El último lapsus de Biden en el G-7 reaviva la preocupación por su avanzada edad

Otros vídeos virales de supuestos descuidos seniles del presidente han resultado ser montajes

Barcelona"Noticia de última hora: ¡el presidente Joe Biden es viejo!" La broma de uno de los humoristas del late night estadounidense, Stephen Colbert, quería hacer mofa hace pocos días de la fijación de los medios de derechas con los signos cada vez más evidentes de la senectud del mandatario.

Pero la preocupación por el posible deterioro cognitivo del presidente de mayor edad de la historia de Estados Unidos va más allá de la esfera trumpista, y empieza a ser una preocupación seria para su campaña. No sólo por artículos como el del Wall Street Journal, que hace una semana aseguraba que "a puerta cerrada, Biden muestra signos de resbalar", sino por la multitud de vídeos en las redes que muestran un Biden desorientado o perdido, algunos de los cuales han resultado ser fake news, pero otros no.

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El último lapsus ha llegado este mismo jueves durante la cumbre del G-7 en Italia y ya se ha hecho viral en las redes. Durante un acto con el resto de líderes del grupo, Biden se gira y parece querer alejarse del grupo, pero se detiene, de espaldas al resto, como si estuviera desorientado y no supiera hacia dónde tirar. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, anfitriona del encuentro, es quien le rescata y le hace girar para que mire hacia la misma dirección que todo el resto de líderes.

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El vídeo se suma a muchos otros en los que, en los últimos meses, se ve a un Biden que no sabe hacia dónde tirar después de intervenir en algún acto público, que han dado munición valiosísima a los generadores de mems. Entre las últimas, la imagen estrambótica de un Biden totalmente congelado en medio de gente bailando al sonido de un concierto.

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Pero entre los fallos que aprovecha la campaña de Donald Trump para insistir en la "incapacidad mental" de Biden para ser presidente, hay algunos que han resultado ser montajes. El vídeo viral de Biden intentando sentarse en una silla supuestamente "inexistente" durante los actos públicos por el 80 aniversario del Desembarco de Normandía en Francia –acompañado del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y sus respectivas esposas– se ha probado como vídeo manipulado: sí había silla, y sí sentó –él primero, y Macron y el resto de acompañantes a continuación– justo en los segundos posteriores, que alguien había cortado para simular que se trataba de un lapsus.

A estos fakes se suman también otros, como un vídeo que circuló en las redes donde el montaje daba a entender que Biden se había marchado a toda prisa y sin saludar a nadie de la ceremonia de indulto al pavo de Acción de Gracias a la Casa Blanca, cuando en realidad sí se quedó y estuvo charlando con el público, según AP.

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Pero otros lapsus son bien reales, como cuando confundió al todavía presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con el egipcio Abdel Fattah al Sisi, o relató una conversación que había tenido con Angela Merkel el año 2021 como si estuviera con su predecesor Helmut Kohl, que en ese momento ya estaba muerto. Fue especialmente demoledor para el presidente el informe que en febrero emitió el fiscal Robert K. Hur para exonerar al presidente de ninguna responsabilidad en el caso de los documentos clasificados que se habían encontrado en su despacho, porque describía a Biden como un "hombre mayor, bienintencionado, con poca memoria" y que tiene las "facultades disminuidas por la edad avanzada" .

Tras ello, y de los múltiples resbalones públicos, el entorno del presidente impuso el mensaje de que el presidente "a puerta cerrada" se mostraba totalmente concentrado, ingenioso, despierto y resolutivo. Por eso, el artículo del Wall Street Journal que pretende desmentir esto ha generado un alboroto mediático considerable, con acusaciones de tendenciosidad hacia el diario, que utilizó muchas fuentes republicanas para forjar este retrato (pero no todas). El artículo utilizaba argumentos como que, durante las reuniones, Biden "utilizaba tarjetas con notas" o que "a veces habla muy suave y hace pausas por períodos largos de tiempo".

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El 73% de los estadounidenses creen que es demasiado viejo

Más allá de la inflación, la inmigración o la guerra de Gaza, el factor de la edad se está convirtiendo en la principal piedra en el zapato para la reelección de Biden, y vídeos como el de la cumbre del G-7 representan un problema cada vez más grave para su campaña. Porque mientras que al candidato republicano, Donald Trump, las acusaciones y condenas penales no hacen más que galvanizar su base electoral y sumarle votos –convencidos del discurso de que todo es una persecución política–, en el bando demócrata, en cambio, el factor de la edad sí puede ser un problema.

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Una encuesta del mes de marzo hecha por el New York Times y Siena College decía que el 73% de los votantes estadounidenses consideran que Biden es demasiado viejo para ser eficaz en un segundo mandato. Entre los que votaron por Biden en las elecciones del 2020, el 61% creen que la edad de Biden le convertirá en un presidente ineficaz para un segundo mandato, sumando los que están muy de acuerdo (un 26%) y los que están un poco de acuerdo (35%).

En cambio, sólo un 46% de los votantes pensaban que Donald Trump –que este mismo viernes, 14 de junio, ha cumplido 78 años y, por tanto, no está tan lejos de los 81 de Biden– era demasiado viejo para ser efectivo en un segundo mandato. Y eso pese a que el candidato republicano también ha tenido sus propios lapsus, como cuando confundió a Biden con Barack Obama, o confundió a Nancy Pelosi (la expresidenta demócrata de la Cámara de Representantes) con su rival en las primarias, la republicana Nikki Haley, lo que llevó a Haley a cuestionar la "salud mental" de Trump. Incluso hay un grupo de psiquiatras estadounidenses –algunos de ellos de instituciones de renombre como la Harvard School of Medicine– que ha creado el grupo Duty to Warn (Deber de alertar) para advertir de las pruebas "abrumadoras" que indican que Trump sufre "demencia".

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