo de Seguridad. El texto, dijo, abordaba muchas preocupaciones conjuntas, incluido "el destino de los civiles en Rafah", y quiso dejar claro que "una importante ofensiva terrestre" sobre la ciudad del sur de la Franja no debería continuar. También ha dicho que un alto el fuego temporal es "fundamental" para conseguir que llegue más ayuda a los civiles palestinos "que la necesitaban desesperadamente" y para "la liberación de todos los rehenes". De momento, sin embargo, no hay ninguna fecha fijada para presentar este borrador al Consejo de Seguridad para que se vote.

Sin embargo, algunos miembros del Consejo de Seguridad han cuestionado los motivos de Estados Unidos para vetar la resolución de Argelia. La embajadora Greenfield ha asegurado: "Esto no es un esfuerzo estadounidense por cubrir una inminente incursión terrestre. Más bien, es una declaración sincera de nuestra preocupación por los 1,5 millones de civiles que han buscado refugio en Rafah. Hay que proteger los civiles". Pero lo cierto es que la situación es del todo insostenible y que Tel-Aviv hace caso omiso al presidente Joe Biden.

Aun así, la llamada de EEUU a un alto el fuego temporal es el lenguaje más duro utilizado hasta ahora por la administración Biden. Pero sigue sin igualar el abrumador consenso internacional que pide ya un alto el fuego inmediato. Trece de los quince miembros del Consejo de Seguridad apoyaron la resolución de Argelia, mientras que el Reino Unido se abstuvo. El embajador de Argelia Amar Bendjama, por su parte, argumentó sobre la posición de Washington: "Un voto en contra de cada borrador es un aval de la violencia brutal y el castigo colectivo de los palestinos".

Horas antes de que la Casa Blanca volviera a vetar la resolución, el diario The New York Times filtraba el documento al que se refirió la embajadora Greenfield. Se lee que una invasión de Rafah "tendría graves implicaciones para la paz y la seguridad regionales" y no debería ocurrir "en las circunstancias actuales". Y también que una gran ofensiva terrestre en Rafah podría causar un éxodo en los países vecinos. Egipto, que limita con Rafah, alerta de que un desplazamiento masivo pondría en peligro su seguridad y, de hecho, ya blinda la frontera. En el proyecto de resolución, el apoyo de Estados Unidos a un alto el fuego temporal está condicionado a un acuerdo para liberar a todos los rehenes en manos de Hamás y que se eliminen todas las trabas a la entrada de ayuda humanitaria en la Franja. Y la representación estadounidense sigue insistiendo en que existen conversaciones en este sentido.

Así, las negociaciones para un alto el fuego se mantienen en El Cairo. Este martes el líder de Hamás en el exilio, Ismail Haniyeh, se ha desplazado a la capital egipcia junto a otros miembros del movimiento islamista para reunirse con representantes del régimen de Abdel Fattah al Sisi.

Tres vetos consecutivos

Estados Unidos es el único miembro del Consejo de Seguridad que ha votado con la de este martes tres veces en contra de las resoluciones que piden un alto el fuego. Estas mociones son legalmente vinculantes para los miembros de Naciones Unidas. Pero Israel siempre las ha ignorado. El Consejo de Seguridad tiene la capacidad de dictar sanciones contra los países que incumplen las resoluciones. Pero también EEUU las ha vetado siempre en el caso de Israel.

El director del Grupo de Crisis Internacional de la ONU, Richard Gowan, ha dicho que el borrador de resolución es una "advertencia" a Netanyahu: "Es la señal más clara de que EEUU ha enviado a la ONU del hecho que Israel no gozará indefinidamente de la protección diplomática estadounidense".

Tanto es el horror internacional que la situación en Gaza está despertando que, en un muy inusual comunicado, incluso el príncipe Guillermo, heredero de la Corona inglesa, se ha pronunciado este martes. Así, ha dicho: "Estoy profundamente preocupado por el terrible coste humano del conflicto en Oriente Medio desde el ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre. Ha muerto demasiada gente. Yo, como tantos otros, quiero ver el fin de los combates lo antes posible.Hay una necesidad desesperada de aumentar el apoyo humanitario en Gaza. Es fundamental que la ayuda entre y los rehenes sean liberados.A veces es sólo cuando se enfrentan a la escala del sufrimiento humano que se comprende la importancia de la paz permanente". El príncipe pide no "sucumbir a la desesperación" y se aferra "a la esperanza de que se pueda encontrar un futuro mejor".

Su llamada llega veinticuatro horas antes de que el Parlamento británico aborde la cuestión con una resolución presentada por el Partido Nacional de Escocia a favor del alto el fuego inmediato y cuando el Partido Laborista, por primera vez, también pide "un alto el fuego humanitario".

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