EEUU considera "razonable" evaluar si Israel ha violado el derecho internacional, pero no frenan el envío de armas
El informe, encargado por el presidente Joe Biden, acusa a Tel-Aviv de no hacer lo suficiente para proteger a los civiles
WashingtonUn informe del departamento de Estado estadounidense en el Congreso concluye que es "razonable evaluar" si Israel ha violado el derecho internacional a la guerra de Gaza. Pero expone que no encuentra que haya casos concretos que justifiquen frenar el envío de armas a Israel, al considerar que las garantías que presentó el estado hebreo en marzo sobre el uso de las armas estadounidenses de acuerdo con el derecho internacional son "creíbles y fiables".
Con casi 35.000 palestinos muertos desde que comenzó el conflicto, el texto apunta a que "los resultados sobre el terreno, incluidos los altos niveles de víctimas civiles, plantean dudas sustanciales" sobre si las fuerzas israelíes han tomado las medidas necesarias para minimizar los daños contra la población. Según el departamento de Estado, Israel "tiene el conocimiento, experiencia y herramientas para implementar prácticas para disminuir el daño civil en sus operaciones militares". Algo que ya hace semanas que Estados Unidos reclama a su socio bajo amenaza de que si no reconduce la situación de la población civil habrá consecuencias. Aún así, a pesar de volver a exigir un cambio en la forma en que Israel trata a los civiles, el informe también asegura que no se han encontrado pruebas de que Israel haya obstruido intencionalmente la llegada de ayuda humanitaria a Gaza.
Es otro ejemplo de los calculados, y no muy exitosos, equilibrios de Washington con su socio. La parte más dura y crítica del informe se reserva para señalar la falta de transparencia de Israel sobre sus autos. Así, la administración estadounidense recalca que Tel Aviv "no cooperó suficientemente" durante los primeros meses de la guerra tras el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre. También destaca cómo "Israel no ha compartido información suficiente para verificar" si se han utilizado armas estadounidenses en casos concretos que hayan violado las leyes humanitarias. Aunque es precisamente este aspecto el que permite a Estados Unidos justificar la decisión de mantener abierto el grifo de la ayuda militar.
Aunque la publicación del informe ha coincidido con la crisis abierta entre el presidente Joe Biden y su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, por la ocupación del paso de Rafah, no tiene relación. Pero puede influir. La semana pasada se congeló el envío de 3.500 bombas a Israel ante el temor de que se utilizaran para atacar el sur de la Franja, y este miércoles Biden amenazó a Netanyahu con dejar de enviarle armas si invade completamente a Rafah. Atacar esta zona, en la que se acumulan más de un millón y medio de palestinos, sin un plan para evacuarlos es una línea roja para Washington.
Críticas internas
En este contexto en el que parece haberse llegado a un punto de no retorno en la relación entre Netanyahu y Biden, las conclusiones de este informe tienen (o tenían) la capacidad de enturbiar aún más la situación. Aunque, visto el resultado, lo que seguramente sí empeoren sean las críticas del ala más progresista del sector demócrata, que hace tiempo que pide restringir el envío de armas a Israel.
Precisamente, Biden encargó este informe en febrero para apaciguar las críticas de este ala de su partido y conseguir así su apoyo para aprobar en el Senado el paquete de ayuda militar para Ucrania, Israel y Taiwán. Otrovía crucis para el presidente que estuvo meses atascado y no llegó a puerto hasta el pasado mes de abril gracias al ataque de Irán. Casualmente, la fecha fijada para entregar las conclusiones de la investigación era el miércoles de esta semana, aunque se ha retrasado hasta este viernes.
Los demócratas críticos con el apoyo a Israel tenían la esperanza de que si el informe demostraba que Israel había violado el derecho internacional se podría aplicar la ley estadounidense que prohíbe el envío de armas a otros países que "incurran en un patrón consistente de graves violaciones de los derechos humanos internacionalmente reconocidos”. Pero el departamento de Estado ha concluido que esto es probable pero no probado.
Horas antes de que se presentara el informe, en la Asamblea General de la ONU se escenificaba otra imagen similar del calculado posicionamiento estadounidense respecto a Israel. El representante estadounidense en el órgano votó en contra de la resolución que concede más derechos a Palestina y que presiona al Consejo de Seguridad para reconsiderar "favorablemente" la admisión de Palestina como estado de pleno derecho. Pese a la mala marejada, EEUU no ha cambiado el sentido de su voto y ha defendido los intereses de su socio ante la abrumadora mayoría de los 143 estados que sí han votado a favor.