España se contiene ante la victoria de Trump y teme por los aranceles

Sánchez guarda en el cajón los calificativos de "líder de la extrema derecha internacional" hacia el presidente electo de EEUU

Madrid"Se veía a venir", admiten fuentes de la Moncloa. Los resultados electorales en Estados Unidos han sorprendido por su contundencia, pero no tanto por la victoria de Donald Trump, que ha puesto de manifiesto más que nunca cómo funciona la diplomacia. Se acabaron los mensajes políticos entre estados obligados a entenderse y mantener sus alianzas. "Trabajaremos en nuestras relaciones estratégicas bilaterales y en la fuerte asociación transatlántica", tumbaba en X este miércoles Pedro Sánchez, que también felicitaba al presidente electo. El PP recibía con frialdad la victoria del republicano y Vox se congratulaba porque se abre una oportunidad para reforzar el lobi de extrema derecha en España y Europa.

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Sánchez guarda en el cajón las valoraciones sobre Trump como "líder de la extrema derecha internacional" que solía manifestar para cargar contra las alianzas del PP con Vox. Una vez conocidos los resultados de las elecciones en EE.UU., la contención en el gobierno español es máxima y se evitan comentarios que se salgan de la corrección diplomática. "No hace falta recordar que Trump y el gobierno español representan ideologías diferentes. Esto es obvio", anotan en la Moncloa, y añaden que la política exterior es una cuestión "muy sensible". Quienes la lideran, Sánchez y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se han limitado a subrayar que EEUU es "el aliado natural" de la Unión Europea y que, con España, existe una "intensa relación" en el marco de la OTAN.

Pero es evidente la preocupación ante la llegada de un personaje imprevisible, que ya ha anunciado su voluntad de subir los aranceles a productos extranjeros. En este sentido, Albares sí recordaba que Estados Unidos es el primer destino de las inversiones españolas y al mismo tiempo el primer inversor en el Estado. El centro de investigación Oxford Economics señala que España se situaría a media tabla de países europeos afectados directamente por las tarifas comerciales que pueda establecer a partir de ahora Trump, por detrás de Finlandia, Italia, Alemania, Suecia, Francia, Austria, Portugal y Bélgica. Ahora bien, los efectos de los aranceles a los socios europeos tendría una repercusión de "segunda ronda" en España que sí tendría un impacto más negativo, según tuiteaba en X el experto de este instituto Ángel Talavera. Es decir, por ejemplo, la industria española, que tiene en Alemania un socio comercial, podría verse afectada indirectamente por una bajada de las exportaciones de la industria alemana a Estados Unidos. El Ibex 35 también detectaba ese peligro y registraba algunas caídas una vez conocidos los resultados.

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El PP, tradicionalmente más ligado al partido republicano, también admitía que todo el mundo tendrá que poner de su parte para que "estos aranceles no se produzcan", en palabras de su número dos, Cuca Gamarra. Como el gobierno español, los conservadores han optado por un discurso sin valoraciones. Por contra, la FAES de José María Aznar ha sido clarividente a la hora de manifestar que la victoria de Trump "no es una buena noticia". "Su discurso encarna un populismo abonado de planteamientos proteccionistas, aislacionistas, y actitudes intemperantes que en su día llegaron al desafío institucional instigante nada menos que un asalto al Capitolio", decía el comunicado de la fundación que preside el expresidente español. El nuevo escenario en EEUU acerca más al PP al PSOE en este ámbito y le aleja de Vox, que es el único que se congratulaba públicamente. "Es la hora de los patriotas. Es la hora de la libertad", tumbaba a X su presidente, Santiago Abascal.

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En el espacio a la izquierda del PSOE sí se ha entrado en el discurso político, lamentando que Kamala Harris no era una opción que confrontaba suficientemente con Trump ideológicamente. La vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, dejando de lado el rol institucional, lamentaba que ganara a alguien que "intoxica con odio y desinformación" y hacía un llamamiento a "expandir las políticas transformadoras". Podemos comparte este diagnóstico y expresa con mayor claridad que el progresismo no puede conformarse con el "mal menor", sino que hay que ir al choque contra la extrema derecha.

Marruecos y el Sáhara Occidental

Más allá de los posicionamientos políticos internos, España observa el efecto que puede tener la victoria de Trump en tanto que estado miembro europeo y, particularmente, existe una derivada en Marruecos. El presidente electo reconoció en el 2020 unilateralmente la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental, una posición que posteriormente ha ido obligando a otros países a moverse, como hizo Sánchez en el 2021. La crisis que vivieron España y Marruecos se recondujo, pero Mohammed VI puede sentirse ahora con más fuerza. Quien se movió incluso antes de las elecciones en EEUU fue el francés Emmanuel Macron, que la semana pasada realizó una visita de estado a Rabat y ratificó su giro respecto al Sáhara Occidental. Una decisión que ha propiciado que Argelia haya levantado el veto en el comercio exterior con España y le haya impuesto ahora en Francia, tal y como ha revelado este jueves El Confidencial.