Estudiantes de un 'college' de Oxford instan la retirada de un cuadro de Isabel II
La imagen, de 1952, se asocia a la incómoda "historia colonial reciente" del Reino Unido
LondresLa reina Isabel II se ha convertido en involuntario motivo de polémica en Oxford y en lo que algunos miembros de la intelligentsia británica, incluido el ministro de Educación, Gavin Williamson, han tildado de episodio “absurdo”. Estudiantes de posgrado del Magdalen College han votado a favor de retirar un retrato de la monarca basado en una fotografía de Dorothy Wilding, hecha en 1952, en el momento en el que fue coronada.
El retrato, adquirido en 2013 por los estudiantes para decorar la llamada Middle Common Room (MCR), la sala que los acoge, ha sido retirado porque se trataba de un símbolo poco acogedor de la "historia colonial reciente" del Reino Unido. El presidente de la Middle Common Room, Matthew Katzman, ha asegurado a la prensa británica: "Se ha retirado porque se decidió que la sala común tuviera un espíritu neutral. De esto se trataba. El college tiene un montón de representaciones de varias cosas, pero la sala está pensada para ser un espacio donde todo el mundo pueda sentirse bienvenido".
De acuerdo con Katzman, la votación se convocó en interés de estudiantes nacionales e internacionales que podrían oponerse a la imagen. Los responsables académicos del Magdalen College no han intervenido en la retirada. El ministro Williamson ha mostrado a última hora de este martes su incredulidad por el hecho. "Es un acto absurdo. Ella es la jefa del estado y un símbolo de lo que es lo mejor de Reino Unido. Durante su largo reinado, ha trabajado incansablemente para promover los valores británicos de tolerancia, inclusión y respeto en todo el mundo".
La afirmación del ministro contrasta con el descubrimiento, la semana pasada, de la prohibición que la familia real había hecho hasta finales de los años 60 de que los "inmigrantes de color o extranjeros" pudieran ejercer funciones clericales en la casa real. El dato lo obtuvo el diario The Guardian después de una investigación en los archivos nacionales. Los mismos documentos aportaban luz también sobre cómo el Palacio de Buckingham negoció cláusulas –que siguen vigentes hoy– que eximen a la reina y a su familia de las leyes que impiden la discriminación de raza y sexo.
El Magdalen College ha indicado que no intervendrá para revertir la decisión, a pesar de la larga asociación entre la realeza y el colegio. Isabel II visitó la institución en 1948 para recibir un título honorífico de la Universidad de Oxford. Lo volvió a hacer en 2008, con motivo de su 550º aniversario.
La traición de la Oxford Union Debating Society
Otra de las reacciones contrarias a la retirada la ha hecho sir John Hayes, diputado conservador en Westminster, para quien "lo más triste es que se piense que la gente del Magdalen College Oxford es razonablemente brillante". "Esta decisión sugeriría que no. La reina es la jefa de la Commonwealth, respetada en todo el mundo como tal, e intentar sugerir cualquier cosa que sea de otro modo es una distorsión deshonesta. Las personas implicadas tendrían que estar avergonzadas de ellas mismas".
El del retrato de la reina no es el único interrogante, aunque que sea simbólico, que los estudiantes de Oxford han hecho sobre la monarquía en fechas recientes. La semana pasada, la Oxford Union Students celebró un debate para considerar aprobar o no la moción: "Aboliría esta casa la monarquía", un debate avivado por las acusaciones que Meghan Markle hizo de racismo hacia la familia real en la famosa entrevista con Oprah Winfrey, al principio del mes de marzo pasado.
Todo ello, sin embargo, es anecdótico y se mantiene dentro de una tradición de protesta de los estudiantes que, cuando dejan de serlo y se convierten en parte de las élites de Oxbridge –los que salen de las universidades de Oxford y Cambridge–, no va a ninguna parte. Una de las polémicas más celebradas de la historia de la Oxford Union Debating Society tuvo lugar en 1933, cuando se aprobó una moción que indicaba que "esta casa no lucharía en ningún caso por su rey ni por su país", una decisión que costó críticas a la Oxford Union de “deslealtad" por parte de la prensa de la época.